Home

Nación

Artículo

Director de El Heraldo, Marco Schwartz Rodacki. | Foto: Archivo SEMANA

MEDIOS

Habla el director de 'El Heraldo' sobre la orden de arresto en su contra

Marco Schwartz, enfrenta un incidente de desacato que lo tiene con un pie en la cárcel a pesar de haber rectificado y aclarado una información. Habló con Semana.com. “No está bien que magistrados entutelen a periodistas”

14 de junio de 2016

El próximo 20 de junio cumple 12 meses una noticia publicada por el diario El Heraldo en la que se registró la apertura de indagatoria contra varios funcionarios judiciales, entre ellos dos magistrados de la Sala Penal del Tribunal Superior del Atlántico, por haber dado trámite a unos embargos contra el Distrito, derivados de unas reclamaciones laborales.

A pesar de que el periódico en dos oportunidades registró las aclaraciones solicitadas por los magistrados Julio Ojito Palma y Jorge Cabrera, ambos acudieron a la tutela para exigir una rectificación adicional. Pero el rotativo barranquillero consideró que había aclarado algo que no debía rectificar porque se trataba de una información emitida por la Fiscalía.

Sin embargo, el Juzgado Séptimo Penal del circuito –subordinado del Tribunal– dio trámite a un incidente de desacato por parte del medio, solicitado en solitario por el magistrado Julio Ojito Palma, pues su compañero en esta fase de la causa judicial decidió apartarse.

La semana pasada, ese despacho dictó tres días de arresto contra el director de El Heraldo. El caso pasó al Tribunal Superior, donde dos conjueces y un tercer magistrado de la sala deberán decidir si son justas o desproporcionadas las reclamaciones de los magistrados.

Semana.com: ¿Cómo es la historia de este caso que ha despertado la solidaridad de los medios nacionales con el director de El Heraldo?

Marco Schwartz: No está bien que unos magistrados recurran a la tutela para defenderse o emprender un procedimiento contra un periodista. Esta tutela se nos comunicó en septiembre, después de que ellos pidieron una rectificación. La noticia se publicó el 20 de junio del 2015. Días después nos pidieron una rectificación en el mismo sitio y con el mismo despliegue. Nosotros creímos que no había lugar a rectificación porque nos habíamos ceñido a un informe de la Fiscalía General de la Nación. Aun así, recogimos su punto de vista en la página 4A, no en la 2A por el diseño del periódico de ese día, pero lo hicimos y pensamos que habíamos satisfecho su intención de aclarar los hechos. Para sorpresa nuestra fuimos notificados de que los magistrados habían promovido una tutela y el Juzgado Séptimo Penal del Circuito la había admitido.

Semana.com. ¿Qué decía el fallo de tutela?

M. S.: La tutela nos obligaba a acoger la rectificación de los magistrados, de 11 folios más varios anexos, en el mismo espacio, en la página 2A. La tutela nos obligaba a recoger todos los puntos que los magistrados expusieron y como director di instrucciones en ese sentido, aunque no estábamos de acuerdo ni con la tutela ni con la rectificación, pero respetamos el estado de derecho. Creímos haberla acatado, pero en un cuarto de página era imposible incluirla completa. Pero con la mejor voluntad lo hicimos. No obstante, el magistrado Julio Ojito consideró que era insuficiente y presentó el recurso de desacato.

Semana.com: ¿De qué depende que se cumpla el desacato o no?

M. S.: Es bien curioso todo esto. Nosotros consideramos que cumplimos la tutela, pero cuando nos informaron que se había producido un incidente de desacato, volvimos a hacer la página 2A en el mismo tamaño, hubo una explicación en la misma línea recogiendo lo dicho por los magistrados. Pero ese mismo día, cuando salió publicada en El Heraldo la segunda rectificación, nos notificaron que se había fallado en contra de nosotros el incidente de desacato. Los abogados apelaron ese incidente, promovieron una consulta ante el Tribunal sobre algunos aspectos del fallo del Juez Séptimo Penal del Circuito, porque el objeto de la rectificación ya había sido satisfecho.

Semana.com: ¿Cómo es la historia donde resultaron involucrados los magistrados que hoy los tiene en este problema?

M. S.: Es un caso que viene del año 2007. Un grupo de supuestos empleados reclamaban al Distrito y presentaron recursos para que les pagaran algo a lo que creían tener derecho. Pero la alcaldesa consideró que no tenía que pagar esas mesadas. A su vez, los afectados promovieron una tutela y la ganaron, pero el Distrito no pagó porque esas personas no figuraban en la planta de personal.

La alcaldesa presentó un recurso de amparo que les correspondió a los magistrados Julio Ojito y Jorge Cabrera, ellos lo rechazaron. Ese litigio es ajeno a la publicación que hicimos en El Heraldo, pero como consecuencia de ese proceso la Fiscalía abrió un proceso contra los jueces y los magistrados que, de una u otra manera, tuvieron parte en todo este proceso.

Semana.com: ¿Y en esencia que decía el comunicado de la Fiscalía?

M. S.: El comunicado de la Fiscalía indicaba que unos litigios en Barranquilla habían obligado a hacer unos pagos multimillonarios a los pensionados e indicaba que el caso sería remitido ante los fiscales adscritos a la Corte Suprema de Justicia. Afirmaba además que la indagatoria se había iniciado para determinar el grado de responsabilidad penal y si se ha producido un prevaricato por acción de los actores judiciales que participaron el proceso.

Semana.com: ¿En los más de 30 años de ejercicio periodístico se había enfrentado a una circunstancia parecida?

M. S.: Siempre en este oficio estamos sujetos a presiones de todo tipo, desde las pequeñas cosas cotidianas que vivimos hasta los poderosos que se sienten ofendidos por alguna alusión o están en desacuerdo con alguna información. Pero este caso nunca me había pasado tratándose, valga la redundancia, de un poder tan poderoso como lo es el judicial. Dos magistrados recurriendo a los instrumentos que ellos disponen para conseguir un objetivo contra un periódico, lo consideramos injusto.

Semana.com: Si el origen de lo que reclaman los magistrados no es la publicación, sino lo dicho por la Fiscalía, y a pesar de ellos el periódico ha aclarado, ¿qué será lo que quieren los magistrados?

M. S.: No lo digo por esquivar la pregunta: no lo sé, no entiendo. Por lo que me dicen, son magistrados muy versados y veteranos, pero desconozco si existe alguna animadversión contra Marco Schwartz o contra El Heraldo. Simplemente esto me ha sorprendido. Haciendo una reflexión más global, desde los poderes públicos hay una tentación –entre comillas– de poner en su sitio a los periódicos, pero no puedo decir que eso sea lo que haya animado a los magistrados Julio Ojito Palma, Jorge Cabrera y al juez que falló la tutela y del que se habla poco en este caso. (Puede interesarle: El tiempo pasa, pero la censura continúa)

Semana.com: ¿Qué cree que pueda ocurrir en el Tribunal?

M. S.: No sé si ya haya ocurrido, pero en este momento estaban por designar dos conjueces, un magistrado que reemplace a Julio Ojito, quien salió del Tribunal por edad de retiro forzoso, y el otro porque el magistrado Cabrera debe inhibirse. En caso de fallo adverso, mi abogado está estudiando otra opción. Prefiero no interferir, pero si queda algún recurso, lo agotaremos.

Semana.com: Esta discusión comenzó por un boletín de prensa de la Fiscalía donde informa que abrió indagación preliminar contra los magistrados tutelantes y otros jueces. ¿Sabe usted qué ocurrió con esa investigación?

M. S.: A raíz de todo esto, en febrero, cuando estaba resuelto el incidente de desacato en contra nuestra, yo pregunté por el estado del caso en la Fiscalía. La verdad, estamos ante un mal del periodismo contemporáneo: damos unas noticias y después no les hacemos seguimiento. Pedimos información y nos contestaron que el proceso de indagatoria contra los magistrados Julio Ojito y Jorge Cabrera seguía abierto. Ya habían presentado descargos.

Semana.com ¿Cree que si este proceso sale de la jurisdicción local, en la que tienen influencia los magistrados, las cosas podrían cambiar?

M. S.: Creo, y no son palabras huecas, en la justicia colombiana. La justicia no es una decisión aislada de un juez en un hecho concreto. Es un sistema que permite apelaciones y pese a todos los problemas que ha habido en las cortes, creo que hay magistrados de grandes calidades intelectuales y éticas. Aparte de que creo, quiero creer.

Semana.com: ¿Cómo han tomado en el periódico lo sucedido?

M. S.: Hay una preocupación entre los periodistas. Yo les he dicho algo en lo que les he insistido siempre: cada nota se debe escribir con el mayor rigor posible.