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CORTO CIRCUITO

La UP le arma escándalo a Juan Martín Caicedo con la Ericsson

11 de enero de 1988

Eduardo Aldana, candidato del Pacto Sagasa a la Alcaldía de Bogotá, cayó por su vinculación con la Junta Directiva del Banco de Colombia, de la que fue miembro suplente por algún tiempo. ¿Caería también Juan Martín Caicedo, contraparte de Aldana, por su vinculación con la Ericsson?.

La pregunta surgió a finales de noviembre, cuando el concejal de la Unión Patriótica, Carlos Romero, habló de supuestas inhabilidades de Caicedo Ferrer para ocupar la alcaldía, por haber sido miembro de la Junta Directiva de Facomec (Fábrica Colombiana de Materiales Eléctricos), que ha suscrito varios contratos con la Empresa de Teléfonos de Bogotá por 1.795 millones de pesos. Además, alegaba el concejal de la UP, la Ericsson era socia de Facomec y Hernando Pryor, autor de los supuestos sobornos del caso Ericsson, era compañero de Caicedo en la junta de Facomec. En la carta que Romero le dirigió a Caicedo, luego de hacer mención de su vinculación con gremios económicos "muy ligados con la contratación e intereses muy definidos y caracterizados del Distrito", le recordó que Facomec tenía dos contratos vigentes a octubre del presente año y que, a la luz de la ley 78 del 86 no podrá ser alcalde quien, "dentro de los seis meses anteriores a la elección se haya desempeñado como empleado oficial o haya celebrado por sí o por interpuesta persona, contrato de cualquier tipo que deba ejecutarse o cumplirse en el respectivo municipio". Según las cuentas de Romero, Caicedo estaba jurídicamente inhabilitado pues se rajaba por un mes.
La cosa en realidad no era tan emocionante. Las presidencias de gremios en Colombia no han sido consideradas como inhabilidades para ocupar cargos públicos. Por el contrario, más bien han sido trampolines. En todo nuevo gabinete Fabio Echeverri Correa, presidente de la ANDI, suena como Ministro de Desarrollo y, en efecto, ha sido él quien ha rechazado el ofrecimiento de este cargo. Y así hay multiples casos.

Por lo de Facomec, que parecía más válido, la respuesta de Caicedo no se hizo esperar. En carta publicada por los diarios capitalinos el pasado 4 de diciembre, el candidato explicó que al aceptar la candidatura, renunció irrevocablemente a la Junta de Facomec, empresa de la que nunca ha poseído acciones "o interés social alguno". También quedaba claro que, la relación de Caicedo con Facomec como miembro de su junta directiva y los negocios que esa empresa pudiera tener con entidades del Distrito, no lo inhabilitaban pues "la persona jurídica de Facomec S.A. es totalmente distinta de la persona natural Juan Martín Caicedo Ferrer". Pero, dado el caso de que Caicedo hubiera contratado con el Distrito, la ley 49 del 4 de diciembre de 1987-que modificó a la ley 78 de 1986-, redujo el plazo para estos casos a tres meses. De acuerdo con esto, si se tiene en cuenta que el candidato renunció a la Junta el 12 de noviembre, no existe ningún problema puesto que el periodo de tres meses que lo inhabilitaría se inició el pasado 13 de diciembre.

Uno de los puntos más candentes de la discusión es el referente a la vinculación de Juan Martín Caicedo con Pryor y con Ericsson. Consultado por SEMANA sobre el punto, Caicedo aclaró que la Ericsson de Colombia, de la que fue accionista y miembro de la Junta Directiva Pryor, no es socia de Facomec, como se ha afirmado, y sí los son la L.M. Ericsson de Suecia y la Anaconda Ericsson Inc. de los Estados Unidos, personas jurídicas totalmente diferentes de la Ericsson de Colombia S.A. "En ningún momento hubo incidencia de los problemas de Ericsson en Facomec, empresa cuya solvencia moral sigue intacta ", agregó Caicedo. Su relación con Pryor, como miembros de la Junta Directiva de Facomec, terminó cuando se descubrió el escándalo de los sobornos: "Pryor salió del país y salió de la Junta de Facomec por decisión de los accionistas".

Esta explicación es convincente. El que Juan Martín Caicedo fuera compañero de Pryor en la Junta de Facomec, para nada lo involucraba en el asunto de los sobornos. Especialmente cuando esta empresa en ningún momento apareció relacionada con el asunto. Caicedo y Pryor simplemente fueron compañeros de tinto y de asiento. Quedaba claro que, la situación de Pryor por el escándalo no afectaba al resto de miembros de la Junta de Facomec y la única persona obligada a renunciar a su cargo era el representante de la compañía sueca.

En conclusión, no hay sustancia en el affaire Caicedo. Y de acuerdo a sus declaraciones "no existe impedimento o inhabilidad de ningún tipo" para que desempeñe el cargo, que de alcanzarlo, le implicaría presidir la Junta Directiva de la Empresa de Teléfonos y decidir sobre temas como la ampliación de redes y la adquisición de equipos. Sin embargo, lo que sí parece deducirse de la acusación de Romero es que, en la eventualidad de que Facomec aspire a algún negocio con el Distrito, Caicedo, de ser alcalde, deberá declararse impedido. --