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Corte Suprema ordena libertad por vencimiento de términos | Foto: Archivo particular / SEMANA

JUSTICIA

"El país está desenmascarando los falsos testigos": Luis Alfredo Ramos

Por vencimiento de términos, la Corte Suprema deja libre al exalcalde y exgobernador después de más de tres años de detención. Está pendiente de fallo por supuestos vínculos con paramilitares.

23 de noviembre de 2016

Tres años y tres meses duró detenido en una guarnición militar el exalcalde de Medellín Luis Alfredo Ramos, quien acaba de ser dejado en libertad por vecimiento de términos por parte de la Corte Suprema de Justicia. 

"Recibí una llamada del presidente de la Sala Penal, le manifesté mi alegría porque es la posibilidad que se me da para reencontrarme con mi familia después de tres años y tres meses de detención. Este ha sido un proceso en el que se ha detectado lo que son los falsos testigos en el país. Agradezco a Dios por la ayuda que ha recibido", dijo.

El juicio contra Ramos concluye este 15 de diciembre en la Corte Suprema de Justicia y queda pendiente de fallo. Mientras espera el veredicto final, la defensa del exalcalde y exgobernador ha sido enfática en alertar porque los testigos principales del proceso tienen sendas investigaciones por falsedad de testimonio. Algunos están negociando con la justicia.

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Uno de ellos es Carlos Enrique Areiza Arango, quien aceptó cargos por falso testimonio y está pendiente de la aprobación de un preacuerdo con la justicia. Este testigo dirigió una comunicación a la Corte Suprema de Justicia retractándose de sus acusaciones y pidió perdón a Ramos y a su familia. También está Andrés de Jesús Vélez, a quien la Fiscalía le imputa el delito de falso testimonio y fraude procesal. 

Juan Carlos el ‘Tuso‘ Sierra, quien fue extraditado a Estados Unidos y logró una sustancial rebaja de pena, fue declarado persona ausente en este proceso. Igualmente, Mauricio de Jesús Palacio Tejada, quien está prófugo de la justicia, estaría en Chile y es juzgado en contumancia.

Todos los testigos fueron denunciados por la defensa de Ramos como falsos y son investigados por la justicia.

En su primera audiencia ante la Corte, Ramos aseguró en una dramática intervención que de no ser por este proceso habría llegado a la Presidencia: “Yo soy un excandidato presidencial procesado y seguramente hubiese sido el del Centro Democrático, por encima de Óscar Iván Zuluaga”, afirmó.

Ahora, después de su largo proceso, indica que el país está desenmascatando y combatiendo los falsos testigos. "Hacen un daño inmenso a la justicia, han proliferado buscando rebaja de pena y tener beneficios económicos. A ellos hay que perdonarles por sus equivocaciones, eso nos enseña cristianismo y la iglesia católica", dijo a Semana.com. 

En el momento de su captura a finales del 2013, el país estaba en plena coyuntura electoral; la detención se dio dos meses antes de la consulta uribista. Ahora, la llamada del presidente de la Sala Penal, Gustavo Malo, para anunciar su libertad también se da en medio en un momento de alta tensión política por el proceso de paz. Una decisión definitiva de la Corte en los proximos meses podría despejarle el camino político barón electoral de Antioquia.

Sin anuncios ni expectativas electorales, Ramos dice que no tiene nada distinto que pedirle a la Corte que decidan "como saben hacerlo: en derecho". En dos ocasiones la Procuraduría pidió la libertad de Ramos al considerar que la medida de aseguramiento era "desproporcionada" e "injusta".

La Corte investiga a Ramos por el delito de concierto para delinquir agravado al haber participado en una reunión en enero de 2005 a la que también asistieron los jefes paramilitares Alberto Guerrero, excomandante del Bloque Cacique Pipintá, y Ernesto Báez, líder del Bloque Central Bolívar.

La cita tuvo lugar en la finca Bellanita, propiedad del empresario condenado Hugo Albeiro Quintero. Ramos ha defendido que asistió para hablar de la desmovilización de las autodefensas invitado por el congresista Óscar Suárez Mira. Aclaró que Báez no estaba allí en la clandestinidad, pues el Gobierno le había dado un salvoconducto por los diálogos de paz.

La estrategia jurídica de Ramos fue impulsada alrededor de los falsos testigos, y para ello, su exabogado Gustavo Moreno (hoy director Nacional Anticorrupción de la Fiscalía) jugó un papel protagónico. 

Ramos deja hoy la Escuela de Caballería del Ejército, donde estuvo recluido. Ahora en libertad y en compañía de su familia espera el fallo final.