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| Foto: Alcaldía de Bogotá

POLÍTICA

El coronavirus les cambia los planes a los alcaldes en todo el país

El covid-19 impactará los planes de desarrollo que alistaban los mandatarios. Hoy todos los recursos tienen como prioridad la atención en salud. Hay dudas sobre qué ocurrirá con los grandes proyectos de infraestructura, teniendo en cuenta el escenario fiscal de la nación.

30 de marzo de 2020

El rápido avance del coronavirus en Colombia era inevitable. Ahora los alcaldes de las principales ciudades del país han tenido que enfocarse en atender la emergencia y cambiar todos los planes que tenían en mente para este año. En Bogotá, la alcaldesa Claudia López quería desarrollar estrategias para brindarles más educación y trabajo a los jóvenes que salían a las calles a protestar. Hoy su mayor desvelo es evitar que la pandemia ponga en jaque a la capital del país.

Bogotá está en una situación de calamidad pública, lo que permite que se trasladen rápidamente recursos a áreas clave en estos momentos como salud, educación o integración social.  El secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, ha dicho que se sigue trabajando en el plan de desarrollo que orientará el gobierno de López en los próximos cuatro años y que debe ser presentado al Concejo.

Teniendo en cuenta que la crisis económica golpeará con fuerza la economía bogotana, la gran pregunta es si las prioridades de inversión sufrirán alguna modificación ante una posible baja sensible en los ingresos en la ciudad por concepto de impuestos.

También está el interrogante de los recursos de la nación para los grandes proyectos de infraestructura de la ciudad, como la ampliación de la primera línea del metro hasta la calle 100 con Autopista Norte y la prolongación de la misma a las localidades de Suba y Engativá. ¿El difícil escenario fiscal de la nación implicará un freno en seco de estas megaobras? Aunque el Gobierno ha dicho que los proyectos siguen adelante, las dudas son realistas.

La principal necesidad de la ciudad es fortalecer su red pública hospitalaria para hacerle frente al coronavirus. Eso implica habilitar cuanto antes más unidades de cuidados intensivos, así como concretar la compra de equipos de ventilación, tapabocas, guantes y todos los elementos de protección que requieren los profesionales de la salud para atender a los pacientes con covid-19.

Una vez la pandemia sea contenida, lo más seguro es que los esfuerzos de los mandatarios se centrarán en la recuperación de sus ciudades antes que poner en marcha iniciativas que hasta hace unas semanas parecían completamente viables.

En Medellín, justamente, el alcalde Daniel Quintero dice que de forma obligada habrá un cambio en el foco de la gestión que se avecina. “Los planes de desarrollo tienen que convertirse en planes de reconstrucción de lo que deje el coronavirus. Los costos son muy fuertes y estimamos que pueden ser incluso peores. Lo que estamos por presenciar será desgarrador. Esta será la crisis más grande de Colombia en los últimos 70 años”, sostiene Quintero.

Una de sus esperanzas para intentar reactivar la economía es la construcción del metro de la 80, que tiene prevista una inyección de capital de 3,6 billones de pesos por parte de la nación. Con esta megaobra, que mejorará el sistema de transporte público de la capital paisa, se busca reactivar el empleo en toda la cadena constructiva.

 “Se quebraron las aerolíneas, se están quebrando los hoteles, las empresas de eventos, los dueños de discotecas, bares y restaurantes mandaron a la gente para las casas, nuestros planes de gobierno deben ir a atender a la gente. Nosotros acabamos de parar la contratación de 2.000 personas que hacían mantenimiento de parques y escenarios, no podemos dejarlos solos; pero adicionalmente tenemos 188.000 personas mayores que ahora están en las casas, tenemos que asistirlos; lo mismo pasa con 430.000 estudiantes a los que hay que llevarles la alimentación, lo haremos, pero esto drenará los recursos muy rápido; nuestro plan de desarrollo ahora apunta a esa atención, será una manera de afrontar la crisis”, dice Quintero.

En los últimos años, Barranquilla se ha mostrado como una ciudad enfocada al turismo de negocios, las actividades de comercios y de servicios, sobre todo después de grandes inversiones como el Gran Malecón del Río, las zonas de atracción y centros de eventos sociales y deportivos, así que es bastante evidente que la crisis mundial desatada por el covid-19 impactará notablemente este sector. Las actividades comerciales, hoteleras y de turismo de la ciudad sufrirán por la disminución del movimiento de pasajeros y la caída de la ocupación hotelera. Además, como en todo el mundo, el sector terciario, como cines y restaurantes, que tenían un auge local, vivirán situaciones críticas.

Para Jairo Parada, economista, catedrático y estudioso del tema financiero de Barranquilla, lo más afectado será la economía social, porque, aunque las tasas de desempleo de la ciudad son menores en comparación al promedio nacional, el 56 por ciento de la población trabaja de forma informal. “Ello son quienes van a sufrir mucho con las restricciones que se están imponiendo, porque si no salen a la calle no producen”.

En resumen, el presupuesto de Barranquilla aprobado para la vigencia 2020 es de $3,6 billones, de esa plata $1,5 billones provendrían de tributos, así que, si la actividad económica y comercial decae, se afectará el recaudo de industria y comercio y la cartera se incrementará en predial, lo que sin duda impactará en la inversión social. De esta manera, la arenosa empieza a repensar su plan de gobierno.

Los retos de Cali para 2020 también son mayúsculos. La capital del Valle deberá iniciar un proceso de transformación municipal para convertirse en Distrito Especial, tal como fue aprobado por el Gobierno nacional hace dos años. Pero el principal obstáculo para cumplir con esa minuciosa agenda corre por cuenta del coronavirus.

La ciudad, que espera además trazar ambiciosos proyectos urbanísticos, no ha podido discutir el Plan de Desarrollo, el cual deberá ser radicado en el Concejo Municipal el próximo 30 de abril. Jorge Iván Ospina, alcalde de la capital valluna, dice que el virus “ha roto los procesos de consulta y construcción comunitaria del plan”. Cali discutía la distribución de la ciudad ahora que pasará a ser Distrito Especial (localidades y demás).

Se tenía presupuestado para este mes iniciar con los estudios de factibilidad para el desarrollo del tranvía para conectar a Cali con Palmira,Yumbo y Jamundí. “La situación es tensa, esto (coronavirus) nos ha cambiado la agenda”, subrayó el mandatario. Pese a las limitaciones que plantea la pandemia, Ospina está confiado en cumplir el cronograma establecido por la ley y entregar a tiempo el documento completo.

La construcción del Plan de Desarrollo de Cúcuta iba viento en popa, el Consejo Territorial de Planeación se alcanzó a reunir físicamente y se realizaron mesas participativas con todos los sectores.

Según Margarita Contreras, directora del Departamento Administrativo de Planeación, ni el municipio ni los consejeros territoriales van a parar de trabajar en la hoja de ruta, la cual tiene como enfoque diferencial las medidas sobre la migración. Ahora se reúnen de forma virtual para seguir puliéndolo, porque planean entregarlo en los tiempos establecidos. Hasta el momento, la pandemia no ha modificado el borrador, sin embargo, lo están “evaluando en el tema situacional” del plan de desarrollo, y en los próximos días lo definirán.

En Bucaramanga también se están evaluando cómo va a impactar la emergencia sanitaria los planes de la ciudad. El documento borrador tiene ocho proyectos estratégicos que incluyen temas fundamentales como la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, la implementación de un sistema de transporte público con infraestructura multimodal y el fomento del uso de la bicicleta. Se han adelantado mesas sectoriales participativas, pero el trabajo no está terminado. El pasado 16 de marzo se posesionó el Consejo Territorial de Planeación de Bucaramanga, encargado de revisar el borrador de la hoja de ruta. Las reuniones de trabajo y la recolección de propuestas de la ciudadanía, incluyendo las que tienen que ver con la emergencia sanitaria, continuarán de forma virtual.