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Por falta de quórum podría retrasarse la elección del nuevo fiscal general de la nación. | Foto: Archivo SEMANA

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¿Ahora por qué está amenazado el quórum en la Corte Suprema?

A la salida de Leonidas Bustos en marzo se suma el cumplimiento de la edad de retiro del magistrado Fernando Giraldo en junio. La Sala Plena se quedaría con 15 integrantes.

15 de febrero de 2016

Más amenazada no podría estar la facultad electoral de la Corte Suprema de Justicia. Si el magistrado Leonidas Bustos termina su período sin que se elija al menos una de las vacantes que hay en esa corporación, la Sala Plena se quedará con sólo 16 integrantes, que es el número mínimo de votos necesario en cada elección.

Ello exige que las decisiones sean unánimes, algo difícil de lograr. Lo que pocos han previsto es que el 21 de junio próximo el magistrado Fernando Giraldo cumplirá 65 años, lo que lo obligaría al retiro y dejaría a la Corte sin siquiera un número mínimo de integrantes para tomar decisiones.

Eso significa que si Bustos y Giraldo terminan sus magistraturas sin que antes se haya sido seleccionada al menos una de las vacantes, a mediados de junio ese órgano jurisdiccional ya ni siquiera podrá elegir.

De llegar a ocurrir algo semejante, estaría bloqueada no sólo la elección de magistrados, sino también la del sustituto del fiscal general, Eduardo Montealegre, que el 22 de marzo próximo cumple su período de cuatro años.

En el alto tribunal se ha discutido la posibilidad de modificar el reglamento, tal como lo hizo el Consejo de Estado cuando vivió una situación similar. Sin embargo, quiéranlo o no, esas reglas del juego nuevas no servirían para llenar las vacantes actuales, pues sería repetir el mismo error que ocasionó la anulación de la elección Viviane Morales como fiscal.

Así, si los actuales togados logran reformar su reglamento, sólo podrán aplicarlo a elecciones futuras, como la del jefe del ente acusador. Pero teniendo en cuenta que en pocas ocasiones han logrado ponerse de acuerdo, esta tampoco será una labor fácil.

Otra posible solución es nombrar magistrados interinos, como lo hizo el Consejo Superior de la Judicatura. Pero para llegar a esa alternativa también se necesitan mínimo 16 votos. Además, el magistrado Giraldo podría pedir una prórroga de al menos seis meses en su período, pero hasta ahora no lo ha hecho.

Por eso, se cree que si hay solución a este entuerto en el que se han convertido las elecciones, esta vendrá de afuera. Algunos magistrados creen cada vez más firmemente que el presidente de la República, a través de un decreto, recompondrá la Corte Suprema.

Sería la segunda vez que el Ejecutivo intervenga en la conformación de una de las altas cortes, como lo hizo el presidente Belisario Betancur en 1985 tras la toma del Palacio de Justicia.

Por ahora, la Corte seguirá estudiando las fórmulas para superar los problemas que ha tenido para elegir. Su falta de eficacia en este frente es tal, que los magistrados ni siquiera han logrado ponerse de acuerdo para elegir presidente en propiedad de la entidad para el 2016. De ahí que el turno le haya tocado a José Luis Barceló, en calidad de interino.