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Héctor Navarro (izq.) cree que María Luisa Piraquive (der.) cometió 13 delitos. | Foto: Archivo SEMANA

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El ‘caza sectas’ que denunció a María Luisa Piraquive

Héctor Navarro, quien ha enfrentado a decenas de sectas que abusan de sus fieles. Cree que Piraquive cometió 13 delitos.

14 de febrero de 2014

Ha viajado por todo el continente cazando sectas y denunciando a quienes abusan de la fe de los otros. Es un convencido de que la labor pastoral no se puede hacer bajo engaño y por eso creó la Fundación Víctimas de Sectas en Argentina.


Se trata de Héctor Navarro, un argentino que con una denuncia logró que la justicia pusiera tras las rejas al pastor Álvaro Gámez, aquel líder de la Iglesia Salem de Pasto, quien se aprovechaba de su condición de guía espiritual para tener relaciones sexuales con algunas de sus fieles. Gámez hoy enfrenta un juicio.

También fue Navarro quien denunció en Uruguay a una supuesta enviada de Dios que esclavizaba a sus seguidores para que trabajaran gratis en sus negocios. Lo mismo hizo contra miembros de la Escuela Yoga en Buenos Aires (Argentina), Juan Percowicz, quien, presuntamente, inducía jóvenes a tener relaciones bajo engaño. Su lema “El silencio, el arma poderosa del agresor”.

Todo eso y más ha hecho que acudan a él cientos de personas que se sienten víctimas de agresiones por parte de sectas en Suramérica. Su más reciente objetivo es la Iglesia de Dios Ministerial Jesucristo Internacional. Esta es la Iglesia de María Luisa Píraquive, que está bajo la lupa por presuntas discriminaciones y es investigada por presunto lavado de activos.

Navarro viajó a Colombia hace pocas semanas. Estuvo en Bogotá, Bucaramanga, entre otras ciudades donde entrevistó a decenas de exseguidores esta iglesia. Recogió información documental, hizo grabaciones, constató hechos y no dudó en interponer una denuncia contra María Luisa y el senador Carlos Alberto Baena por una serie de presuntos delitos como estafa, concierto para delinquir, enriquecimiento ilícito, constreñimiento electoral, falsedad en documento público, falsificación de identidad de personas, discriminación, violación a los derechos de los niños, lesiones, acceso carnal, atropellos contra la dignidad humana, narcotráfico y posible homicidio, entre otros.

En el caso del narcotráfico, Navarro se basa en denuncias y acciones judiciales contra el pastor David Andrés Acevedo, capturado en Argentina por presuntas actividades de narcotráfico. En el caso de constreñimiento electoral, revisó videos que muestran al senador Baena exigiendo a los fieles de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional conseguir votos, de la manera más tradicional, para su partido MIRA.

En cuanto a la estafa, Navarro dice en su denuncia. “Algo que comprobé también es que en la IDMJI utilizan sistemáticamente un ardid para estafar a los incautos que llegan a sus templos en una búsqueda espiritual. El recién llegado es inmediatamente separado del resto de los asistentes porque recibirá una ‘profecía’ por intermedio de un ‘profeta’. El 'profeta' directamente habla en primera persona como si fuese Dios”.

En cuanto a un presunto homicidio, la denuncia asegura: que "Iván Moreno Piraquive, hijo de Luis Moreno y de María Luisa Piraquive, denunció en el año 2005 el presunto homicidio de su padre en el año 1996. Había sido previamente apartado de la IDMJI por su confesa condición de homosexual. Sin embargo, se retractó de la denuncia cuando su madre le entregó una mansión en Miami (Florida) y dos automóviles Audi".

Así como lo anterior, Navarro argumentó en 28 páginas los presuntos delitos cometidos por la líder de la iglesia ministerial. Todo esto se suma a la denuncia por posible lavado de activos que ya llevó a María Luisa ante un fiscal para explicar la proveniencia de sus millonarias propiedades en Colombia y en el exterior.

Los dueños de la Iglesia han dicho que ellos se apoyan en la palabra de Dios y que no son una secta. También argumentan que quienes los persiguen son el 'diablo’ y María Luisa no le tiene miedo. Pero la Fiscalía irá más allá de esos conceptos para enfocarse en lo fáctico: presuntos delitos contemplados en la ley terrenal.