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EL ABREBOCAS

Más que ministros, César Gaviria está nombrando precandidatos.

27 de agosto de 1990

¿Por que adelantó Cesar Gaviria el nombramiento de cuatro ministros claves, sacrificando el impacto publicitario del anuncio en bloque el 7 de agosto? La razón es la Constituyente.
Gaviria necesitaba ministro de Gobierno para contar con alguien que hablara sobre el tema y que no fuera él mismo. Pero nombrar sólo a Julio Cesar Sanchez, que es de filiación duranista, podía generar polémicas dentro del partido y desgastes innecesarios. Por esto, para evitar acusaciones de favoritismo, el Presidente electo decidio la representación de todos los grupos liberales en los cuatro nombramientos. Por el duranismo, Sanchez; por el samperismo, Samper; por el galanismo, Rudolf Hommes, y por el gavirismo, Luis Fernando Jaramillo.

De los cuatro, el único que no aspira a ser Presidente en 1994 es Rudolf Hommes, el de Hacienda. Los otros tres aspiran a ser los sucesores de Gaviria Si a ésto se suma que en el sonajero estan Antonio Navarro Wolf y Andrés Pastrana, el próximo gabinete podría ser el que más presidenciables haya tenido en la historia de Colombia. El abrebocas ministerial fue muy bien recibido.

EL HIJO PRODIGO
Pero si alguna sorpresa hubo fue el nombramiento de Ernesto Samper en el ministerio de Desarrollo. Esta es la cartera de los industriales y Samper se había "posicionado" como el "coco" de ellos.
Sus posiciones de abanderado de los sanandresitos, enemigo del UPAC y crítico moderado de la apertura, lo habían dejado por fuera del centro ideológico, si no del país, sí de la clase empresarial. Si a ésto se suma su controvertida reforma urbana, que dejó sin financiación a la vivienda de interés social por quitarle el UPAC, a primera vista la mitad de las actividades que tienen que ver con el ministerio de Desarrollo estarian en contravia de las ideas del Ministro. Fue precisamente por esto que Samper pidió esa cartera. Consciente de que su poder político, aun estando por fuera del Congreso, es enorme, Samper decidió que si quería ser Presidente en el 94, no necesitaba consolidar su poder en el establecimiento politico, sino mas bien hacer las paces con el establecimiento económico.

Esto era, en cierta forma, el retorno del hijo pródigo, pues, al fin y al cabo, Samper Pizano obtuvo notoriedad nacional desde los 26 años en calidad de vocero de Jaime Michelsen y sus colegas en ANIF, y no como perseguidor de la riqueza. Esta última imagen, aunque sin duda exagerada, le hizo un daño enorme en la consulta popular. Su ministerio tiene como principal propósito demostrarle a los empresarios que él no es peligroso.

Sin embargo, le va a tocar comerse una que otra de sus propias palabras. En cuestión de apertura, por ejemplo, era el menos entusiasta de todos los candidatos en la consulta popular. Su posición era no a la apertura comercial, sí a la económica, cosa que nadie entendía bien qué quería decir. Ahora su posición es sí a las dos aperturas, cosa que tampoco nadie en tiende muy bien que quiere decir, pera que deja a todos los aperturistas satisfechos. En lo que se refiere a su posición de defensor del secta informal, piensa que esa materia es problema de la Aduana, que depende del ministerio de Hacienda, y no de su cartera. Y en lo que respecta a la falta de financiación con que quedó su proyecto de reforma urbana, el futura Ministro habla de la necesidad de crear mecanismos alternativos . Para los buenos entendedores, esto podría significar que el veto que se le había impuesto al UPAC en la reforma urbana, podría ser levantado. Ernesto Samper es inteligente y pragmático, y sabe que ante resultados concretos, los capitalistas siempre perdonan. Su posición en la política es similar a la de Enrique Santos Calderón en el periodismo. Despues de las aventuras ideológicas de Alternativa, hoy es el columnista mas respetado del país. Samper esta haciendo este mismo transito, pero sus posiciones nunca fueron realmente tan extremas como decian sus detractores. Por todo ésto, Samper encabeza el pelotón presidencial al iniciarse el gobierno de César Gaviria. Y sus problemas serán no tanto los que genera no tener la camiseta amarilla, sino tenerla.

EL ZORRO POLITICO
Otro que quiere ser presidente es Julio César Sanchez, el nuevo ministro de Gobierno. Quienes lo conocen le ven madera y los bogotanos tienen un excelente recuerdo de su alcaldía. No es aún una figura nacional, pero ningun ministerio mejor para suplir ese vacio que el de Gobierno.

Sanchez es un hombre hecho a pulso, desabrochado y astuto. Aunque es abogado de la Universidad Externado de Colombia, su fuerte no es ser especialista en nada sino dar la impresión de que su escuela ha sido el libro de la vida. Ha sido mamerto, mesero y, de ahí en adelante, todo lo que se puede ser en política hasta llegar a ser el último alcalde de Bogota nombrado por decreto.

Como interlocutor de la clase política es considerado óptimo por todos sus colegas. Es seguro que de haber un proceso de paz durante la administración Gaviria,jugará un papel fundamental. Su aura de zorro viejo lo convierte en la contraparte lógica de "Tirofijo" y Jacobo Arenas. Y en lo que se refiere a la constituyente, su principal activo no será su diploma en leyes sino su título en colombianismo. Del manejo que le de a todo este proceso, dependerá su candidatura para el 94.

EL VETERANO
Oyó los cantos de sirena de la política cuando salió del ministerio de Obras y su nombre empezó a sonar para la Designatura. También se barajó como posible candidato del grupo costeño, apelando a que, a pesar de haberse criada en Medellín, había nacido en Barranquilla.

Hoy, Luis Fernando Jaramillo es el político más de moda en Colombia. Es considerado como la persona con mayor asendiente no solo sobre el Presidente sino sobre el alcalde de Bogotá. Como Gaviria es el presidente más jóven elegido en este siglo, la cercanía de una figura ponderada y equilibrada como la de Jaramillo le puede representar muchos dividendos al nuevo Presidente.

No se le reconoce mayor experiencia en el campo de la relaciones internacionales, pero esto parece no importarle a nadie. Ahora que la política exterior esta mas, determinada por el comercio, el manejo de la deuda y el Banco Mundial que por las fronteras, la hoja de vida de Jaramillo como burócrata internacional le da las credenciales necesarias.

Una caracteristica que no se le conocía son sus inmejorables relaciones con la clase política Esta impresionó tanto a Gaviria durante la campaña, que llegó a pensar en nombrar lo ministro de Gobierno.

Lo raro del nuevo ministro es que, a pesar de haber figurado en primer plano durante la administración Barco, no es sino hasta ahora que comienza a ser considerado una estrella. Su imageneralade un tecnico importado, cordial y disaeto.
Ahora es la de un hombre con el don del consejo.


EL ANALISTA
Es un ministro que lee novelas y poseía, pero no lo nombraron precisamente para la cartera de educación. Se trata de Rudolph Hommes, un bogotano de 47 años, nuevo ministro de Hacienda Detrás de su facha informal se esconde uno de los analistas económicos más agudos con que cuenta el país: Venía actuando desde julio de 1989 como eminencia gris del equipo económico de la campaña de Galán y mantuvo su posición en la de Gaviria.

Hace 25 años pocos se imaginaban que este hijo de alemán y cundinamarquesa acabara manejando las finanzas públicas de Colombia. Cuando se fue a estudiar a California a finales de los años sesentas era un inconforme de pelo largo, sandalias y concierto de rock .
No obstante, tuvo las pilas para obtener su título en negocios en la Universidad de California en Sacramento, seguido por un master en la misma ciudad y un doctorado en la Universidad de Massachussetts. Sus diplomas, curiosamente, fueron firmados por Ronald Reagan y Michael Dukakis, por ese entonces gobernadores de sus respectivos estados.

A pesar de sus títulos en negocios, su vida profesional se ha movido entre las asesorías y la academia. En el desarrollo de su gestión se vera enfrentado al poner en práctica muchos de los diagnósticos que hizo desde las páginas de Estrategia Económica y en sus informes de asesoría. En perfecta sintonía con el presidente Gaviria en materia de política económica, Hommes tendrá que demostrar que es tan buen ministro como analista. Y como mínimo requisito tendrá que mantener esa frase que ya se ha vuelto axioma en Colombia: que la economía va bien, aunque el país está mal.