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DIVIDE Y VENCERAS

El noticiero 'CM&' y SEMANA contrataron la primera encuesta presidencial que analiza a fondo los escenarios posibles sin consulta liberal.

1 de diciembre de 1997

Aunque la semana pasada hubo todo tipo de interpretaciones alrededor de si la consulta liberal se llevará a cabo o no, al cierre de esta edición todo parecía indicar que ésta finalmente no se va a realizar. SEMANA y CM& se anticiparon a esta situación, haciendo la primera encuesta presidencial en la cual los precandidatos liberales se enfrentarían a los demás contendores por la Presidencia en primera vuelta. Del estudio surgen varias conclusiones. El primer punto por destacar es que la hegemonía de Horacio Serpa en primera vuelta se ha mantenido estable desde hace varios meses. El ex ministro del Interior duplica a cualquiera de sus contendores, además de tener un apoyo electoral muy sólido que no se ha movido. Esta situación tiene tanto de bueno como de malo para Horacio Serpa. En primer término, indica que quienes están en favor de su candidatura muy difícilmente cambiarán de opinión. Pero también indica que los que están en contra de ella tampoco lo harán fácilmente. En otras palabras, es probable que las posibilidades de Horacio Serpa dependan más de su capacidad de mantener divididos a sus contendores que de cambiar la percepción que de él tienen los votantes antiserpistas. En el antiserpismo parece haber dos 'pelotones' que vale la pena destacar. El primero lo conforman Harold Bedoya, Andrés Pastrana y Alfonso Valdivieso, quienes están técnicamente empatados en el segundo lugar según la encuesta. Si las elecciones fueran hoy, uno de ellos resultaría elegido para enfrentarse a Horacio Serpa en la segunda vuelta. Tanto estos candidatos como sus asesores saben que el electorado colombiano en forma mayoritaria es amigo del cambio, por lo tanto deben encontrar la forma de diferenciarse de los demás y a la vez posicionarse como catalizadores de dicho cambio. Cuál de ellos tome la delantera dependerá en buena medida de la astucia para manejar las comunicaciones de la campaña. Aquel que logre despegarse del lote y tomar la delantera podría verse beneficiado por algo parecido a lo que sucedió en Bogotá con el llamado fenómeno del 'voto útil', que no fue otra cosa que el apoyo que recibió Enrique Peñalosa por parte de electores que, aunque quizás hubieran preferido a otro candidato, votaron por él por considerarlo el más opcionado para evitar que Carlos Moreno de Caro llegara a la Alcaldía. De repetirse este fenómeno a nivel presidencial, quien demuestre su condición de ser un contendor con opción de derrotar a Serpa podría recibir una avalancha de votos sumados de los demás candidatos. Sin embargo la pelea por el puesto de antiserpa no se detiene allí. Hay un segundo lote, también con mucha opción, que se le acerca con rapidez y demuestra una tendencia ya sea al crecimiento o a la estabilidad. Se trata de Antanas Mockus, Noemí Sanín y Juan Manuel Santos. Este último se ha disparado en las encuestas después de la presentación de su propuesta de paz. Aunque también están técnicamente empatados en la encuesta, la diferencia entre ellos y los del 'primer lote' no solamente no es muy significativa sino que se está reduciendo considerablemente si se compara con la última encuesta contratada por SEMANA. Convención conservadoraAunque de acuerdo con los investigadores se decidió medir la posibilidad de que no hubiera consulta liberal ni convención conservadora, también se analizó la probabilidad de que esta última se realice. En este caso habría tres escenarios posibles: que ganara Andrés Pastrana, que ganara Juan Camilo Restrepo (ver gráficos) o Francisco Posada de la Peña (que de ser escogido candidato conservador obtendría un 3,1 por ciento de los votos en primera vuelta). Este análisis permite descubrir un dato interesante. De no ser escogido Andrés Pastrana como el candidato oficial del Partido Conservador buena parte de sus votos terminarían en favor de Noemí Sanín, quien pasaría a tener 10,3 por ciento de ser escogido Posada de la Peña y 10,4 por ciento en el caso de Juan Camilo Restrepo. Igualmente beneficiados se verían Harold Bedoya y Alfonso Valdivieso. Esta situación podría generar dentro del Partido Conservador una situación similar a la que se está presentando en el Partido Liberal: al candidato más opcionado para ganar el mecanismo de consulta interna del partido puede salirle demasiado costoso y desgastador el someterse a ese procedimiento. Puede resultar más ventajoso para Andrés Pastrana lanzarse como candidato de la Nueva Fuerza Democrática que medir fuerzas con Juan Camilo Restrepo dentro del conservatismo, ya que éste cuenta con el apoyo del barón electoral más importante de esa colectividad, el senador antioqueño Fabio Valencia Cossio, cuya influencia dentro del partido a raíz de las últimas elecciones aumentó considerablemente. Esto podría provocar precisamente el que se presentara el escenario de 'todos contra todos' que el estudio pretende simular.

Segunda vuelta
El estudio de Napoleón Franco & Cía. buscaba analizar las posibilidades de cada uno de los precandidatos más opcionados enfrentados a Horacio Serpa en segunda vuelta. Los resultados permiten concluir que todos los 'punteros' del antiserpismo obtienen prácticamente la misma votación cuando su nombre se enfrenta al de Horacio Serpa en segunda vuelta. Serpa se queda con un 41 por ciento de los votantes aproximadamente, mientras que cualquiera de los candidatos antiserpistas obtiene aproximadamente el 30 por ciento de los votos. Aunque este pareciera ser un escenario pesimista para la oposición, no lo es para varios de los asesores de los candidatos antiserpistas. SEMANA pudo establecer que varios de ellos consideran que casi la totalidad de quienes aseguran que no van a votar, votarían en blanco o se dicen indecisos en segunda vuelta, en realidad son votantes antiserpistas. Estos expertos confían en que a medida que se acerque la elección casi todos ellos se decidirán por el candidato que esté mas opcionado para enfrentarse a Horacio Serpa. Para los asesores de buena parte de los candidatos antiserpistas la explicación del alto porcentaje de votantes que manifiestan indecisión, intención de votar en blanco o de no votar es producto del propio mecanismo de la encuesta. Cuando al encuestado se le pregunta por quién votaría en primera vuelta, y escoge a un candidato distinto de Horacio Serpa, en segunda vuelta se niega a manifestar su intención de votar por alguien que no sea su candidato preferido. Esto no necesariamente quiere decir que en la realidad se vaya a comportar así. Una vez descartado el candidato preferido en un escenario real de primera vuelta es muy probable que estos votos se definan y no queden como votos en blanco. Los asesores del antiserpismo apuestan a que dichos votos se sumarán a quien pase a segunda vuelta al lado de Horacio Serpa, no importa quién sea. Y Serpa a poder conquistarlos para su causa.
Vicepresidentes
En materia de fórmulas vicepresidenciales hay una conclusión importante del estudio. No parece existir aún una influencia marcada de los compañeros de fórmula en cuanto a definir la intención de voto hacia uno u otro candidato en segunda vuelta. Con excepción del general Rosso José Serrano, quien es el colombiano con más alto índice de popularidad _y siempre aumenta en las encuestas el porcentaje de favorabilidad del candidato a quien acompaña_, el efecto de las fórmulas presidenciales es marginal. Sin embargo también es probable que esto cambie a medida que avance la campaña presidencial y a medida que el electorado nacional se familiarice con las posibles alianzas, retiros y endosos que se presenten. neleccionesLa bolsa de votosLos comicios regionales demostraron que a los colombianos les importa la elección de sus líderes locales tanto como la de Presidente. ara los asesores delas principales campañas presidenciales las elecciones del domingo 26 de octubre marcaron un hito en la historia política del país. Por primera vez en Colombia se empieza a ver un fenómeno que ya es común en la mayoría de los países del mundo: la política local se vuelve más importante, y moviliza más a los electores, que la nacional. Para varios expertos consultados por SEMANA, Colombia era uno de los pocos países del hemisferio que no había ingresado a este nuevo modelo y estaba atrasado en este sentido incluso en comparación con México. Hasta hace muy poco en el país las elecciones regionales jugaban un papel fundamental como plataformas de lanzamiento de los partidos con miras a una elección congresional o presidencial. Los avales se otorgaban a uno u otro candidato en función de su disciplina y compromiso con los objetivos nacionales del partido. Eso parece haber cambiado. Como nunca antes, los candidatos regionales salieron electos con prioridades locales, y sus votantes reaccionaron con una masiva presencia en las urnas de más de 10 millones de votos. Esto parece haberse traducido en una marcada independencia de los elegidos con respecto a los candidatos presidenciales. A diferencia de otras elecciones recientes, las candidaturas cívicas no tuvieron mucho auge. Por el contrario, los que obtuvieron los mejores resultados fueron los llamados 'independientes', que no son nada distinto a miembros de la clase política que se lanzaron por fuera de los partidos, sin aval o sin aceptar las imposiciones de los directorios nacionales. Esto significó más que una renovación en las personas una renovación en la disciplina política del país. Ni siquiera Horacio Serpa y Andrés Pastrana, que en cierta medida se la jugaron apoyando de antemano a algunos candidatos, resultaron muy beneficiados. Algunos de sus candidatos perdieron, mientras que los que ganaron no les deben la elección. Lo más probable es que los apoyos regionales se terminen renegociando a comienzos del próximo año de acuerdo con la dinámica que demuestre la campaña presidencial. En otras palabras, lo que parece haberse conformado es una 'bolsa de votos', en la cual la mejor parte la llevan los elegidos y la peor parte los que están por elegirse.Pero sin duda el ganador indiscutible de las elecciones fue el gobierno. El que la guerrilla se haya comprometido a paralizar los comicios, y el resultado final haya sido la votación más grande de la historia, es un triunfo de la organización electoral que terminó capitalizando el gobierno. A esto se suma el enorme apoyo a la iniciativa del voto por la paz, que además terminó dándole una oportunidad al gobierno Samper de interpretar este fenómeno como una censura de la sociedad civil a la negativa de la guerrilla de sentarse con él a la mesa de negociaciones. Tal vez la principal conclusión de este experimento electoral posterior al 8.000 es que en Colombia el debilitamiento de los partidos no parece traducirse en una disminución de la participación electoral a nivel local. Por el contrario, esta parece aumentar. De continuar esta tendencia Colombia podría hacer su ingreso al próximo siglo dejando al bipartidismo en el baúl de los recuerdos.