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El carrusel millonario

El mejor negocio del país es sacar dólares empacados en maletas, consignarlos afuera y retirarlos luego en cajeros automáticos en pesos a la tasa oficial. Son tantos los millones de dólares que las autoridades están preocupadas.

28 de octubre de 2002

Una persona sale a diario con destino a Costa Rica por el aeropuerto El Dorado con 700.000 dólares en efectivo, empacados en una maleta. Esta sería una forma estadística de explicar cómo, en el último año, han ingresado al país centroamericano, provenientes de Colombia, más de 250 millones de dólares, unos 700.000 millones de pesos, una suma que es el doble de las exportaciones anuales del país a Costa Rica. La salida masiva de dólares forma parte de un negocio multimillonario llamado arbitraje cambiario que consiste, en el fondo, en comprar dólares baratos para venderlos más caros. Aunque este negocio no es nuevo, en el último año varias empresas se dedicaron a promoverlo y formaron una sofisticada estructura para hacerlo a gran escala.

La cantidad de dólares que comenzaron a moverse prendió las alarmas en Costa Rica. Ocho gerentes de los principales bancos locales viajaron a Bogotá para preguntarles a las autoridades financieras colombianas qué estaba pasando y si el negocio era legal. Después de varias consultas se fueron más preocupados de lo que llegaron. "El torrente de dólares que cada día llega de Colombia a las ventanillas de sus bancos es legal", fue la respuesta que recibieron de las autoridades financieras colombianas.

Cuatro frases de la resolución número 8 de 2000 expedida por la Junta Directiva del Banco de la República hacen que ese procedimiento esté dentro de la ley: "Los residentes en el país podrán comprar y vender divisas de manera profesional. Dicha actividad podrá realizarse previa inscripción en el registro mercantil". Como los requisitos para ejercer esta 'profesión' son tan sencillos se presume que miles de colombianos se dedicaron a ella.

La operación es legal por donde se le mire, pero por los montos involucrados se convirtió en un fenómeno que ha puesto al sector financiero, al bancario y a las autoridades monetarias y hasta las judiciales, a analizar la compra y salida masiva de dólares de Colombia y el exagerado retiro de pesos a través de los cajeros automáticos.

Su funcionamiento es muy sencillo. En Colombia el dólar de la calle es más barato que el oficial y los profesionales a los que se refiere la resolución mencionada se dedican a comprarlos en ese mercado. Una vez tienen los dólares compran un pasaje al exterior, en este caso Costa Rica, y empacan maletas.

Al salir y al llegar a su destino la persona declara los dólares que lleva. Una vez en San José abre una cuenta en un banco y le expiden una tarjeta con la que puede retirar el dinero en pesos en Colombia, a través de los cajeros automáticos, al cambio oficial del dólar del día. Con los pesos que retira del cajero vuelve a comprar dólares en el mercado libre, empaca maletas, sale otra vez del país y consigna nuevamente en la cuenta en el exterior. De regreso vuelve a retirar la plata en Colombia, y así sucesivamente. Esta operación es denominada 'el carrusel' y, según las autoridades, por lo menos 5.000 operadores están dedicados de lleno a este negocio en el que se mueven millonarias sumas.

Alarma en Costa Rica

El arbitraje cambiario se lleva a cabo con varios países centroamericanos y hasta en euros con países como Italia, España y Francia. Pero ante los montos transportados la primera alarma hasta ahora se prendió en Costa Rica.

En el caso de este país, por lo menos cinco grupos de colombianos promueven el negocio. La entidad más alarmada por lo que está sucediendo, es la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef). Al detectar el ingreso masivo de dólares provenientes de Colombia, y preocupada por el control de lavado de activos, la entidad envió una circular para aclarar a los bancos que "bajo ningún concepto hemos dado aprobación de esta naturaleza y las entidades financieras supervisadas que participen en estas operaciones lo hacen bajo su cuenta y riesgo, y deberán comunicarlo a este despacho en forma inmediata y cumplir a cabalidad con la legislación y regulación vigente en materia de lavado de dinero"¨.

Pero la advertencia del gobierno costarricense no se quedó ahí. Varios funcionarios llegaron también a Bogotá y advirtieron que esos movimientos de dólares en efectivo son objeto de una investigación por la Fiscalía de Narcotráfico de Costa Rica para establecer el origen del dinero. Esas grandes cantidades en efectivo también llamaron la atención de la Superintendencia Bancaria colombiana. En un documento denominado 'Funcionamiento del Mercado Cambiario', de mayo de este año, la entidad asegura que algunos agentes han realizado "ganancias importantes" con el esquema, que alcanzó la suma de 241 millones de dólares en 2001 y 58 millones en el primer trimestre de 2002. La Dian también sostiene que el negocio en un gran porcentaje tiene como destino a Estados Unidos y Costa Rica y se completa de regreso al país mediante retiros en cajeros electrónicos.

En cuanto a otros países, Panamá y Ecuador suspendieron la apertura de cuentas bancarias con millonarias sumas de dinero colombiano y le dijeron no al arbitraje cambiario. Y en Costa Rica la Superintendencia de Entidades Financieras investiga a los grupos involucrados. SEMANA conoció la indagación en la que se revelan los convenios existentes entre nueve empresas, colombianas y costarricenses, que han consignado 68 millones de dólares en tan sólo tres meses para realizar el arbitraje cambiario.

Los convenios

A las autoridades les llamaron la atención, entre otros, tres convenios firmados entre la Casa de Cambio Vinir, S.A. con sede en Costa Rica, y Cambios y Capitales, Mercurio Internacional y la comisionista de Bolsa Obursátiles de Colombia.

Vinir es una de las compañías que más dólares ha ingresado a Costa Rica. Su presidente, Vinicio Esquivel Goicochea, firmó tres contratos de remesas en septiembre de 2001 y en ese mismo mes ingresó 20 millones de dólares a través de las firmas colombianas. Su abogado externo, Ignacio Esquivel, le dijo al periódico La Nación que reciben de Cambios y Capitales entre 1,5 y dos millones de dólares al mes. Por transferirlos, afirma Esquivel, Vinir recibe el 1 por ciento de comisión.

El documento oficial de la Superintendencia de Costa Rica señala: "Aún cuando Casa de Cambio Vinir alega que las divisas son adquiridas a través de una casa de cambio supervisada por la Superintendencia Bancaria de Colombia, es inusual que Cambios y Capitales realice el traslado de efectivo en un vuelo comercial por medio de un funcionario, con el riesgo que conlleva dicho trasiego".

Otra cosa que le llamó la atención a la Superintendencia es una cláusula en que las partes se comprometen a "informar cualquier investigación que adelantaren las autoridades colombianas y/o internacionales respecto de remesas ejecutadas bajo este contrato". SEMANA le preguntó a la coordinadora del grupo de casas de cambio de la Superintendencia Bancaria, Beatriz Helena Londoño, si conocía estos convenios: "Nosotros, por supervisión, tenemos copia de los convenios que firman las 12 casas de cambio que hay en el país, pero no puedo dar información, porque están amparados bajo la reserva".

Diego Ortega, el tesorero de Cambios y Capitales, una de las mayores casas de cambio del país, sostuvo que ellos exigen más de 12 documentos a los cambistas de la calle para evitar hacer transacciones con personas sospechosas. "Nosotros trabajamos con 14 profesionales cambistas que consiguen los dólares en la calle y nos los venden y ellos tienen que reportar a la Unidad de Inteligencia y Análisis Financiero (Uiaf) que depende del Ministerio de Hacienda. Un funcionario nuestro sale todos los días hacia Costa Rica a entregar los dólares en efectivo con la vigilancia de la transportadora de valores Atlas. No llevamos los dólares en maletas sino en tulas que las huelen hasta los perros antinarcóticos y en nuestra compañía todo el mundo pasa por el detector de mentiras. ¿Sabe por qué? Porque nos cuidamos para no negociar con personas sospechosas.

Las tarjetas

En el documento de Costa Rica se habla de otro contrato entre Comercard y Servibanca de Colombia. Comercard es una empresa costarricense que maneja tarjetas de crédito bajo licencia de Visa Internacional y Servibanca es la red de cajeros automáticos más grande de Colombia. En el contrato Comercard se comprometió a diseñar una tarjeta denominada VIP para que los colombianos puedan retirar efectivo única y exclusivamente a través de los 600 cajeros de Servibanca de Colombia. Para seleccionar a los clientes se encargó a la firma de colombianos VIP Investment, con sede en Costa Rica, cuyo presidente es el colombiano Carlos Cure Lemaitre.

La empresa le da a cada cliente 25 tarjetas, de las cuales puede utilizar 10 y el resto se reparten entre personas que el cliente recomiende, a razón de dos para cada uno. Estas personas son los 'profesionales' que adquieren dólares en el mercado libre colombiano y se trasladan con el efectivo en vuelos comerciales hacia Costa Rica, en donde es depositado en una cuenta corriente de Comercard en el Banco Nacional.

En esa cuenta, en tan sólo cinco meses, se hicieron depósitos en efectivo por 44 millones de dólares y, según la Superintendencia de Costa Rica, el banco recibió una nota del gerente de Comercard en la que le indica que "los depósitos se estabilizarían en el orden de un millón de dólares diarios". Sin embargo hace 10 meses, según la Superintendencia costarricense, el banco le canceló a Comercard el recibo de depósitos en efectivo provenientes de Colombia.

Carlos Cure le explicó a La Nación el procedimiento que utiliza para mover tal cantidad de dólares al mes. "VIP Investment les compra los dólares a cambistas colombianos, los transporta a Costa Rica en maletas y luego los deposita en cuentas de la empresa Comercard en bancos nacionales. Cuando se acredita la transferencia sacamos el dinero en Colombia, en pesos, con tarjetas de débito internacionales".

Consultado sobre si puede garantizar que el dinero es limpio el empresario respondió que él no es detective ni tiene las potestades para dar fe de la proveniencia del dinero. "Somos igual de susceptibles al riesgo como lo es cualquier banco", le dijo a la periodista costarricense Giannina Segnini, de La Nación. En ese mismo dilema están las autoridades costarricenses, colombianas y estadounidenses. Desconocen el origen de los millones de dólares que se están moviendo a través del arbitraje cambiario. La Superintendencia de Costa Rica lo dice en su documento: "El riesgo de procedencia ilícita se incrementa cuando las divisas son adquiridas a través de los denominados compradores y vendedores profesionales o cambistas de Colombia".

En el ojo del huracan

Por todas estas inquietudes no es de extrañar la presencia en Colombia de fiscales de narcotráfico, gerentes de bancos y funcionarios de la Superintendencia de Costa Rica que llegaron a Colombia alarmados por la avalancha de dólares en su sistema financiero. SEMANA conoció que la propia DEA fue alertada de lo que está sucediendo y en reuniones periódicas con el DAS y con las autoridades de control cambiario están investigando el origen de estos dineros. "Las transacciones ya desbordaron el límite. Son multimillonarias. Y si existen personas que se ocultan detrás de terceros para conformar empresas que, al parecer, pueden estar sirviendo de fachada para ocultar actividades delictivas, no le quepa la menor duda que las vamos a descubrir", le dijo a SEMANA uno de los investigadores de la DEA.

Ellos dicen que en sus seguimientos han descubierto cajeros semiprivados que están ubicados en sitios estratégicos y en donde una persona puede entrar, cerrar, bajar una cortina y quedarse ahí todo el día sacando dinero en efectivo.

La red de inteligencia estatal que observa el movimiento de todos los cajeros del país ha detectado casos en que en un solo cajero una sola persona ha retirado hasta 100 millones de pesos, un domingo, utilizando varias tarjetas débito. En la relación de movimientos de cajeros automáticos, mes a mes, al cual tuvo acceso SEMANA, sólo en agosto pasado fueron retirados 14.000 millones de pesos por cajeros de Servibanca,con varias tarjetas expedidas por Comercard. La superintendente bancaria, Patricia Correa, dijo a SEMANA que el gobierno desea que los cajeros automáticos queden bajo la vigilancia de la entidad a su cargo. "Hoy nosotros desconocemos los movimientos de esta red de cajeros, Servibanca, ATH y la red Multicolor, porque no están obligados a reportar sus actividades", dijo.

SEMANA consultó con el abogado de Servibanca, Manuel Enrique Cifuentes Muñoz, sobre las multimillonarias transacciones a través de los cajeros automáticos.

"Nosotros le hemos pedido concepto sobre el arbitraje cambiario a todas las autoridades y nunca ha habido problema. Y nos han dicho que el negocio es legal. Hay que tener cuidado para que no se preste para el lavado de activos, pero lo cierto es que este negocio ha sacado de la olla a muchos colombianos", señaló.

Con respecto a los cajeros semiprivados el abogado de Servientrega dijo que "desconocíamos que en Costa Rica le daban 25 tarjetas débito a cada cliente. Eso lo tendrían que aclarar Comercard y Vinir, que son los que firmaron el contrato. Y es cierto, en un mes se retiran 14.000 millones de pesos a través de los cajeros. Ese es el negocio del carrusel".

La gran pregunta detrás de todo este negocio legal es ¿de dónde salen tantos dólares? Ahí es donde las autoridades tienen sospechas y por eso están investigando.