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Jorge Pretelt, Bernardo Elías, Musa Besaile y David Barguil. | Foto: Archivo SEMANA

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La paradoja de Córdoba

Mientras la clase dirigente escala alto en la política y la justicia, Planeación Nacional dice que es el departamento donde más incide la pobreza.

12 de marzo de 2015

Probablemente Jorge Ignacio Pretelt sea el monteriano que más alto ha escalado en las instituciones del Estado. Nunca antes un abogado cordobés había llegado a la Corte Constitucional. Pretelt se posesionó como magistrado en abril del 2009, y desde el pasado 10 de febrero era nada más y nada menos que el presidente de este tribunal.  
 
Pretelt, por la dignidad de su cargo, bien podría haberse convertido en uno de los dirigentes más respetados de Montería. Sin embargo, su paso por la Corte Constitucional será recordado más que por la calidad de sus sentencias, por haber sido también el primer presidente de este alto tribunal en separarse de su cargo. Una denuncia por presuntamente haber pedido 500 millones de pesos para favorecer un fallo de tutela lo obligó a pedir una licencia de dos meses para afrontar la investigación fuera de su cargo.
 
No ha sido el único. En la política, decenas de dirigentes han escalado hasta obtener curul en el Congreso, tanto que hoy, después de Bogotá y Antioquia, Córdoba es el departamento con mayor número de senadores en el país, ocho en total.
 
Y no se trata de cualquier congresista. Los senadores y representantes cordobeses son los que alcanzaron las mayores votaciones individuales en las elecciones del año pasado.

De Córdoba son Musa Besaile (145.402) y Bernardo ‘Ñoño’ Elías (140.143), quienes fueron señalados como los que más cupos indicativos (denominados 'mermelada') recibieron del gobierno nacional. También son reconocidos políticos cordobeses Martín Morales Diaz (la U), la conservadora Nora García Burgos, Daniel Cabrales (Centro Democrático), Arleth Casado de López -esposa de Juan Manuel López Cabrales (detenido por parapolítica)- y Yamina Pestana Rojas, hermana de César Pestana, el primer diputado que fue detenido por nexos con paras.
 
Y entre los representantes están Sara Piedrahita Lyons, la que más votos sacó en Cámara, 105.112, y David Barguil, presidente del Partido Conservador.
 
Córdoba además fue el segundo departamento que más votó el año pasado, pues, según la Registraduría, tuvo un índice de abstención del 43 %. Varios observadores aseguran que el fenómeno se debe, precisamente, a la vulnerabilidad de la población a vender su voto y a que con frecuencia algunos candidatos deben asegurar la logística para llevar a la gente a las urnas.
 
Pero mientras los dirigentes y políticos del departamento escalan y ascienden en la política y en las altas dignidades del Estado, el departamento está sumido en la pobreza.
 
Según datos del Departamento Nacional de Planeación, Córdoba es -junto a Chocó- el departamento con mayor incidencia de pobreza. Su población es de 1.683.782 habitantes; el 51,8 % de ellos vive en la pobreza y el 18,6 % en la pobreza extrema.
 
De acuerdo con Planeación, la tasa de desempleo es del 8,6 %, pero la informalidad es del 85,9 %. Sólo el 52,3 % goza de acueducto. El 97 % de los hogares rurales en San Andrés de Sotavento y Canalete es pobre. El 83 % de los hogares de Córdoba presentan déficit habitacional. Son apenas unos indicadores.
 
Córdoba cuenta con 12 congresistas y hasta el momento un magistrado de la Corte Constitucional. Pero a pesar de contar con esa nada despreciable representación, el departamento no despega y sigue siendo el de mayor pobreza. La respuesta a este contraste la pueden tener sus propios dirigentes.