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De un hilo

En riesgo están 8.000 millones de dólares de intercambio comercial entre Colombia, Venezuela y Ecuador. El nerviosismo sacude las acciones en la Bolsa

4 de marzo de 2008

Hasta hace poco, los empresarios colombianos decían que la diplomacia de los gobiernos va por un lado y los negocios entre los particulares marchan por otro.
 
Hoy, ya no están tan seguros de que no pasará nada en la esfera económica, tras los últimos acontecimientos que llevaron al cierre de la embajada de Venezuela en Bogotá y al rompimiento de las relaciones diplomáticas de Ecuador con el gobierno colombiano.?
 
La verdad es que hasta la semana pasada los empresarios sólo habían escuchado, sin lograr interpretar su alcance económico, la tajante advertencia del mandatario venezolano, Hugo Chávez: “Meto las relaciones con Colombia en un congelador”. ?Ahora sienten que se pasó de las palabras a los hechos, y están con los pelos de punta porque además de los problemas con Venezuela, que es el segundo socio comercial, ahora tendrán líos con Ecuador, el tercer destino de las exportaciones colombianas.?Para Javier Díez, presidente de Analdex, gremio que agrupa los exportadores, esta no es una situación ideal para los negocios, porque si bien los empresarios son los que mantienen vivo el comercio, son los gobiernos los que establecen las normas y el marco jurídico para que se puedan realizar en un ambiente propicio.?El asunto es que hay mucho dinero en juego. El intercambio comercial entre los tres países se acerca a los 8.000 millones de dólares. El año pasado las exportaciones colombianas a Venezuela superaron los 4.700 millones de dólares y a Ecuador 1.200 millones.
 
Entre tanto, Colombia importó alrededor de 2.000 millones de dólares de esos dos mercados?Algunos empresarios tienen por qué estar más asustados. Ya los fabricantes de carros están sintiendo los efectos de las decisiones del presidente Hugo Chávez. Sofasa, la principal ensambladora de vehículos del país, anunció la reducción este año de su producción en 22.000 unidades y no renovará el contrato de trabajo a 374 empleados. Lo más grave del asunto es que otro mercado importante de Sofasa es justamente Ecuador, país con el que se acaban de romper las relaciones. ?Aunque el comercio con Venezuela es mayor y por consiguiente una interrupción puede traer grandes consecuencias económicas, la situación con Ecuador no es menos grave, especialmente para unas 2.000 empresas colombianas que tienen inversiones allí por unos 400 millones de dólares. Compañías como Alpina, Bavaria, Nacional de Chocolates, Pintuco, Levapan y Lafayette atienden directamente con sus plantas ese mercado, y otras tantas empresas tienen canales de distribución en el territorio ecuatoriano.?Emilio Velasco, director de la Cámara Colombo Ecuatoriana, analiza la situación como extremadamente preocupante.
 
“Si se llegase a cerrar el comercio, habrá muchos afectados de aquí y de allá”. ?Aunque en estricto sentido, nadie ha dicho que se rompieron las relaciones comerciales con Venezuela y Ecuador, los últimos acontecimientos hacen temer lo peor.?El ex canciller Augusto Ramírez Ocampo afirma que en mucho tiempo no había visto una situación tan grave como la actual, al referirse en particular a la orden impartida por Chávez de cerrar la oficina de la embajada en Bogotá, expulsar los diplomáticos colombianos de Caracas y enviar tropas a la frontera.?Ramírez cree que se podría llegar a un “caos comercial” si no se endereza esta situación prontamente. Para el decano de economía de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria, “podrá haber una disminución y algún traumatismo en el comercio, pero no una interrupción definitiva”. Según Gaviria, con Venezuela hay razones muy claras como para pensar que no se puede parar el comercio completamente. El desabastecimiento en el vecino país le pone un límite al gobierno del presidente Chávez para bloquear todas las importaciones desde Colombia. Puede que se afecten algunos sectores como los textiles y los carros, pero habrá otros, como los alimentos, que no podrá reemplazar en cuestión de 24 horas, así lo quisiera.?Con Ecuador la situación es diferente, porque este país le compra a Colombia productos que puede encontrar en otros mercados. Si bien adquiere energía colombiana, cada vez lo hace en menor cantidad, porque ha venido ampliando su capacidad para abastecerse. El año pasado las ventas de energía a Ecuador ascendieron a 66 millones de dólares. Esto representa el 6 por ciento de la demanda de los ecuatorianos.?Tensión en la frontera?Si los empresarios están tensos, en la frontera no reina precisamente la calma. Ayer el intercambio comercial entre Colombia y Venezuela quedó paralizado en la zona que comunica a Cúcuta con el vecino país.
 
El diario La Opinión informó que las autoridades aduaneras de Venezuela no permitieron el paso de camiones, tractomulas y vehículos cargados con caña, carbón, tejas, alimentos y otros productos, por los puentes Francisco de Paula Santander y Simón Bolívar, que comunican Cúcuta con Ureña y San Antonio, respectivamente. ?Según fuentes citadas por este medio, 300 toneladas de caña bloqueadas frente a Ureña iban con destino al ingenio Central Azucarero del Táchira (Cazta). Por el puente de La Unión, otro paso fronterizo entre Puerto Santander (Colombia) y Boca de Grita (estado Táchira, Venezuela), no se permitió el paso del carbón de Colombia a los mercados internacionales. El problema de este bloqueo se originó en decisiones de funcionarios del Seniat, que es el servicio de recaudos tributarios y aduaneros del vecino país.?
 
Entre tanto, en la frontera con Ecuador, por Rumichaca, las actividades comerciales seguían su curso con normalidad, aunque se sintió una disminución en el tránsito de personas.?El tema es que de ahora en adelante, los empresarios estarán mucho más preocupados que antes, porque no saben hasta dónde irán las decisiones de los dos gobiernos. Aunque muchos prefieren callar para “no atizar más este fuego”, temen que se puedan enredar más las cosas.?Los empresarios saben que lo que llaman un buen clima de inversión es fundamental para los negocios. Si el ambiente está enrarecido y cargado de incertidumbres, como el actual, los negocios no pueden marchar bien. Eso se refleja más temprano que tarde. Ya se comenzó a ver en la Bolsa de Valores de Colombia con una caída en las acciones al comienzo de esta semana. Según los analistas del mercado bursátil, nadie sabe qué rumbo podrán tomar los acontecimientos que están variando de manera vertiginosa. En todo caso, ahora piensan que todo puede empeorar.