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Dime con qué lo compraste... y te diré quién eres

El Eje Cafetero es la punta de lanza de la lucha contra los bienes de los narcos. Los dueños de dos lujosos hoteles tendrán que justificar la procedencia de sus dineros.

16 de mayo de 2004

El gobierno está convencido de que la mejor manera de atacar a los capos del narcotráfico es golpear su sistema financiero a través de la extinción de los bienes que han adquirido ilícitamente. Por eso, la nueva estrategia de la Policía judicial es allanar propiedades lujosas de las cuales se tienen indicios de que podrían pertenecer a narcotraficantes, quienes utilizan testaferros para ocultar que son sus auténticos propietarios.

El jueves de la semana pasada se cumplió uno de esos operativos. Un grupo de hombres de inteligencia -conformado por analistas financieros entrenados por la DEA, la CIA y agencias europeas- allanó dos de los hoteles más lujosos y conocidos de en Armenia, Quindío: Las Heliconias y Las Gaviotas. El objetivo de registrar estos inmuebles era culminar una investigación que adelantan hombres especializados de la Policía judicial para corroborar si los dineros con que se adquirieron dichas propiedades provienen de actividades lícitas.

Ahora, con base en la información contable, financiera, escrituras, fotografías y agendas que se llevaron los expertos de la Dijin, los propietarios tendrán que justificar la procedencia de los dineros con los que adquirieron dichos hoteles.

El director de la Dijin, coronel Óscar Naranjo, sostuvo que una de las zonas más golpeadas del país es el Eje Cafetero, en donde según labores de inteligencia los capos del norte del Valle del Cauca se han refugiado para evadir a las autoridades y han realizado millonarias inversiones en la adquisición de propiedades de recreo para lavar dinero producto de actividades ilícitas.

Lo que pretende el gobierno con estas operaciones es evitar que el narcotráfico le haga de nuevo daño al Eje Cafetero, que hace 20 años se vio golpeado por los dineros ilícitos del narcotraficante Carlos Lehder, lo que dio lugar al surgimiento de una clase emergente cuyos dineros fueron generados por su actividad criminal.

Según un reciente estudio de la Contraloría, los narcotraficantes poseen en el Quindío, Risaralda y Caldas por lo menos cuatro millones de hectáreas valoradas en unos 2.400 millones de dólares. La cifra es apenas aproximada pues la información oficial disponible no es clara sobre los verdaderos propietarios y existen numerosos predios a nombre de testaferros. Sin embargo la información que posee la Policía es que algunas de estas tierras y propiedades pertenecen a Wilber Alirio Varela, alias 'Jabón', solicitado en extradición por la justicia norteamericana. Ese mismo jueves la Dijin allanó cuatro propiedades en Armenia y 21 en Cali que según la Policía pertenecen a miembros de su organización.

Entre las casas, apartamentos, locales comerciales, empresas y moteles que fueron allanados, llamó la atención de los investigadores una de las residencias ubicada en Ciudad Jardín, en el sur de Cali. En ella encontraron, al mejor al estilo de las excéntricas propiedades de los narcos en los años 90, la foto del dueño sobre un altar con veladoras prendidas, muebles extravagantes y los baños con las ya tradicionales griferías en oro.

Según la Dijin se trata de propiedades que pasarán a manos del Estado si sus dueños no logran demostrar que el origen del dinero es lícito.

El Eje Cafetero es una de las prioridades que tiene este gobierno para atacar a los narcotraficantes a través de la extinción de dominio, el control a las casas de cambio y a las remesas de dinero desde el exterior, las compraventas de automóviles y la identificación de sus cuentas bancarias.