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Alberto Rojas espera el fallo de una tutela de sus compañeros para permanecer o no en el cargo. | Foto: SEMANA

CORTES

Alberto Rojas, el magistrado que está en manos de sus colegas

La Corte Constitucional decidió revisar la tutela que lo reintegró a este alto tribunal. Esta es la historia de su proceso.

20 de agosto de 2015

En la Corte Constitucional está a punto de presentarse una discusión que no tiene antecedentes en esa corporación. Los magistrados tendrán que decidir si uno de sus colegas, Alberto Rojas Ríos, puede permanecer en su cargo.

Una sala de selección de ese alto tribunal, conformada por los magistrados Gloria Ortiz y Gabriel Mendoza, decidió revisar la sentencia del Consejo de Estado que ordenó el reintegro de Rojas a su cargo como magistrado de la Corte Constitucional.
 
El debate sobre Rojas lleva un año en la justicia. Como se sabe, el 26 de junio del 2014 la sección quinta del Consejo de Estado declaró nula su elección y lo obligó a separarse de su cargo. 

La decisión fue tomada sobre todo por una razón de procedimiento. Ese alto tribunal fue quien ternó para que se escogiera candidato para la corte, sin embargo, en su elección algunos magistrados supuestamente hicieron pública su intención de voto cuando el reglamento de esta corporación indica que la votación debe ser secreta, “sin excepción”.
 
Contra ese fallo Rojas presentó una acción de tutela. En esta señaló, entre otras cosas, que la sección quinta interpretó y aplicó equivocadamente las disposiciones del reglamento interno que regulan los procesos electorales de esa corporación.
 
Esta tutela fue inicialmente negada. El caso llegó a una sala de conjueces conformada por los juristas José Gregorio Hernández, Hernando Yepes, Gustavo Zafra y Myriam Guerrero, quienes negaron los argumentos de Rojas y no lo dejaron volver a la Corte.
 
El magistrado Rojas no se rindió. Apenas conoció el fallo lo impugnó. Así, el caso llegó otra vez a otra sala del Consejo de Estado. Como en la anterior decisión, ningún magistrado pudo participar porque estuvieron en la elección de Rojas. Por lo tanto, se llamó a otro grupo de conjueces.  
 
Así fueron elegidos Jesús María Lemos Bustamante, Ernesto Forero Vargas, Ílvar Nelson Arévalo Perico y Álvaro Escobar Henríquez como conjueces para tomar la decisión. Este grupo le dio la razón a Rojas y lo reintegró en su cargo como magistrado de la Corte Constitucional. La magistrada Sandra Lisset Ibarra Vélez fue la única que no estuvo de acuerdo y por eso votó en contra.
 
En esta sentencia el Consejo de Estado señaló que de la lectura del acta y del audio de esa sesión se puede concluir que “la ronda de votación fue secreta y no pública ni nominal”. Con este fallo en mano, Alberto Rojas volvió a la Corte Constitucional.
 
Todo parecía estar definido, sin embargo, hace unos días otra vez el futuro de Rojas volvió a estar en discusión. La Corte Constitucional, que tiene la facultad de revisar cualquier tutela, decidió seleccionar el caso del magistrado. La ponencia quedó en manos de Gabriel Mendoza.
 
Lo primero que se tendrá que definir es si los magistrados resuelven este proceso o si se declaran impedidos y nombran conjueces. Si toman la decisión de llevar el caso ellos mismos, quedarían en la incómoda posición de tener en sus manos la suerte de su colega.