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“Señor juez, es que yo miro alrededor en esta audiencia pero no veo aquí la persona con la que yo concilié”, dijo Reginaldo Bray, quien fuera dueño de Dragacol. En un despacho que parece más una celda, rodeado por los ex funcionarios del Ministerio de Transporte y entre 130.000 folios que tiene el expediente, Bray ya terminó su defensa

juicio

Dragacol sin juez

Después de pasar por las manos de nueve jueces, uno de los casos más grandes de defraudación al Estado sería fallado por el sustanciador de un juzgado.

17 de marzo de 2007

La peregrinación que ha tenido el proceso de Dragacol ha sido tan larga como una novela rosa. La conciliación extrajudicial más tristemente famosa de la historia de Colombia, después de nueve años ni tiene juez titular, ni ha llegado a su final.

El primer capítulo de esta historia arrancó el 6 de noviembre de 1998, cuando el entonces ministro de Transporte, Mauricio Cárdenas Santamaría, concilió personalmente con Reginaldo Bray, dueño de Dragacol, una serie de litigios que sumaban 26.000 millones de pesos, de los cuales el Estado alcanzó a girarle a Bray 17.600 millones.

La conciliación suscitó un intenso debate en el Congreso promovido por el parlamentario Javier Cáceres, y en los siguientes dos años seis fiscales, cinco procuradores y nueve investigadores de la Contraloría reunieron las pruebas que han servido para la audiencia pública.

En 2000, el entonces fiscal, Alfonso Gómez Méndez, exoneró al Ministro y quedaron vinculados al proceso penal Reginaldo Bray y su hermano Alfred, dueños de la empresa de dragados; Juan Alberto Páez, Darío Velandia y Juan Carlos Chávez, ex viceministro, ex secretario general y ex jefe de la oficina jurídica, respectivamente, y tres funcionarios más del Ministerio de Transporte.

El proceso ha visto pasar a tres Fiscales y a dos Procuradores Generales. Ha estado en cuatro despachos judiciales diferentes y nueve jueces se lo han pasado de mano en mano como una papa caliente. (Ver recuadro).

El más reciente capítulo de la historia se ha desarrollado en los últimos meses. La audiencia ha estado presidida por una juez encargada quien hace un mes salió a licencia de maternidad. En su reemplazo fue nombrado como titular Jamez Sans, quien todavía no se ha posesionado, y ahora el Tribunal Superior de Bogotá nombró un nuevo juez encargado, esta vez es el funcionario sustanciador del Juzgado Tercero Penal del Circuito, Carlos Merchán Castillo, quien está dispuesto a ser el hombre que juzgue en primera instancia el caso de Dragacol. "Este proceso ha sido bastante accidentado.Yo fui nombrado por el término de la licencia de la juez y estoy haciendo todo el esfuerzo por terminar la audiencia rápido y fallar. Aspiro a dictar sentencia a finales de abril", le dijo a SEMANA Merchán Castillo. Este abogado ha permanecido la mitad de su vida en la Rama Judicial y sabe que pasará a la historia con cualquier decisión que tome. También sabe que pondrá de nuevo a hablar al país sobre Dragacol.

Leer minuciosamente los 130.000 folios que se saben de memoria los ocho implicados no es tarea fácil, y diferenciar entre lo justo y lo injusto es el reto y la responsabilidad que tiene ahora el hombre que los va a juzgar.