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El general Gustavo Rojas Pinilla tuvo en su hija María Eugenia, llamada la ‘Nena’, de 23 años, a su mano derecha. Son el abuelo y la madre de Samuel Moreno, el alcalde electo de Bogotá

ensayo

De tales palos… tal Samuel

Jorge Serpa Erazo, biógrafo del general Gustavo Rojas Pinilla, escribió para SEMANA la saga protagonizada por el militar, su hija María Eugenia Rojas y su nieto Samuel Moreno al ser elegido el segundo como Alcalde de Bogotá.

24 de noviembre de 2007

Samuel Moreno Rojas transporta al pasado, al presente y al porvenir. Para quienes tienen más pasado que futuro, su nombre recuerda un gobierno, el del teniente general Gustavo Rojas Pinilla, su abuelo materno, sobre el cual se han escrito al calor del resentimiento y no de la verdad. En la medida en que los años fueron pasando, la imagen del militar que se tomó el poder el 13 de junio de 1953 se ha venido reivindicando. Ahora se recuerdan sus obras, su liderazgo como jefe de la Anapo y el fraude electoral del 19 de abril de 1970 que le impidió llegar al poder democráticamente. Han pasado a un segundo plano la muerte de los estudiantes, los hechos del circo de toros, el cierre de El Tiempo y El Espectador, la explosión de Cali y los hechos que precipitaron su renuncia el 10 de mayo de 1957. Y en noviembre pasado, el periódico El Tiempo, en su segunda página, publicó el resultado de una encuesta en la que el 49 por ciento de los entrevistados ahora tiene una imagen favorable del general Rojas, y tan solo un 16,8, desfavorable. 

El Abuelo 

En el primer año del gobierno del general, el país retornó a la normalidad. Era un gobierno conservador, pero el liberalismo pudo percibir sosiego y cambio de actitud. Las manos de "godos" y "cachiporros" se estrecharon después de guardar las armas y renunciar a ellas.

En la primera semana de su gobierno, Rojas Pinilla ordenó suspender las acciones militares en las zonas de violencia; además se distribuyeron volantes con mensajes alusivos a la política de paz que el gobierno militar adelantaba con miras a lograr el desarme de los alzados. Los guerrilleros del Llano respondieron y cesaron hostilidades el 22 de junio, para dar comienzo a las negociaciones. Más tarde, otros frentes, siguiendo el ejemplo de Eduardo Fonseca y Guadalupe Salcedo, decretaron una tregua y entraron en conversaciones. Así procedieron Rafael Rangel, en Santander; Juan Yepes, en Antioquia; Juan de la Cruz Varela, en Cundinamarca; Manuel Marulanda Vélez, en Tolima, y otros líderes insurrectos. Las negociaciones con los frentes concluyeron en acuerdos que, en términos generales, significaron la amnistía a cambio de desmovilización y entrega de las armas.

El tono del gobierno, después de su primer año, cambió. La muerte de los estudiantes el 8 y el 9 de junio de 1954 dio comienzo a la animadversión hacia Rojas, quien luego de inaugurar la Televisión Nacional, el 13 de junio de 1954, dio paso a una rutinaria exaltación del Presidente y sus obras. Pero si la difusión llegaba a través de diferentes medios, también es cierto que las tareas se realizaban. Rubén Piedrahíta Arango ocupó la gerencia del Instituto de Crédito Territorial y luego, como Contraalmirante, fue ministro de Obras Públicas. Desde allí adelantó un ambicioso programa de obras que todavía merecen reconocimiento. En Bogotá la transformación fue notoria. Basta recordar que Rojas Pinilla fue quien le dio a la ciudad el Distrito Especial y remodeló la Avenida Caracas; la Autopista El Dorado; el Centro Administrativo Nacional (CAN), que los gobiernos del Frente Nacional dejaron sin concluir; el aeropuerto El Dorado, que inauguró Alberto Lleras; el Centro Urbano Antonio Nariño; el Hospital Militar Central; el Club Militar de Oficiales, etcétera.

La 'Nena'
 
María Eugenia Rojas Correa, la 'Nena', madre del burgomaestre, también conocida como la 'Capitana', empezó a los 23 años como directora de la Secretaría Nacional de Asistencia Social (Sendas). Desde allí el gobierno canalizó la ayuda de los organismos internacionales, para llevar por primera vez a casi todo el país servicios humanitarios. Cuando cayó el régimen, el gobierno de Alberto Lleras terminó con Sendas, pero años más tarde, Carlos Lleras fundó el Instituto de Bienestar Familiar, que en cierta forma es una réplica. María Eugenia fue la primera mujer que vistió el uniforme de oficial de la Policía Nacional y también la primera en obtener licencia para pilotar helicóptero. Durante el exilio en el exterior, residió con su esposo, el entonces político conservador y ex director del Diario de Colombia, abogado Samuel Moreno Díaz, en Miami, donde nació Samuel el 11 de febrero de 1960.

A su regreso ella inició el proceso de crear y vigorizar la Alianza Nacional Popular (Anapo), fue elegida representante y senadora. Cuatro años después del fraude del 19 de abril de 1970, ocupó la presidencia de la Anapo y se lanzó a la Presidencia, enfrentándose a Álvaro Gómez Hurtado y Alfonso López Michelsen, quien ganó. En 1982, Belisario Betancur la nombró directora del Instituto de Crédito Territorial, para adelantar el programa Casa sin cuota inicial (construyó 240.000 viviendas). Ratificada por Virgilio Barco, permaneció hasta 1987, cuando decidió retirarse para competir por Bogotá con Andrés Pastrana, y fue derrotada. Se retiró del trajín electoral en 1994 para arrimar el hombro a sus dos vástagos, Samuel e Iván, quienes, como ella, su esposo y su padre, también se dedicaron a la política.

Samuel Moreno Rojas es la suma de su progenie. Tiene sus virtudes y sus desenfrenos, su brío y su fantasía. Moreno Rojas encarna al hombre del poder, hijo de la fortuna y de la audacia. Abogado del Rosario con máster en administración pública de Harvard, como sus padres se inició en la política siendo adolescente y se mantuvo en el Congreso durante 15 años, emulando con la 'Capitana' (12 años) y su progenitor (17 años). Ganó la Alcaldía al lograr a su favor disímiles factores, como la intromisión del presidente Uribe y algunos medios de prensa para incidir sobre el electorado en su contra; la guerra sucia que le declararon los uribistas, algunos liberales y los conservadores, al atacarlo con propaganda negra; la imagen negativa y prepotente de Peñalosa; la división del liberalismo; la voluble, inestable y escurridiza actitud política del ex alcalde en los últimos debates, etcétera. A estas causas se debe sumar la propuesta para implementar un sistema de transporte que integre las rutas de TransMilenio con el tren de cercanías y el futuro metro. Desde luego lo anterior fue complementado con el trabajo político de su madre, María Eugenia.

La responsabilidad de Samuel traspasa los límites de Bogotá. Es un compromiso histórico llegar al segundo cargo de la Nación en representación de un movimiento político de izquierda, pero tiene que aclarar y definir de qué izquierda se trata, pues hasta ahora todo ha sido confusión ideológica y programática en el Polo. Es tan obligante su reto, tan formal el emplazamiento, tan categórica la responsabilidad, que a Moreno Rojas no le queda otro camino que quitarse la corbata, ponerse el overol y probar, desde el Palacio Liévano, que tiene la visión para las obras públicas de su abuelo y el brío y el arrojo de su madre.