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La cifra de connacionales que regresan del país vecino crece a pasos agigantados. Serían 1.100 deportados de manera oficial y más de 5.000 personas que han regresado de manera voluntaria a través de trochas y del río Táchira.

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Crisis en la frontera: el lío de los falsos deportados

Mientras la situación en la zona limítrofe sigue siendo de crisis humanitaria, no falta quien quiera tomar ventaja y aprovecharse de los beneficios que ofreció el Gobierno.

1 de septiembre de 2015

En medio de las diversas tragedias por las que ha pasado el país, sean desastres naturales, accidentes o crisis humanitarias como la que se vive actualmente en la frontera con Venezuela, siempre hay un tipo de personaje que nunca falta: el que quiere aprovecharse de las ayudas.

Mientras en Villa del Rosario y Cúcuta crece el número de connacionales que regresan del país vecino –cerca de 1.100 deportados de manera oficial y otras 5.000 personas han regresado de manera voluntaria a través de trochas y del río Táchira-, muchos intentan sacar provecho de las ayudas en vivienda, alimentación y ofertas laborales que el Gobierno anunció para las víctimas.
 
Así es. Las autoridades ahora tienen un nuevo reto y es evitar que ‘falsos deportados’ intenten quedarse con los beneficios que ofrece el Gobierno. Los casos ya se han presentado y la alerta ya está en todos los albergues.

El pasado domingo el comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Jaime Barrera,  denunció que un grupo de supuestos deportados intentó invadir un terreno en el barrio María Auxiliadora.

Fueron más de 100 personas las que llegaron y se asentaron en esa propiedad privada. Ante ese episodio, la Policía envió unos buses para trasladar a la gente al Centro Nacional de Atención de Frontera. Cuando se dieron cuenta, ninguna persona abordó el vehículo y prefirieron irse.

Pero ese no fue el único. El alcalde de Cúcuta, Donamaris Ramírez, conoció el caso de un señor que, descaradamente, estaba concediendo una entrevista sobre su supuesta situación de damnificado a un medio de comunicación nacional.

Al ver la escena, los verdaderos damnificados lo delataron y aseguraron que él no era deportado y que vivía en Cúcuta.

“Los colombianos que han salido de Venezuela por las trochas no estaban siendo caracterizados y esa situación hizo que otras personas se aprovecharan y se hicieran pasar como damnificados”, explicó el alcalde a este portal.

Semana.com también conoció el caso de una pareja de esposos de Valledupar que dejó su ciudad la semana pasada para ir a la frontera y hacerse pasar como afectados. La estrategia era sencilla: irse sin nada y buscar algún cupo en un albergue.

El alcalde Ramírez aseguró que se están tomando medidas preventivas para evitar estos casos. “Para poder comprar comida en Venezuela se deben tener un registro, un carnet. Con ese documento tenemos constancia de que la persona es afectada y por eso lo estamos pidiendo”, explicó el alcalde.

Sin embargo, como es claro que no todos los expulsados y deportados lograron salvar algún tipo de identificación, las autoridades están pidiendo a los damnificados que denuncien a los falsos afectados.
“Los colombianos afectados se están uniendo para decir si alguien vivía o no en el barrio (…) Los mismos expulsados saben que para tener más posibilidades en los beneficios que da el gobierno, no pueden dejar infiltrar gente”, explicó.

Por último, Ramírez aseguró que tendrán mano firme para sancionar a los 'falsos deportados' que descubran. “Le pedí a la Fiscalía hacer una serie de procedimientos contra estos falsos damnificados, como judicializarlos”, puntualizó.

De la solidaridad entre los mismos afectados y de la labor de las autoridades dependerá que estos timadores no hagan de las suyas en medio de la tragedia. Una situación que deja entrever que la cultura del dinero fácil no ha desaparecido de la mente de muchos colombianos.