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Los colombianos fueron expulsados por el Gobierno de Nicolás Maduro | Foto: Carlos Julio Martínez

FRONTERA

EE. UU. ofrece mediar por crisis en la frontera con Venezuela

En un comunicado el vocero del Departamento de Estado de EE. UU., John Kirby, ofreció su gestión para iniciar un diálogo.

30 de agosto de 2015

Una semana ha transcurrido luego de que el presidente Nicolás Maduro ordenó el cierre parcial de la frontera en cuatro municipios del estado venezolano de Táchira, medida que extendió a otras cuatro circunscripciones el pasado viernes.   

La situación es preocupante. Según el último balance oficial de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres (UNGRD), en los últimos diez días 1.097 personas han sido deportadas por Venezuela y otras 7.162 han abandonado voluntariamente el país vecino por el temor de ser discriminados.  

Ya el presidente venezolano dejó abierta una puerta para reunirse con su homólogo Juan Manuel Santos. Sin embargo, esto no sucederá hasta que el mandatario venezolano regrese de un viaje en que lo llevó a China y Vietnam.   

Mientras tanto, el gobierno de Estados Unidos sentó su posición frente a la crisis y alertó por lo que considera "empeoramiento" de la situación humanitaria en la frontera entre Colombia y Venezuela.

El vocero del Departamento de Estado de EE. UU., John Kirby, señaló en un comunicado su "preocupación" por la crisis fronteriza entre ambos países, que ha llevado ya a más de 8.250 colombianos, entre deportados y ciudadanos que se han marchado voluntariamente, a salir de Venezuela, según datos del gobierno de Colombia.

En Cúcuta, principal paso fronterizo con Venezuela por su vecindad con San Antonio, en el estado Táchira, se concentra el grueso de la asistencia humanitaria para atender a estos colombianos.

De acuerdo con Kirby, EE. UU. reconoce la importancia de proteger la frontera y de garantizar una migración "segura y ordenada", pero a la vez cree que las deportaciones "se deben llevar a cabo de conformidad con el derecho internacional, el respeto de los derechos humanos de todos los involucrados y en coordinación con el país receptor".

Además, EE. UU. cree que "los refugiados con problemas de protección reconocidos no deben ser deportados", apuntó el portavoz.

Kirby subrayó, así mismo, que EE. UU. seguirá trabajando con el gobierno de Colombia y la comunidad internacional "para asegurar el bienestar" de los desplazados o deportados.

El Departamento de Estado "apoya los esfuerzos de Colombia y Venezuela para resolver esta disputa diplomáticamente" y, además, está dispuesto "a trabajar con ambos países y otros socios regionales para encontrar una solución pacífica, humana y duradera", afirmó.

Por su parte, Santos ha recurrido a instancias como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), con la esperanza de que ayuden a resolver la crisis con Venezuela.

Con EFE