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DESCENSO PELIGROSO

Cerca del 60 por ciento de los colombianos, tanto pobres como ricos, cree que Samper sabía de los narcodineros en su campaña y que debe retirarse temporal o definitivamente del cargo.

26 de febrero de 1996


EL PRESIDENTE ERNESTO SAMPER alcanzó a respirar tranquilo en diciembre en lo que al respaldo de la opinión pública se refiere. El descenso de todos los indicadores en materia de credibilidad y popularidad, que se había iniciado con la declaración de Santiago Medina en agosto, alcanzó a frenarse a fines del año pa- sado tras el auto inhibitorio de la Comisión de Acusaciones, la rueda de prensa por televisión días antes de Navidad y la impresión general de que lo peor de la crisis había pasado. Sin embargo, la fuga de José Santacruz y, mucho más, las declaraciones del Fernando Botero el lunes 22 de enero, parecen haber empujado la imagen del primer mandatario inexorablemente hacia abajo. Y esto se evidencia sin que haya mayores diferencias entre los resultados de las clases alta, media y baja, pues sólo de manera marginal la opinión es más negativa en las clases alta y baja y un poco menos en la clase media. Según una encuesta de Gallup Colombia contratada por SEMANA, el país le cree más a Botero y a Medina que a Samper, y mucho más de la mitad de los colombianos cree que el Presidente debe retirarse temporal o definitivamente del cargo. Su principal defensor, el ministro del Interior Horacio Serpa, también se ha desgastado y el único personaje del gobierno cuya imagen se ha recuperado es el vicepresidente Humberto de La Calle (ver artículo anterior). La encuesta fue realizada los días 25 y 26 de enero con 400 encuestas telefónicas a hombres y mujeres mayores de 18 años en las cuatro grandes ciudades. Su margen de error es de +- 5% con un 95 % de confiabilidad.