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El jardín en Tibabuyes (Suba) no tiene pasamanos, lo que pone en peligro a los niños. | Foto: Cortesía Contraloría

BOGOTÁ

Plata para construir jardines infantiles terminó en arriendos

La Contraloría de Bogotá también encontró que los centros educativos no reúnen las condiciones mínimas para albergar a los niños.

5 de junio de 2015

El alcalde Gustavo Petro entró en la recta final de su mandato. El 31 de diciembre dejará el Palacio Liévano y un día después entregará el cargo a su sucesor. Muchos ya hacen balances de lo que ha incumplido.

Uno de los temas en los que tal vez quedará en deuda el mandatario capitalino es la construcción de jardines infantiles en la capital. Como candidato, Petro prometió edificar mil centros en prejardín, jardín y transición. Ya como alcalde la cifra bajó sustancialmente y en su Plan de Gobierno se impuso la meta de poner en marcha 405 instituciones.

En un informe de la Contraloría de Bogotá, conocido por Semana.com, se encontró que el mandatario y la Secretaría de Educación no podrían cumplir dicha meta, es más, de las 2036 aulas prometidas, al corte del 31 de diciembre sólo había construido 20.

Como las metas no se han cumplido y la necesidad de albergar menores es urgente, el Distrito tomó la decisión de arrendar inmuebles para suplir el déficit de cupos, lo que ha generado serias irregularidades no sólo porque parte del dinero se fue en el pago de arriendos, sino también porque esos espacios no reúnen las condiciones para el cuidado de los niños.

Pago de arriendos

Un acto que para la Contraloría va en contravía de lo dispuesto por la propia administración, la Bogotá Humana tomó en arriendo diez predios ubicados en zonas deprimidas de localidades como Bosa, Suba, Usaquén, San Cristóbal, Antonio Nariño y Kennedy.

En estas localidades la Contraloría encontró que el Distrito gastó 934 millones de pesos en el pago de arriendos. Dinero que se debió invertir, a decir del ente de control, en una infraestructura propia, es decir, en la construcción de los jardines.

“La administración con la intención de hacer inauguraciones y decir que sí ha cumplido las metas, hace un giro y en lugar de dejarle un inmueble al patrimonio de Bogotá, lo que deja es un contrato de arrendamiento con el agravante que la administración realiza cuantiosas inversiones”, resaltó el contralor Diego Ardila.

Pero el tema no queda allí. Dentro de los hallazgos la Contraloría evidenció el pago irregular por 28 millones de arriendo en tres jardines infantiles sin que estos entraran en funcionamiento. Se trata de Atanasio Girardot, Brasilia y Álvaro Gómez, de las localidades Antonio Nariño, Bosa y Suba.

En los contratos aparece que la Secretaría tomó en arriendo los predios en octubre del 2014 y enero del 2015 y sólo en abril de este año se inició la atención de los niños.  

No aptos

Pero existe un hecho aún más preocupante. Los inmuebles son a todas luces no aptos para albergar niños de la primera infancia de entre tres y cinco años. El Distrito alquiló casas de habitación y bodegas que no están diseñadas para el cuidado de menores.

En las visitas administrativas practicadas se detectó que las Instituciones Educativas Distritales Brasilia, Atanasio Girardot, Veinte de Julio sede B, Saludcoop, Marsella y Tibabuyes Universal, entre otras, no se ajustan a las condiciones de infraestructura para los niños.

Detectaron además escaleras empinadas y peligrosas en casas de tres o más pisos, ausencia de barandas adaptadas en las cuales los infantes se puedan sostener, puertas de seguridad, y los baños no son apropiados o están lejos de las aulas.


 En casas como esta funcionan los jardines
 
En la mayoría de los jardines no existe patio interior de recreo. “Igualmente, las áreas destinadas a aulas de clase son reducidas, por lo que existe hacinamiento, con grave afectación del confort visual, término y acústico, entre otros”, se lee en el informe.  

Ante las irregularidades, la Secretaría de Educación “se preocupó más por mostrar cifras que dieran cuenta de la ampliación de la cobertura en los grados de la primera infancia y desatendió el cumplimiento de las especificaciones técnicas de infraestructura, accesibilidad, seguridad y salubridad, al límite de que los servicios educativos prestados en las condiciones que da cuenta el presente documento no contribuyen a la formación integral de los infantes, como tampoco al bienestar y el mejoramiento de  su calidad de vida”, se resaltó en el pronunciamiento.


Algunos de los salones no reúnen las dimensiones requeridas.

No parece claro el panorama para el cumplimiento de la meta en la entrega de 405 jardines. A diciembre del 2014, la administración debería haber entregado 21 centros educativos. Es decir, el alcalde tendría  que adjudicar 384 de estas obras en el 2015, una meta casi imposible de lograr.