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| Foto: Archivo SEMANA

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“El desminado humanitario es una realidad”

Las FARC y el Gobierno presentaron los avances que se han alcanzado en el plan piloto que busca limpiar el territorio nacional de la presencia de las minas antipersona.

29 de mayo de 2015

Cuando el proceso de paz atravesaba por una de sus mayores crisis, las delegaciones del Gobierno y las FARC en La Habana revelaron los primeros resultados de los operativos de desminado humanitario que durante dos semanas se adelantaron en el país. Según el reporte del jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, los resultados son alentadores: “El desminado humanitario es una realidad (…). Las FARC han cumplido con el acuerdo”.

Las labores de esta primera fase de desminado se iniciaron en Antioquia, por ser el departamento de mayor número de incidentes en la historia con este tipo de artefactos. Concretamente en El Orejón, una pequeña vereda donde, según lo reveló De la Calle, “hay más artefactos explosivos que habitantes”.

El jefe negociador del Gobierno destacó que por primera vez tras más de 50 años de conflicto interno, un batallón del Ejército y guerrilleros de las FARC trabajaron conjuntamente y de la mano para traerle un beneficio a esta comunidad. “Quién se hubiera imaginado a un sargento del Ejército y a un explosivista de las FARC pasarían días enteros intercambiando opiniones”.

Según De la Calle, la guerrilla ha venido cumpliendo con el acuerdo sobre el desminado. “Las FARC, en efecto, entregaron un mapa y contribuyeron activamente en el proceso”. El jefe negociador del Gobierno, además, dijo que las alentadores noticias que llegaron de esa vereda antioqueña significan que en El Orejón “la semilla de la esperanza en la paz quedó sembrada”.

Por eso, tras un par de semanas convulsas por la suspensión del cese al fuego unilateral decretado por las FARC, y en las que se incrementaron las noticias de bombardeos, combates y muertes de soldados y guerrilleros, el anuncio de las partes no deja de ser un elemento de esperanza en favor del proceso de paz.

Por eso, De la Calle ratificó su confianza en la mesa de negociación. “Estamos aquí porque creemos que es posible inaugurar un futuro de paz, es momento de acabar la guerra, no más muertes y no más sufrimientos”.