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"El club de los ex presidentes es una figura antipática"

Alejandro Santos entrevista a Alfonso López Michelsen

7 de septiembre de 2003

SEMANA: En una columna de 'El Tiempo' se dijo que usted había dicho que se retiraba de la política? ¿Es cierto?

Alfonso Lopez: Rodrigo Pardo escribió que yo daba dos razones para no formar parte del club de los ex presidentes; dos razones débiles. Una de ellas, que yo había dicho que estaba retirado de la política. Jamás he dicho que he estado retirado. He dicho una cosa muy distinta, pero que él confunde. He dicho que los ex presidentes han perdido vigencia, no tienen autoridad sobre el partido. Más aún, saqué una expresión de Truman, que dice que nosotros los ex presidentes somos muebles viejos.

SEMANA: ¿Si cree que en Colombia los ex presidentes son muebles viejos?

A.L.: Sí. Y le voy a decir qué pruebas tengo. Que nos derrotaron en la batalla de los homosexuales. Y que nos derrotaron (a mis colegas) en la posición oficial del partido frente al referendo.

SEMANA: ¿Por qué cree que han perdido tanto poder los ex presidentes en los últimos años?

A.L.: Porque el club de los ex presidentes es una figura antipática.

SEMANA: ¿Cuál cree que debería ser el papel de un ex presidente en Colombia?

A.L.: Los ex presidentes nunca deben intervenir en decisiones de carácter electoral. Es el caso, por ejemplo, del referendo. Esa es una batalla electoral de cuyo resultado se desprenden una cantidad de consecuencias y eso está polarizando más y más, al punto que ya nadie escucha el contenido del referendo.

SEMANA: ¿Está en favor de que se vote el referendo?

A.L.: Mi decisión es no meterme en el tema del referendo porque es un tema eminentemente electoral. Pienso que si nos metemos más los ex presidentes se ahonda más la diferencia.

SEMANA: ¿No se va a pronunciar ni en favor ni en contra?

A.L.: No, pero sí voy a votar como un ciudadano particular.

SEMANA: ¿Por qué decidió ir al Congreso a defender la causa de los homosexuales?

A.L.: Fui porque era un test de tolerancia e intolerancia, era de la esencia de cada uno de los partidos. El liberalismo está defendiendo la tolerancia hacia las minorías y el conservatismo está defendiendo el statu quo. Ahí queda claramente delimitada la mentalidad de cada uno de los dos partidos.

SEMANA: ¿Qué opina de que los candidatos del Partido Liberal en las principales ciudades estén de coleros en las encuestas?

A.L.: Es porque en las grandes ciudades no impera la disciplina del partido sino el voto de opinión. Eso se ve en Bogotá, Cali y Barranquilla. Pero en los pequeños municipios hay bancada liberal.

SEMANA: ¿En términos generales, cómo ve al gobierno de Uribe?

A.L.: Ha hecho un buen gobierno, pero creo que es mejor Uribe que los uribistas.

SEMANA: ¿En qué sentido?

A.L.: Yo soy de Uribe pero no de los uribistas. A pesar de que cuando salió derrotado Serpa le atribuyó su derrota al apoyo que le di públicamente a Uribe. Serpa dijo entonces que lo había derrotado la oligarquía de López.

SEMANA: ¿Usted cree que el gobierno de Uribe es de derecha?

A.L.: No, es un gobierno pragmático. Como decía Deng Ziao Ping, no importa si el gato es negro o blanco con tal de que cace ratones.

SEMANA: ¿Qué tanto de Uribe es imagen y qué tanto es liderazgo?

A.L.: A Uribe lo cogió la crisis más aguda. Si fuera el sucesor de Carlos Lleras, por ejemplo, no se destacaría tanto, pero el contraste con Pastrana lo convierte en un grande.

SEMANA: ¿Qué tan positiva o negativa ve la creciente injerencia en Colombia? ¿Cree, como señalan algunos, que el Tío Sam está interviniendo en los asuntos internos y hasta pidiendo las cabezas de generales?

A.L.: Yo no creo en eso. Yo no creo que pidan específicamente cabezas de generales. Esas interpretaciones son rezagos de una posición antiyanqui que data de los años 20.

SEMANA: ¿Qué opinión le merece el regaño de Uribe por la carta que le enviaron los ex presidentes, en la que Uribe dice que no pueden equiparar al Presidente de Colombia con el jefe de las Farc?

A.L.: Esas son mis quejas contra los medios. ¿Ustedes creen que hay una carta firmada por los tres presidentes dirigida a Uribe y 'Marulanda'?

SEMANA: ¿Acaso no existe la carta?

A.L.: Lo que hay es una carta redactada por los familiares de los secuestrados que buscaba la solidaridad de un grupo de personas, entre los cuales estábamos los ex presidentes.

SEMANA: Pero ustedes la firmaron.

A.L.: Sí, pero eso es un acto de solidaridad humana. Se necesita cierto grado de intemperancia para creer que unas personas que están pidiendo un favor insulten, agredan, ofendan o subestimen a la persona a quien están pidiendo el favor.

SEMANA: Siguiendo con el tema del acuerdo humanitario, ¿cómo interpreta el video de Ingrid Betancourt?

A.L.: Los planteamientos de Ingrid coinciden con los del DIH para los conflictos internos. Se deben aliviar las consecuencias de la guerra y proteger a las víctimas. Y dentro de las instituciones del DIH está, obviamente, el tratamiento de los prisioneros. En este capítulo está lo que se llaman acuerdos especiales o humanitarios para canjear, bajo el patrocinio de la Cruz Roja, los prisioneros de parte y parte. Es un mecanismo para cambiar prisioneros semejante en algunos aspectos al canje de espías que existió mucho durante la época de la Guerra Fría. Eso no tiene nada que ver con el fin de la guerra. Es un mecanismo muy circunscrito a ese tema y obviamente no le pueden poner condiciones políticas al canje.

SEMANA: Usted es partidario de que el gobierno rescate a los secuestrados aun con la oposición de sus familiares?

A.L.: Es una obligación del gobierno rescatar a todo secuestrado. No debe pedir permiso sino informar.

SEMANA: ¿Está de acuerdo con la reelección, tanto presidencial como de alcaldes y de gobernadores?

A.L.: Los que están detrás del proceso de reelección es un grupo de gente que quiere adueñarse del gobierno en forma permanente. Eso a lo que se parece es a la rosca que se formó en Estados Unidos para perpetuar la dinastía de los Kennedy. La mentalidad detrás de esto es que nosotros somos los buenos y los otros son los malos.

SEMANA: ¿Pero usted está de acuerdo con la figura de la reelección presidencial?

A.L.: No tenemos la cultura política para que un presidente haga campaña para su reelección siendo todavía presidente. Imagínese, con el poder de nombramiento, los recursos y manejo de medios que tiene es difícil que la competencia no sea desigual. Esa figura puede funcionar en el Primer Mundo pero en el Tercer Mundo tiene muchos riesgos. En América Latina, Menem y Fujimori se hicieron reelegir y luego cayeron en desgracia. Y aquí Rojas cayó en el 57 tratando de extender su mandato.

SEMANA: ¿Lo mismo lo aplicaría a mandatarios locales?

A.L.: Con más razón.

SEMANA: ¿Usted cree, como dicen algunos, que estamos ganando la guerra?

A.L.: No sé. No tengo elementos de juicio. Pero veo una cosa muy peligrosa, y es que esto se está 'pabloescobarizando'. Ya no hay batallas, episodios militares como había hace tres años. Lo que hay hoy es minas quiebrapatas, bombas en las ciudades, pipetas de gas en el campo y chantaje político a través de secuestros de personalidades.