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ECONOMÍA

Dudas en el Banco

La escogencia de dos miembros del gobierno en el emisor, especialmente la del ministro Cano, ha despertado una polémica sin antecedentes.

30 de enero de 2005

Los que pensaban que los nombramientos sorpresivos del presidente Álvaro Uribe habían terminado se sorprendieron con la designación del ministro de Agricultura, Carlos Gustavo Cano, y del ex viceministro de Hacienda, Juan Mario Laserna, como nuevos codirectores del Banco de la República. La escogencia de los dos miembros del gobierno en el emisor, especialmente la del ministro Cano, sorprendió y generó polémica.

De los cinco miembros que conforman la junta del emisor, dos son reemplazados por el Presidente cada cuatro años, una vez transcurrida la mitad del período de gobierno. Debido a que el tiempo ya estaba cumplido y a los roces que el Presidente ha tenido con el Banco, sobre todo en temas como la revaluación del peso o el uso de excedentes de las reservas internacionales, se esperaba que Uribe nombrara a dos pesos pesados que defendieran sus postulados.

Y los dos escogidos sorprendieron. Laserna menos, pues al fin y al cabo tiene una gran formación técnica, una sólida hoja de vida y un buen reconocimiento político. No sólo es cercano a los conservadores, sino también a César Gaviria, Luis Guillermo Vélez, Juan Manuel Santos y algunos asesores de Palacio. Cano, sin embargo, sólo estaba en la mente del Presidente. Por eso la decisión ha merecido análisis y editoriales, y ha sido catalogada por algunos expertos de contradictoria, pues si algo contrasta con la ortodoxia de Laserna es la filosofía de Cano, más sectorial y pragmática que la que tradicionalmente han tenido miembros de esa entidad.

Laserna, economista de Yale, MBA de finanzas de Stanford y quien estuvo cerca del manejo económico del país como director de Crédito Público y viceministro de Hacienda, será mucho más cercano a los actuales miembros a la hora de las decisiones. Lo que pocos saben es que desde el año pasado Laserna envió un memorando al equipo económico del gobierno advirtiendo sobre la revaluación del peso y planteando soluciones. Como no obtuvo respuesta, lo publicó en un artículo que tuvo acogida entre los economistas. Por eso, cuando en Palacio se barajó la lista de sucesores, fue el único nombre en el que hubo consenso. "Aunque soy un ortodoxo, creo que hay espacio de maniobrar para evitar que la revaluación afecte aún más la economía, sobre todo en el futuro", dijo Laserna a SEMANA.

Por el contrario, el nombramiento de Cano genera dudas. Si bien él ha mantenido una posición dura y crítica contra ciertas medidas del emisor, su perfil hacía que no estuviera entre los candidatos, pues a pesar de ser economista y tener una maestría, su identificación es más con el agro que con la macroeconomía. Todo el mundo coincide en que fue un ministro estrella y un defensor infatigable de los intereses del sector. Pero en lo que se refiere a sus futuras responsabilidades, "su formación es muy superficial; hace 20 años está fuera de la academia, y está más relacionado con la función pública y la política. Su cercanía a un gremio como el de la agricultura podría afectar la imagen de independencia del Banco, porque es sentar a un sector de la economía en una entidad que toma decisiones técnicas", dijo uno de los codirectores del emisor.

Pese a estos cuestionamientos, la llegada de Cano a la junta del emisor no debe ser motivo de alarma. Es cierto que promovió medidas poco ortodoxas para frenar la caída del dólar y atenuar su efecto sobre algunos sectores agrícolas, al punto de catalogar la revaluación como un problema de "seguridad nacional".

Pero, ahora, como nuevo codirector tiene un sombrero diferente. En primer lugar, es uno de siete miembros y sus compañeros de trabajo han demostrado tomar decisiones con criterios estrictamente técnicos. Segundo, la junta tiene el mandato constitucional de controlar la inflación, con lo cual ninguna de sus decisiones puede ir contra este objetivo. Y tercero, al emisor no le quedan muchas opciones para atajar la caída del dólar.

Algunos gremios que han estado de cerca en las negociaciones de Colombia en el TLC dicen que el nombramiento de Cano puede originarse en la necesidad de distensionar la etapa final de este proceso, en el cual la línea dura que mantuvo el ex ministro en materia agrícola y las patentes le quitaba flexibilidad para llegar a feliz término. "Era conveniente sacar a un fundamentalista para facilitar el acuerdo", dice Alberto Bravo, presidente de Asinfar, gremio que reúne a los laboratorios nacionales.

Muchos consideran a Cano un hombre de acción y ajeno a la rigidez y tedio que entraña su nuevo cargo. Documentos infinitos repletos de cifras y de posibles escenarios macroeconómicos será lo que le toque de ahora en adelante. Sólo el tiempo dirá cuál es el efecto de este personaje pragmático y poco dogmático en la codirección del Banco de bancos del país.