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Cerca al municipio de Hacarí, Norte de Santander, Victor Ramón Navarro, alias Megateo, asesinó en abril de 2006 con cargas explosivas a diez agentes del DAS y siete militares que iban tras él.

JUDICIAL

El ‘coco’ de cuatro ministros

El amo y señor de una vasta zona del Catatumbo se llama Megateo, jefe de la última disidencia activa del EPL. Un Robin Hood con plata del narcotráfico que compra autoridades y simpatía popular.

28 de enero de 2012

Los últimos cuatro ministros de Defensa de Colombia han enfrentado un fantasma que no han podido derrotar. Se trata de Víctor Navarro, alias Megateo, quien comanda un pequeño grupo de 50 guerrilleros del EPL en la región del Catatumbo y se ha vuelto una verdadera pesadilla para las Fuerzas Militares y el gobierno.

El 15 de enero, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, anunció una recompensa de 2.000 millones de pesos por Megateo al final de un Consejo de seguridad de emergencia en Tibú, Norte de Santander. Pocos días antes, el Catatumbo y buena parte del departamento habían sido prácticamente paralizados por atentados y amenazas de bombas y en casi todos el célebre guerrillero estaba involucrado directa o indirectamente (el frente 33 de las Farc también participó). El 6 de enero estalló un artefacto en el municipio de El Tarra y días atrás había sido atacada la estación de Policía. San Calixto permaneció incomunicado unos días por un camión bomba que bloqueó la única vía de acceso. El 13 de enero una volqueta con explosivos fue detonada cerca de Tibú. Un día después una torre de energía fue dinamitada en la zona. Con semejante comienzo de año no es raro que el ministro Pinzón haya ofrecido la recompensa por Megateo. Pero no es el primero y, quizá, no será el último en hacerlo. Sus antecesores, Rodrigo Rivera, Gabriel Silva y el propio Juan Manuel Santos, lo hicieron sin éxito.

Megateo y su medio centenar de hombres actúan en una zona donde hay fuerte presencia de las Farc, con el frente 33, y del ELN. Lo que resulta sorprendente es que aunque estas dos organizaciones son más fuertes en número de combatientes y armas que la pequeña disidencia del desmovilizado EPL que lidera Megateo -llamada frente Libardo Mora Toro- es él quien fija las condiciones de la guerra en la región. "Aunque tiene el grupo más pequeño, tiene alianzas muy fuertes con las Farc y el ELN, no solo para temas de narcotráfico sino también para temas eminentemente tácticos y estratégicos ligados con la guerra. Megateo es el que manda la parada en esta zona", dijo a SEMANA un oficial antinarcóticos que lleva varios años tras el guerrillero.

Megateo nació el 25 de enero de 1976 en el municipio de San Calixto, Norte de Santander. A los 15 años ingresó al EPL y toda su vida se ha movido en la misma zona, que conoce como pocos. Pero esa no es su única ventaja. Actúa como todo un Robin Hood. Según una persona de la región, reparte útiles escolares, lleva personalmente mercados a ancianas en veredas apartadas, da regalos de Navidad, hace fiestas. Ese conocimiento de las condiciones geográficas no ha sido la única ventaja que ha logrado capitalizar Megateo. "Lo que ha conseguido muy hábilmente es un respaldo grande por parte de la población desde hace años. Sabe cómo ganarse a la gente y la gente es muy leal con él. Le avisan si hay movimientos de tropa, de gente rara, etcétera", afirma el oficial.

El dinero con el que Megateo ha logrado 'comprar' ese respaldo viene de la principal actividad económica del Catatumbo. La región es clave para el cultivo de coca y procesamiento de cocaína y tiene rutas estratégicas para el tráfico y la exportación. Narcotraficantes como Daniel 'el Loco' Barrera, entre muchos otros, deben pagarle a Megateo por pasar la droga y por tener laboratorios en la región.

Una de las pocas debilidades que las autoridades le conocen a este hombre es su familia, especialmente su esposa y su pequeña hija. Quienes lo han perseguido por años afirman que ese apego se debe a que a finales de la década de los años noventa, cuando los grupos paramilitares estaban entrando al Catatumbo, Megateo fue testigo de cómo los paras torturaron y descuartizaron a su madre y su hermana menor.

Otro elemento sorprendente del jefe del EPL en Catatumbo es que, a diferencia de las otras guerrillas, ha mostrado habilidad para corromper e infiltrar las fuerzas militares y los organismos de inteligencia. Una de las entidades que más de cerca lo persiguió fue el DAS. En abril de 2006, el entonces director de esa entidad planeó una audaz operación para capturarlo. Desde Bogotá envió un grupo de diez detectives quienes, junto con siete militares, debían arrestar a Megateo. La operación se planeó en máximo secreto, desde Bogotá, ya que no se confiaba en los órganos de seguridad locales. El 21 de abril se lanzó la operación que terminó siendo el mayor desastre en los 58 años de existencia del DAS. Varios días antes Megateo se enteró y cuando el convoy de agentes viajaba cerca al municipio de Hacarí hizo estallar cargas explosivas. Los 17 detectives y militares que iban tras él murieron.
Desde ese momento Megateo pasó a ser uno de los hombres más buscados. Desde entonces, y como lo hizo hace dos semanas, el gobierno viene ofreciendo recompensas por su captura o muerte. Las investigaciones a raíz de lo que ocurrió en Hacarí dejaron al descubierto que el nivel de penetración y corrupción que había logrado Megateo era mucho más alto de lo que se había pensado. La dirección de contrainteligencia del DAS obtuvo en su momento una serie de comprometedoras grabaciones entre Megateo y un coronel de la brigada 15 en las cuales, en tono familiar, el oficial le daba datos sobre ubicaciones y movimientos de tropas (escuchar audio en semana.com). En su momento, la versión oficial sobre esas charlas entre el coronel y el guerrillero fue que se trataba de una 'operación de inteligencia' para dar con Megateo. Algo que nunca quedó claro ni fue exhaustivamente investigado.

La primera y única vez que Megateo fue arrestado ocurrió en julio de 2008. Dos de sus más cercanos hombres de confianza aprovecharon una fiesta y lo drogaron junto con uno de sus escoltas. Con anterioridad se habían contactado con agentes del DAS en Cúcuta y habían negociado la entrega del guerrillero a cambio del pago de 500 millones de pesos, la recompensa que en ese momento se ofrecía. Con Megateo inconsciente, sus hombres lo entregaron a dos detectives del DAS cerca de Ocaña, quienes lo esposaron, lo acostaron junto a su escolta, también drogado, en el platón de una camioneta y partieron hacia Cúcuta. Lo que ocurrió es un misterio. Megateo jamás llegó a su destino. Lo único que se sabe es que, según la versión de los detectives que lo transportaban, el guerrillero habría despertado y saltó de la camioneta en movimiento. Sus guardianes alegan que no pudieron perseguirlo ni dispararle porque sus armas no funcionaron. Aunque por esa fuga de Megateo no hay un solo capturado, más de la mitad de la seccional de Norte de Santander fue relevada, comenzando por los directivos, pues existía la sospecha de que estuvieron involucrados en el escape.

Desde esa fuga hace casi cuatro años es poco lo que ha cambiado. Megateo sigue como comandante del frente Libardo Mora Toro del EPL y, desde las montañas de su natal Catatumbo, observa cómo otro ministro de Defensa vuelve a ofrecer otra recompensa por él.