Distrito se echa para atrás con tercer carril de Transmilenio

A pesar de que la medida fue anunciada hace pocas semanas por el Distrito, como solución a los problemas que se han generado alrededor del sistema Transmilenio, este viernes la Administración se echó para atrás.

La propuesta causó polémica desde cuando se anunció. Incluso, el pasado martes, la Contraloría de Bogotá reveló un estudio de la firma Steer Davies Gleave, contratado por la propia Administración en 2011 que, como resultado, advertía que el tercer carril no era una solución.

Pocas horas después de esa revelación y a pesar de que Fernando Sanclemente, gerente de Transmilenio, y Secretaría de Movilidad habían anunciado la puesta en operación del tercer carril, el alcalde Gustavo Petro dijo que la medida no estaba decidida.

Varias dificultades que se han presentado en este año en el sistema de trasporte masivo de Bogotá obligaron al Distrito a tomar decisiones apresuradas para tratar de solucionarlas. Una de las medidas fue la instrumentación del tercer carril. Este sería mixto, para articulados y vehículos, sobre la Autopista Norte y la Avenida Caracas, y se pondría en marcha desde el 17 de marzo.

Según la Administración, el tercer carril se instrumentaría con el fin de ampliar capacidad, ganar velocidad y aumentar oferta. Sin embargo, este viernes anunciaron que no se ejecutaría la medida como plan de choque. “La Administración de manera responsable decidió la no instrumentación de estos carriles como medida de choque, puesto que los beneficios a obtener que son reales y tangibles no compensan el impacto sobre estas zonas de la ciudad”, emitieron en un comunicado.

La explicación que dio el Distrtito fue que la medida podría ahorrar en tiempo de desplazamiento aproximadamente 3,5 minutos para los usuarios que circularían por el tercer carril y un aumento de oferta de aproximadamente 2.000 plazas hora sentido, pero que implicaría unos costos más altos que los beneficios a recibir.

Otro punto por el que no tomaron la decisión es que la malla vial de los carriles mixtos no ha tenido intervención durante los últimos años y el instrumentar la medida del tercer carril implicaría un deterioro acelerado de la infraestructura vial, lo que finalmente causaría traumatismos importantes en la movilidad de la ciudad.

Adicionalmente, agregaron en el comunicado, medidas como la instrumentación de nuevos carriles para Transmilenio son acciones a mediano y largo plazo que implican una intervención estructural del sistema que impacten de manera positiva la demanda, tal como se menciona en el Conpes 3093 del año 2000.