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Parte de la financiación del activismo a favor de Murcia se hace por medio de la Fundación con la que se busca abrirle las puertas de la controvertida comercializadora en otros países

POLÉMICA

¿DMG se reencaucha?

Desde Panamá, y con oficinas, en Nueva York y Bogotá, arrancó un nuevo capítulo de la historia del polémico David Murcia Guzmán. Están recaudando dinero para su defensa y ven la forma de reabrir la comercializadora en varios países.

11 de enero de 2009

Hace cerca de un mes, cuando de forma apabullante el Estado colombiano reaccionó contra DMG y cerró todos sus negocios, nadie daba un peso porque las 'empresas' de este conglomerado pudieran resucitar. La captura de la cabeza del grupo, David Murcia Guzmán, junto a dos de sus más cercanos asesores, Daniel Ángel y Margarita Pabón, hacía ver aún más lejana la posibilidad de que volviera a reorganizarse la más grande de las llamadas empresas de dinero fácil.

Pero también es cierto que desde la cárcel, Murcia ha dado muestras de que no se va a dar por vencido. Y ya se están viendo movimientos en otros países que dan cuenta de que, como ha dicho el propio Murcia, mientras él viva habrá DMG. El motor de la nueva etapa es Alexandre Ventura, un empresario de origen brasileño, residente en Panamá, que días antes de que se derrumbara el imperio DMG fue presentado en Bogotá como uno de los principales socios para la expansión de esa marca en todo el continente.

Hoy Ventura es el presidente de la Fundación DMG -Amigos de David Murcia Guzmán, una organización sin ánimo de lucro constituida a finales de 2008 en Nueva York, que dice tener como finalidad conseguir fondos para pagar la defensa de Murcia, dar la cara a las deudas con proveedores y personas relacionadas con DMG, en especial las internacionales, y continuar lo que llaman la "obra social" de Murcia.

"Tenemos contactos con autoridades de alto nivel para explicar el negocio en Ecuador y Venezuela, y así poder reabrir. También estamos avanzando con Brasil y México, los países que más nos interesan" dijo el empresario a SEMANA a Dinero.com. Según Ventura, Murcia no participa en lo que se está haciendo, pero cuentan con su respaldo. Su socio es el bielorruso Alexander Altshoul, el otro empresario que se presentó en Colombia como futuro socio de DMG antes de la hecatombe.

En Estados Unidos, la Fundación abrió una cuenta en el PNC Bank, a donde llegan los dineros para ayudar a Murcia y, según Ventura, lograron que la reconocida firma PriceWaterhouse aceptara auditar la naciente fundación. Sin embargo, esta afirmación ya despierta inquietudes sobre la seriedad de los nuevos movimientos de DMG, pues según el principal socio de esa firma de auditoría en Colombia, Eduardo Calero, esto no es posible. "Ellos buscaron nuestros servicios hace mes y medio, y nosotros no aceptamos. En ninguna parte del mundo ningún ente jurídico relacionado con DMG sería auditado sin contar con nuestra aprobación", dice Calero. Al cierre de esta edición desde Nueva York informaron que no los habían identificado como clientes.

En la práctica, el verdadero centro de operaciones de la Fundación es la oficina de Ventura en Panamá. Allí, hace algunos días convocó a medios de ese país para presentarla en sociedad. En Colombia dice que lo hará en los próximos 10 días cuando se terminen los trámites de constitución. Pero ya aparecen inconsistencias en sus actividades. En algunos documentos figura como dirección una oficina en la torre C del exclusivo World Trade Center en Bogotá, según los voceros de la Fundación, facilitada por uno de los antiguos proveedores de DMG, pero allí no dan razón de la misma. "Han venido varias personas a preguntar por la Fundación, pero nosotros no sabemos nada", dicen en la recepción del edificio.

De todas maneras, es evidente que la fuerza de la mencionada fundación está en Colombia. Pues si bien, tras la captura de Murcia, se produjo una desbandada de muchas de las personas más cercanas de la empresa, algunos de los gerentes regionales de la comercializadora y sus asesores personales convirtieron al líder de DMG en su causa. Hoy, una decena de ellos son el grupo fuerte de la Fundación, y ya lograron que unas 3.000 personas se sumen como fundadores. Es tal la pasión que los mueve que, por ejemplo, tras conocerse que Daniel Ángel y Margarita Pabón hicieron un preacuerdo con la Fiscalía para buscar reducir su pena; una de las directivas en medio de lágrimas y con rabia, a la salida de Pabón del juzgado le grito: "!Traidora! Te defendimos hasta el último momento y así nos pagas".

Este grupo de base, con el apoyo de brasileño Ventura, viene articulando los diferentes comités de apoyo que tiene Murcia por el país. La Fundación ya empezó a proveer camisetas, propaganda, y atención para los cientos de personas que llevan casi un mes hacinados en un coliseo del sur de Bogotá esperando por la suerte de Murcia, y están atentos de la decena de personas que continúa en huelga de hambre en el centro de la capital.

¿De dónde sale el dinero para todo esto, incluidos viajes y asesorías internacionales? ¿Cuál es el propósito verdadero que los inspira? En Colombia afirman que hay organizaciones extranjeras que están apoyando. Por su parte, Ventura dice que ya han recibido varias donaciones de tarjeta habientes, pero que el principal activo de la Fundación son los anticipos por los derechos que Murcia le cedió para hacer un libro y un documental con su historia, y que ya vendieron a unos productores de los que se reserva su nombre. Niega que esta sea una fachada para canalizar hacia Murcia parte de su fortuna escondida, porque según él, esta no existe.

Ventura acepta que están evaluando si la comercializadora DMG puede continuar en otros países bajo este nombre, pero lo que sí tiene claro es que si lo cambian, de todas maneras la operación seguirá siendo igual a la que ya se conoce en Colombia, sólo que una parte de los beneficios ira a la Fundación. El empresario dice que lo hace de forma desinteresada, movido por la convicción de la inocencia de Murcia, y se muestra como otro damnificado aduciendo que algunos bancos también le están cerrando puertas por su relación con DMG. No se conoce de procesos judiciales contra Ventura originados en sus nexos con Murcia. Él mismo dice que no se alcanzaron a concretar. Aun así, no está claro cómo ha cogido tanto vuelo su rol en esta nueva etapa de DMG, sin tener algo más que simple gratitud con Murcia.

Defiende las operaciones internacionales que tenía la empresa, y busca justificar las más de 200 empresas que el colombiano tenía en ese país al decir que es algo habitual allá, y que se usa para la protección del patrimonio. "Yo mismo debo tener unas 60 corporaciones", dice, al mismo tiempo que explica lo que él considera un malentendido cuando en Colombia se mencionó que era socio de Donald Trump. "Nunca lo dije, y fue una excusa que usó el abogado Abelardo de la Espriella para abandonar a David", afirma.

La especialidad de este empresario en Panamá son los negocios inmobiliarios, sector donde ha generado gran controversia. Incluso hay un portal en Internet de personas que se consideran damnificadas de Alexandre Ventura y hay cuantiosas demandas en su contra por antiguos socios. También en España, país donde era comerciante de autos de lujo, enfrentó un proceso por "supuesta infracción grave de la ley... sobre determinadas medidas de prevención del blanqueo de capitales". Ventura minimiza ambos hechos. Dice que "todo gran empresario del mundo no está exento que lo demanden" y que el proceso de España fue un incidente menor por un problema con 5.000 euros que no declaró cuando ingresó a ese país en un paseo familiar, y que no tiene ninguna repercusión real.

La Fundación DMG ya es un hecho. Como lo es también que esta iniciativa está ligada a reactivar la comercializadora en varios países. Está por verse cómo se hará, pues hay cuentas pendientes con más de 240.000 personas que en un primer momento creyeron en la magia de Murcia, además de un proceso penal que, pese a la fe de sus seguidores, no será fácil de ganar para su líder, más ahora que los acuerdos anunciados por la justicia la semana pasada con Ángel y Pabón pueden significar la desgracia de Murcia. Mientras tanto, parodiando el adagio de que a rey muerto, rey puesto, todo pinta que en el reencauche de DMG ya apareció un nuevo faraón: Alexandre Ventura.