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Decisión histórica

El sistema de televisión digital que escogerá el país tiene en vilo a todo el mundo. El más opcionado es el estadounidense; los expertos prefieren el europeo.

23 de agosto de 2008

Esta semana se tomará la decisión más importante que haya adoptado el país en materia de telecomunicaciones desde cuando llegó la televisión en colores en los años 80. Han pasado casi tres décadas y la evolución tecnológica en esta industria ha obligado a meterse en una nueva y gran onda: la televisión digital.

Esta es una forma de transmisión de señales que permite una calidad de imagen mucho mejor y otras funcionalidades como la movilidad y la interactividad. El salto a esta tecnología es inaplazable, pues el país podría correr el riesgo de quedarse con redes obsoletas, una industria televisiva rezagada y una ciudadanía marginada de las telecomunicaciones modernas.

La Comisión Nacional de Televisión (Cntv) decidirá con cuál sistema se casará el país. Hoy existen tres opciones: la estadounidense, la europea y la japonesa. Las diferencias entre ellas son importantes. El estándar norteamericano se ha concentrado en la alta definición, que permite imágenes de gran calidad, mientras que el europeo se enfoca en la multicanalidad y la interactividad (convergencia de telefonía fija, televisión e Internet). El japonés se destaca por la movilidad que permite ver televisión en celulares, palm o computadores portátiles.

Aunque los factores puramente técnicos deberían ser fundamentales en la decisión que tomará la Cntv, el tema tiene una enorme envergadura política y comercial. Por eso, los entendidos en este asunto creen que los sistemas más opcionados para Colombia son el de Estados Unidos y el de Europa.

Para muchos expertos el estándar europeo es el ideal, por varios factores. De un lado, permite mayor número de canales, prestar servicios conjuntos de Internet y televisión, se acopla muy bien a la topografía del país y está en 120 países, lo que garantiza la oferta de proveedores y soporte técnico. Y si bien el estándar norteamericano tiene fortalezas importantes, algunos expertos consideran que podría resultar más costoso, pues se necesitaría invertir más en infraestructura para transmitir la señal.

De estos dos sistemas saldrá el elegido, aunque el debate irá más allá de la tecnología. En la decisión de los comisionados, en la que se da por descontado que la opinión del presidente Uribe tendrá el máximo peso, entrarán otros factores como las 'gabelas' que cada proponente ponga sobre la mesa. Hasta ahora la Unión Europea ha ofrecido financiación a bajo costo para las inversiones que deben hacer los operadores de televisión, y asesoría para darle el mejor uso al sistema. Y se espera la oferta de la contraparte norteamericana.

Pero, aun en igualdad de condiciones, el tema de la geopolítica será definitivo, pues es un hecho que el principal socio comercial de Colombia es Estados Unidos, que por lo demás ha aportado millones de dólares al Plan Colombia. Por eso, ante la expectativa de la aprobación del TLC, la balanza se podría inclinar a favor del estándar gringo.

Pero hay quienes piensan que este es un error de enfoque. A pesar de las concesiones que el país ha hecho a los norteamericanos, nada de eso se ha traducido en que se materialice el Tratado de Libre Comercio. En ese contexto sería al menos ingenuo creer que escoger el sistema estadounidense garantizaría que el Congreso norteamericano cambiara su actitud negativa a aprobar el acuerdo con Colombia.

Más bien Colombia debería usar su escogencia del estándar digital como una carta clave para mejorar la posición del país frente a un eventual acuerdo de liberalización comercial. De otra forma, si Colombia se decide por esa tecnología, podría quedarse con el pecado y sin el género: un sistema de televisión digital muy bueno, pero costoso, y sin Tratado de Libre Comercio.

Aunque todos los factores comerciales y políticos son importantes, la decisión, en últimas, debería responder a un solo interés: que los colombianos puedan disfrutar el sistema que merecen, es decir, el mejor.