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El cuerpo del 'Mono Jojoy' fue sepultado en un cementerio del sur de Bogotá. | Foto: AP.

Después de cinco meses de muerto enterraron al 'Mono Jojoy'

La lápida de cemento de la tumba del 'Mono Jojoy', quien en vida acumuló más de 60 órdenes de captura por delitos como homicidio, secuestro, narcotráfico y rebelión, entre otros, no tenía inscripción ni había flores.

22 de febrero de 2011

Víctor Julio Suárez Rojas o Jorge Briceño, alias 'Mono Jojoy', visto como el mariscal de campo de las FARC, vivió siempre con la policía pisándole los tobillos.

Paradójicamente, una decena de agentes policiales escoltó en motos el carro fúnebre con el féretro del abatido jefe guerrillero para sepultarlo en un cementerio en el sur de Bogotá, en donde se realizó una ceremonia encabezada por el sacerdote Alvaro Montenegro.

"Que este momento sirva para la paz del corazón de cada uno, de todos los habitantes de nuestra querida Colombia", dijo Montenegro en el cementerio Jardines del Apogeo, al sur de Bogotá.

Montenegro oró un Padre Nuestro y un Avemaría, mientras el ataúd fue cargado por cuatro sepultureros. El medio hermano de 'Mono Jojoy', Aníbal Peralta, llegó junto al féretro en el carro funerario pero luego estuvo ausente al momento del entierro. No dio declaraciones a los periodistas.

La lápida de cemento de la tumba del 'Mono Jojoy', quien en vida acumuló más de 60 órdenes de captura por delitos como homicidio, secuestro, narcotráfico y rebelión, entre otros, no tenía inscripción ni había flores.

El cadáver del 'Mono Jojoy', abatido por el ejército el 22 de septiembre, fue entregado este martes por las autoridades de la morgue a su medio hermano, a quien la Fiscalía había practicado pruebas de ADN para comprobar el parentesco y poco después, el ataúd fue llevado en un auto funerario hasta Jardines del Apogeo.

'Mono Jojoy', de 56 años, no solo era uno de los jefes de las FARC, sino su jefe militar y autor de las grandes victorias sobre el ejército en los años 90 y comienzos de esta década.

Desde su muerte en una zona del departamento de Meta, al sur del país, su cadáver había permanecido en la morgue central de Bogotá esperando que un juzgado determinara si podía ser enterrado en Cabrera, Cundinamarca, su pueblo natal, como lo pedían sus parientes. La semana pasada un fallo ordenó que fuera sepultado en Bogotá.
 
AP.