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David Manotas | Foto: Daniel Reina

JUDICIAL

Manotas pagará 17 años por asesinar a su vecino

David Manotas fue encontrado culpable por causarle la muerte a Francisco Cifuentes, un vecino que le reclamó por el alto volumen de la música que escuchaba.

7 de abril de 2016

David Manotas Char se dio a conocer tras causarle la muerte a su vecino Francisco José Cifuentes Ferreira, un comisionista de bolsa agropecuaria que le reclamó por el alto volumen de la música que escuchaba.

El hecho, que se registro en el 2013, causó conmoción en la capital del país. Manotas, en un acto de intolerancia, apuñaló en varias ocasiones a su vecino y lo arrojó de un tercer piso.

Aunque los hechos parecían hablar por sí solos, Manotas desde el incio del proceso se declaró inocente. Dijo que agredió a Francisco Cifuentes en defensa propia. Sin embargo, tres años después de estar preso en la cárcel La Picota en Bogotá llegó a un preacuerdo con la Fiscalía, en el cual se comprometió a aceptar el delito de homicidio.

Así las cosas, este jueves el juez 27 de conocimiento de Bogotá avaló lo acordado entre las partes y profirió la condena contra Manotas Char, quien tendrá que enfrentar una pena de 209 meses de cárcel (17 años y cuatro meses), además deberá pagar una indemnización de 1.000 millones de pesos a las víctimas.

"Esta es una actuación que ha respetado a cabalidad los intereses de la víctima, la cual se ha declarado en total satisfacción lo acordado entre las partes", señaló el juez al dar legalidad al preacuerdo entre las partes.

Manotas era para sus vecinos un problemático que, de manera desconsiderada, hacía escándalo hasta altas horas de la noche, en medio de licor y sustancias alucinógenas.

El barranquillero e ingeniero electrónico, no fue tolerante ante los reclamos de Francisco, quien había subido de su apartamento, en el segundo piso, al tercero para pedirle a su vecino que bajara el volumen a su equipo de sonido.

Así terminó el proceso judicial que enmarca la intolerancia de la sociedad en el país. Manotas Char se retiró de los juzgados de Paloquemao sin dar declaraciones a la prensa. Atrás quedaron los años del hombre que inspiró temor a sus vecinos. Ya no tiene la barba larga, ni el pelo negro largo y desordenado que siempre lució.