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La Contraloría aplicó una fórmula diferente para calcular lo que el empresario Jean-Claude Bessudo debe pagarle al Estado por la concesión que desde 2005 tiene en el Parque Tayrona. Ello ha generado una encendida polémica.

MEDIO AMBIENTE

Contraloría versus Bessudo

Un informe del organismo de control acusa a Aviatur de irregularidades en el manejo del Tayrona. La Dirección de Parques Naturales defiende al empresario. ¿Quién tiene la razón?

20 de agosto de 2011

Esta semana, una investigación que adelanta la Contraloría encendió una polémica explosiva sobre el manejo de los Parques Naturales. La controversia comenzó cuando Noticias Uno publicó un informe preparatorio en el que se menciona que Aviatur habría dejado de pagar cerca de mil millones de pesos anuales por la concesión del Parque Tayrona y que, sin permiso, construyó un sendero e instaló una planta eléctrica. La gravedad de esas acusaciones produjo la respuesta inmediata de la directora de Parques Naturales, Julia Miranda, que al fin de cuentas era quien estaba siendo acusada por haber dejado que esas cosas pasaran. La funcionaria desvirtuó de plano la acusación y aclaró que Aviatur no solo había solicitado y cumplido con todos los permisos, sino que había "pagado cumplida y anticipadamente". Pero el debate está apenas comenzando.

Los señalamientos alrededor de las actividades de Aviatur no son de poca monta. Por un lado, porque su presidente, Jean-Claude Bessudo, no solo es el zar del turismo en Colombia, sino también el padre de la nominada ministra de Ambiente, Sandra Bessudo. Y por el otro, porque el Tayrona es el principal símbolo del ecoturismo en Colombia.

Según un comunicado de la Contraloría -que no se pronunciará hasta terminar el informe-, los documentos hacen parte de una auditoría en curso que se filtró a los medios y los resultados finales solo contendrán lo que "resulte probado". En otras palabras, establecer si es verdad o no que Aviatur no pagó esos 1.000 millones de pesos.

La idea de entregarle el manejo de un parque natural a un particular es que en estas zonas se pueda hacer ecoturismo a cambio de generarle recursos al Estado. En Colombia hay 56 parques naturales, que representan el 11 por ciento del territorio nacional. De los cinco que se han concesionado, Aviatur maneja cuatro (Tayrona, Amacayacu, Nevados y Gorgona). Los recursos de estos representan un porcentaje importante del presupuesto de Parques Naturales para conservar los ecosistemas del país. El Tayrona es el más rentable, recibe cerca de 220.000 visitantes al año y fue, en 2005, el primero que se otorgó en concesión. Aviatur, en una unión temporal que ha sido objeto de controversia, fue la única empresa interesada en montarse en ese negocio.

El mecanismo elegido fue el siguiente: la empresa paga un monto anual de lo que resulte mayor entre 365 millones de pesos o el 16 por ciento de los ingresos que genera el parque. Esa suma, según el contrato, se debe ajustar cada año con base en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). A primera vista, la diferencia de cálculo entre Parques y la Contraloría obedece a que este organismo de control no hizo el cálculo con base en el IPC, sino con el aumento de las tarifas de entrada al parque. Y esto se tradujo en los 1.000 millones de pesos que el informe asegura "se dejaron de entregar". Parques Naturales responde que no es posible aplicar una fórmula para el pago distinta a la que está en el contrato. Esto hace pensar que cuando la Contraloría publique su informe definitivo se corrija este error.

Queda entonces el punto del sendero y de la planta eléctrica. En lo que se refiere al primero, tiene que ver con un camino de 1,2 metros de ancho que conecta tres kilómetros de una zona del parque con otra. Según Aviatur, la obra era necesaria pues los turistas andaban por el mismo lugar de los caballos, lo que generaba accidentes. La directora de Parques agrega que se trata simplemente de un sendero viejo que fue ampliado por Aviatur con todos los permisos necesarios. En cuanto a la planta eléctrica, la empresa asegura que no existe otra manera de proveer energía que las plantas señaladas en el informe, pues los paneles solares no cubren todas las necesidades. Parques Naturales aclara que también esa obra tiene los permisos.

Si bien el calibre de las acusaciones es delicado y el peso de las explicaciones es muy claro, la discusión no estará zanjada hasta que la Contraloría presente su informe final. No es usual que los protagonistas de una investigación discutan su contenido antes de la publicación y en ese proceso se encuentran las tres partes ahora -Aviatur, la Contraloría y Parques Nacionales-. Por eso, genera bastante expectativa saber cuál va a ser la posición final del organismo de control frente a las aclaraciones de la Dirección de Parques Nacionales.