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“El crimen de Álvaro Gómez debe ser de lesa humanidad”

El sobrino del dirigente conservador pide a la CIDH en Washington que la acción penal por el magnicidio no prescriba.

Por Juan Carlos Iragorri, corresponsal de SEMANA en Washington
11 de abril de 2014

Con la idea de que no prescriba la acción penal y de que los testigos reciban protección para declarar, la familia de Álvaro Gómez Hurtado, periodista y dirigente conservador asesinado en Bogotá el 2 de noviembre de 1995, toca este viernes en Washington a la puerta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

El abogado Enrique Gómez Martínez, hijo del exsenador Enrique Gómez Hurtado y sobrino del dirigente que cayó víctima de las balas frente a la Universidad Sergio Arboleda, se presentará en la CIDH junto con representantes del Proyecto de Litigio de Alto Impacto de la American University con sede en la capital estadounidense.

"Lo que pretendemos es que la CIDH pida que la acción penal por el crimen contra Álvaro Gómez no prescriba en el año 2015 y que ese delito sea considerado de lesa humanidad. También esperamos que algunos testigos reciban protección. Hoy no pueden hacerlo porque están en peligro", le dijo Gómez Martínez a Semana.com. Para él es claro que la investigación por el magnicidio ha ido extrañamente a paso de tortuga.

Entre las aspiraciones de Enrique Gómez Martínez se cuentan asimismo una declaratoria del Estado colombiano donde reconozca la ineficacia de la investigación, y, de otra parte, el reconocimiento de una indemnización a los familiares de la víctima.

Gómez Martínez insiste en que detrás del asesinato de Álvaro Gómez está el gobierno de entonces, más concretamente el presidente Ernesto Samper Pizano y el ministro del Interior, Horacio Serpa Uribe, y que entre los actores materiales hubo sectores de la Policía y miembros de los carteles de la droga.