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Según cifras oficiales, este año en la ciudad se han registrado cinco casos de personas descuartizadas en Buenaventura. | Foto: Bernardo Toloza.

JUDICIAL

La macabra técnica de descuartizar gente

Solo en dos semanas fueron desmembradas cuatro personas en tres ciudades del país.

26 de septiembre de 2013

El bajo mundo criminal sigue escribiendo páginas de horror en el país. Las estructuras mafiosas que se pelean desde una cuadra de barrio, hasta rutas de narcotráfico; copiaron técnicas macabras similares a las usadas por carteles mejicanos como Juárez, Sinaloa y los Zetas: descuartizar a sus víctimas y exhibir sus cabezas como trofeos e intimidación.

En lo que va corrido de este mes se han reportado cuatro casos de cuerpos desmembrados en tres ciudades. En Buenaventura (Valle); Armenia (Quindío) y Barranquilla (Atlántico).

El caso más reciente ocurrió el pasado fin de semana en Barranquilla, donde varios niños que jugaban en la calle del barrio Brisas del Río, ubicado en el centro de la ciudad, advirtieron dos costales de fique. Los costales contenían la cabeza, los brazos y las piernas de una persona. El tronco no fue hallado.

Según explicó a medios locales el coronel Gonzalo Carrero, comandante de la policía metropolitana de Barranquilla, debido al estado de descomposición y que faltaban algunas partes del cuerpo, inicialmente “no se pudo establecer ni el sexo ni, la identidad”. Este año ya van cuatro personas descuartizadas en la Arenosa.

Una tragedia similar vivieron los quindianos ese mismo fin de semana, luego del hallazgo de una bolsa con la cabeza de un hombre, que fue abandonada en inmediaciones del barrio Popular de Armenia. Las autoridades revelaron que dentro de la bolsa hallaron un papel con la frase “por sapo, sapo, sapo”.

El resto del cuerpo desmembrado del hombre de aproximadamente 30 años de edad, fue encontrado horas más tarde en las afueras de la ciudad, envuelto en sábanas y dentro de una bolsa que fue arrojada a orillas de una vía rural.

Pero la semana más trágica la vivieron los habitantes de Buenaventura, en el Valle, donde en menos de cinco días reportaron el hallazgo de dos personas descuartizadas.

Los criminales esparcieron las partes de uno de los cuerpos por los andenes y la cancha de fútbol del barrio Bolívar de esa ciudad. El otro lo arrojaron a una fosa común.

Irónicamente ese crimen ocurrió horas después de que el obispo de Buenaventura, Héctor Epalza Quintero, oficiara una homilía dentro de la programación de la Semana por La Paz, que se realizó en la ciudad portuaria.

Precisamente monseñor Epalza es uno de los voceros de la comunidad que viene denunciando las atrocidades de la guerra territorial desatada entre miembros de Rastrojos y Urabeños.

Según cifras oficiales, este año en la ciudad se han registrado cinco casos de personas descuartizadas, pero se cree que pueden ser muchas más, ya que la cifra de desaparecidos asciende a 38 y desde 2004 a la fecha suman casi 600 casos reportados ante la Personería.

Desde el año pasado aparecieron en ese departamento las primeras señales sobre la crueldad que envolvería la guerra territorial entre esas bandas. En Tuluá reportaron casi media docena de cuerpos desmembrados y la macabra técnica se replicó en Buenaventura.

Precisamente la semana pasada la Dijín capturó al jefe Rastrojo del Valle, Nelson Mauricio Taborda Rudas, alias ´Picante´, conocido en la región como el narco ´mocha cabezas´. A él se le señala de estar detrás de los descuartizados en Tuluá.

Es posible que todos esos casos de personas desmembradas en varias regiones del país, sean aislados y no se trate de una macabra técnica para dominar territorios; pero lo que no se puede negar es que ese fenómenos criminal está sembrando terror en las ciudades.