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El dilema de la reubicación por el invierno

Las últimas lluvias en Colombia revelaron que unos dos millones de personas viven en zonas de alto riesgo de inundación o deslave.

Alianza BBC
Hernando Salazar, BBC Mundo
23 de diciembre de 2010

El peor invierno en la historia de Colombia ha dejado más de dos millones de damnificados, casi 300 víctimas fatales, más de 200 mil viviendas dañadas, un millón de hectáreas inundadas, centenares de vías averiadas y multimillonarias pérdidas económicas. Ahora, el país se enfrenta al dilema de reubicar a 400 mil familias que viven en zonas de alto riesgo.
 
Esas familias son las que han puesto la mayor cuota de muertos en esta temporada invernal, agravada por el fenómeno de La Niña.
 
La gran pregunta es cómo, cuándo, con qué dinero y hacia dónde reubicar a esos dos millones de personas, en su gran mayoría pobres, para evitar que en pocos años otro invierno dañe lo que se ha hecho y mate a más personas.
 
El tema ha generado debate después de que el presidente Juan Manuel Santos declaró que el país debería aprovechar esta tragedia para pensar en la reubicación de algunos pueblos. Una propuesta que fue respaldada por el presidente del Senado, Armando Benedetti. Pero una medida difícil de llevar a la práctica.
 
El caso de Gramalote
 
Santos habló del tema luego de que los 3.000 habitantes de Gramalote, Norte de Santander, fueran evacuados de emergencia cuando una montaña empezó a sepultar el pueblo.
 
Pero la ministra de Vivienda, Ambiente y Desarrollo Territorial, Beatriz Uribe, le precisa a BBC Mundo que el gobierno no está pensando en la reubicación de pueblos enteros, sino de zonas específicas, "en pequeñas y grandes ciudades".
 
Se trata de personas que viven muy cerca de las orillas de los ríos o en zonas montañosas que pueden sufrir deslaves mortales, como el que hace tres semanas sepultó medio centenar de casas y dejó más de 100 muertos en Bello, Antioquia.
 
El dilema no es fácil de resolver y también tiene que ver con los costos de reubicación, que según la ministra Uribe superan los US$6.000 millones.
 
Esta semana, las autoridades ambientales ordenaron la evacuación de Puerto Nuevo, un caserío del Valle del Cauca, donde viven unas 500 personas, ante la inminencia de la caída de una montaña. Al mismo tiempo se discute la suerte de otro pueblo en la misma zona, La Sierra, que se ha hundido varios metros por una falla geológica.
 
Reubicación de poblaciones
 
El presidente Santos prometió que, en las tareas de reconstrucción y reubicación, "vamos a escoger a Gramalote como un ejemplo de lo que vamos a hacer con este país, después de esta tragedia".
 
Sin embargo, en su diálogo con BBC Mundo, la ministra Uribe reconoció que este gobierno, que terminará en agosto de 2014, no alcanzará a reubicar a todas las familias que viven en zonas de riesgo y promete hacerlo con "200 mil familias".
 
La ministra se queja de los trámites, dice que "esta emergencia no aguanta el ritmo de nuestra burocracia" y anuncia que el gobierno expropiará tierras para las tareas de reubicación.
 
Pero expertos en desarrollo humano, como el economista y profesor Jorge Iván González, le insisten a BBC Mundo que el invierno "debería ser la oportunidad para reordenar territorialmente al país", una tarea pendiente por décadas.
 
Falta de normas "claras"
 
González lamenta que Colombia no tenga normas claras sobre dónde puede haber asentamientos humanos, dónde se puede sembrar y dónde pueden tener ganaderías.
 
Además, advierte sobre las consecuencias ambientales que pueden generar las concesiones mineras, que ya tienen a su disposición unos 4,5 millones de hectáreas.
 
Según González, "el país no le está poniendo todo el cuidado a las fuentes de aguas en los páramos, ni a la deforestación, ni al cuidado de los humedales".
 
Según el experto, si el gobierno colombiano tuviera voluntad política, podría conseguir recursos para reubicar a todas las familias que viven en zonas de alto riesgo, muchas de las cuales se resisten a dejar lo poco que tienen.
 
"Se pueden utilizar dineros de los fondos de pensiones para financiar casas y también se pueden subir los impuestos de los predios rurales para darles más recursos a los municipios", concluye.