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| Foto: Archivo particular

JUSTICIA

Dos paramilitares condenados a 24 años por masacre de Caño Jabón (Meta)

Luis Miguel Hidalgo y Leonardo Escobar Londoño fueron condenados como coautores de la masacre en la que murieron 18 personas en zona rural de Mapiripán (Meta) en 1998.

4 de mayo de 2012

Tras firmar un acuerdo con la justicia, Luis Miguel Hidalgo, alias Ratón Blanco, y Leonardo Escobar Londoño, alias Pájaro, fueron condenados por un juzgado de Villavicencio a 24 años de cárcel por la masacre de Caño Jabón, jurisdicción del municipio de Mapiripán (Meta), ocurrida el 4 de mayo de 1998.
 
Los dos hombres obtuvieron una rebaja del 40 por ciento de la pena tras negociar con la justicia. Aceptaron los cargos de homicidio agravado en concurso con terrorismo y concierto para delinquir agravado, según informó la fiscalía este viernes.
 
En Caño Jabón, los paramilitares asesinaron a 18 personas, y además "saquearon viviendas, almacenes e incendiaron una avioneta y la planta eléctrica del pueblo que quedó sin servicio de luz. A su vez, dinamitaron las embarcaciones y, tras un intento de fuga, segaron la vida de una menor de seis años de edad que huía en una embarcación con su familia", registró la Fiscalía.
 
Hidalgo confesó que para cometer la masacre salieron cinco días antes por tierra desde el municipio de Paratebueno (Cundinamarca), hacia los municipios de San Martín, Cabuyaro y Puerto Gaitán (Meta), bajo el mando de Dumar de Jesús Guerrero, alias Carecuchillo, y de Manuel de Jesús Pirabán, alias Jorge Pirata.
 
Las víctimas fueron identificadas como Anyi Carolina Ducuará, Edwin Estrada González, Alejandro Sáenz Cubides, Hernán Fabián Cuéllar Díaz, Carlos Virgilio Bernal, Jorge Báez, Jorge Alberto Suárez Melo, Pedro José Rico Arévalo, Ulises Jiménez Lozada, Porfirio Carabalí, Evert Macario Asprilla Hinojosa, Oscar Hernández, Nelson Calderón Moreno, John Jairo Méndez, Floriberto Marín García, José Tomás Ladino, Wilson Bernal Ortiz y José Angel Orjuela Tovar.
 
Hidalgo se encuentra recluido en la cárcel La Modelo de Bogotá, y Escobar en la penitenciaria La Picota, también de la capital.