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Aprobar una norma hecha expresamente para el Presidente es un retroceso institucional no digno de un país como Colombia

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El absurdo del 2014

Cambiar la Constitución para que Uribe pueda regresar a la presidencia cuatro años después de su retiro es tan inconveniente como su segunda reelección inmediata.

11 de enero de 2009

DE TODAS LAS FÓRMULAS políticas que se están discutiendo en la actualidad tal vez la más inconveniente es dejarle una puerta abierta en el 2014 a Álvaro Uribe para que él pueda dejar un sucesor de su confianza en el 2010 y volver cuatro años más tarde si el país lo necesita.

Esta iniciativa ha tomado cierta fuerza pero por las razones equivocadas. Si se analiza con cuidado se llegaría a la conclusión que es aún más desestabilizadora que la de una segunda reelección inmediata de Uribe.

Las razones por las cuales asumir el costo de la puerta abierta para el 2014 no se justifica, son las siguientes:

1 La reelección no inmediata tiene la desventaja de no permitir la continuidad de una obra de gobierno, pues habría una interrupción ya que el nuevo presidente tendría prioridades distintas. También tiene la desventaja de bloquear la renovación política, pues ante la posibilidad de que los ex presidentes puedan volver después de retirarse se frustra la consolidación de nuevos liderazgos. Este problema ya lo padeció el país hasta 1991 cuando la Asamblea Constituyente eliminó la reelección. Las ventajas que tiene alguien que haya gobernado frente a figuras que están surgiendo son enormes. No sólo en materia de reconocimiento sino de financiación, apoyo burocrático y parlamentario.

2 Las personas que están promoviendo la reelección de Uribe cuatro años después de su retiro no tienen ningún interés real en esa fórmula. Recurren a ella como una forma de oponerse a la reelección inmediata en el 2010. Simplemente consideran que ofenden menos al Presidente con la zanahoria del 2014. El ejemplo más ilustrativo de esta contradicción es la posición de Germán Vargas y su partido Cambio Radical, quienes han sido los abanderados del 2014. Es evidente que teniendo en cuenta que Vargas es precandidato a la presidencia esa posibilidad no le interesa. Si llega a ganar las elecciones en el 2010 lo que menos necesita cuando esté buscando su segundo período es un enfrentamiento con Álvaro Uribe.

La única razón por la cual esta es la posición oficial de Cambio Radical es porque evita una segunda reelección inmediata de Uribe. Casi todos los partidarios de dejarle la puerta abierta para el futuro lo hacen por la misma razón.

3 A Álvaro Uribe tampoco le interesa volver a ser candidato en el 2014. Él no es tonto y sabe que quien quede elegido en el 2010 no tendrá el menor interés en pasar a la historia como un paréntesis entre las dos eras Uribe. Por el contrario, querrá dejar su propia huella y seguramente buscará su reelección después de su primer período. También Uribe sabe que es probable que quien lo reemplace sea algún ex funcionario suyo o un miembro de la coalición de gobierno. No tendría mucha lógica ni mucha presentación enfrentarse a uno de los suyos.

4 Lo que le interesa a Uribe de verdad es un tercer período consecutivo en el 2010 para poder terminar su obra de gobierno sin interrupciones. La razón por la cual deja progresar la idea del 2014 es porque si le fracasa la reelección inmediata el fantasma de su posible regreso lo dejaría con más poder como ex presidente. Ante la expectativa de un regreso, las 'roscas' de las corrientes políticas se mantienen vivas. Igualmente, se neutralizan las posibles investigaciones de la administración anterior por parte de los organismos de control. Los aspirantes a la presidencia tienen que ser complacientes con el ex presidente candidato, siempre con la expectativa de que éste no se lance o que les dé el guiño. Todo esto le conviene al ex mandatario, aunque finalmente no se lance, pero le hace daño al país institucionalmente.

5 Para que Álvaro Uribe tenga la puerta abierta para el 2014 se requiere un referendo o un acto legislativo que le permita a una persona que haya ejercido dos veces la Presidencia de la República regresar por un período adicional. Como el único presidente que ha ejercido el poder durante dos períodos es Uribe, la disposición que se estaría aprobando sólo lo beneficiaría a él. No cubriría a ningún otro ex presidente ni a ningún otro cargo de elección popular. Reformar una Constitución aprobando una norma hecha expresamente para el presidente en ejercicio es un retroceso institucional no digno de un país como Colombia. Este argumento obviamente también se aplicaría si se aprueba un tercer período inmediato de Uribe pero eso no lo hace menos vergonzoso.