Home

Nación

Artículo

Entrevista

"David sí le puede ganar a Goliat"

El senador Rodrigo Rivera lanzó el jueves su candidatura presidencial. El primer reto será competir con pesados de su partido en la próxima consulta liberal.

22 de mayo de 2005

SEMANA: Su reconocimiento es muy bajo. ¿Por qué cree que puede ser presidente?

Rodrigo Rivera: Las campañas son para que la gente conozca los candidatos y sus propuestas. Y los que encabezan las encuestas no necesariamente son presidentes. Cuando empezó la campaña pasada, Uribe era el colero en las encuestas.

SEMANA: ¿La lucha contra la pobreza, la corrupción y la violencia no es un discurso desgastado?

R.R.: Los tres son dramas vigentes. Las tendencias del país son inerciales y hay que romperlas, apostándole al milagro colombiano. Eso implica combatir estos males con visión de largo plazo, unidad nacional y autonomía territorial.

SEMANA: Pero su discurso parece poco vendedor. ¿Cómo va a conquistar votos?

R.R.: Exacerbar pasiones es rentable políticamente, pero no es lo más responsable. Hay que ir más allá del populismo y lograr que las campañas planteen visiones de largo plazo. Eso no quiere decir que mi discurso no vaya a tener antagonistas. Claro que los tendrá.

SEMANA: Entre los liberales usted puede ser el candidato con más apoyo parlamentario pero con menos apoyo popular. ¿Cómo ve esta tensión?

R.R.: Mis actuaciones en contra de la corrupción y la politiquería me hacen tener menos apoyo entre los congresistas de lo que se cree. Propuestas como la extinción de dominio para quienes tengan fortunas derivadas de la corrupción le chocan a la clase política tradicional.

SEMANA: ¿Cuál ha sido su principal logro y su mayor frustración como congresista?

R.R.: Mi mayor logro, sacar adelante la reforma política del año 2003. Mi principal frustración, el archivo de la Ley espejo que buscaba defender los intereses del país frente al TLC.

SEMANA: ¿Qué opina de una eventual alianza electoral entre un sector del Partido Liberal y la izquierda en contra de Uribe?

R.R.: Soy consecuente con mi discurso de la unidad nacional para enfrentar la violencia, negociar el TLC y lograr una competencia electoral transparente aun con reelección. No creo en las alineaciones a favor o en contra de una sola persona.

SEMANA: ¿Cómo va a atacar a las Farc?

R.R.: Mantendré la firmeza que ha demostrado este gobierno. Pero no con mano dura para unos y corazón grande para otros. Estoy dispuesto a un diálogo útil, con un cese del fuego acompañado de una verificación real. No como lo que pasa en Ralito, donde una verificación es imposible porque están concentrados los jefes y no las tropas.

SEMANA: ¿Qué piensa sobre la posibilidad de que los liberales expulsados del partido vuelvan a él?

R.R.: Me gusta la inclusión y creo que hay que buscar coincidencias.

SEMANA: ¿A pesar de que muchos de ellos representen la clase política tradicional?

R.R.: Si están dispuestos a respaldar el propósito de acabar la feria de los puestos y castigar la corrupción, que vuelvan.

SEMANA: ¿Qué disparó su decisión de lanzarse, cuando hasta hace poco insistía en que no eran tiempos de candidaturas?

R.R.: La constatación de que este gobierno carece de voluntad para llegar a acuerdos sobre temas como el manejo del orden público y el TLC, la inminencia del congreso liberal y el estar a un año de las elecciones.

SEMANA: ¿Cree, como pupilo de Gaviria, en el reencauche del gavirismo?

R.R.: No. El presidente César Gaviria negó siempre que el gavirismo existiera como corriente. Además él está seguro de que no será candidato.

SEMANA: ¿Y Serpa? Usted fue su jefe de debate en 2002. ¿Por qué no apoyarlo?

R.R.: Porque ahora me siento preparado para defender mis propias ideas. Creo en la posibilidad del milagro colombiano y que para ello, David sí le puede ganar a Goliat.