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Cabo tercero del Ejército Carlos Fabián Huertas, secuestrado por el ELN. | Foto: Archivo particular

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El drama de la familia del cabo Huertas

Carlos F. Huertas, de 22 años, está secuestrado por el ELN desde el pasado 22 de mayo.

21 de junio de 2013

En el país, algunos padres se sienten orgullosos de que sus hijos ingresen a la fuerza pública. En el caso de Aidé Huertas, madre del cabo tercero del Ejército Carlos Fabián Huertas, secuestrado por el ELN hace un mes, la incorporación del joven a la vida militar fue la realización de un sueño, el de su hijo menor.

La madre de Huertas narró a Semana.com la angustiosa experiencia que ha vivido tras el cautiverio de su hijo, y habló sobre las razones por las que otro de sus hijos partió a las filas del Ejército, aun cuando el primero que lo hizo salió enfermo de la institución.

“Él es mi hijo consentido. Para mí, ese niño es un ser hermoso que siempre está orgulloso de nosotros, su familia. Siempre está pendiente de su hermano, quien quedó con problemas siquiátricos desde cuando fue soldado profesional del Ejército. Cuando se acababan los medicamentos que él requería, Fabián me daba el dinero para comprarlos”, recordó.

Aidé confesó que a pesar del mal que padece su otro hijo, no se opuso a la carrera militar que quería emprender Fabián. "A los hijos no hay que cortales las alas", dijo.

“Uno tiene que respetar las decisiones de cada persona, y desde niño, siempre Fabián dijo que él quería ser suboficial. Su deseo era estar en el Ejército. Al terminar el bachillerato, le dije que fuera a ver los cursos de ingeniería de petróleo, pero no le gustaron. Me dijo que su sueño era hacer el curso como militar”.  

Aidé contó que una vez Fabián comenzó a trabajar en el Ejército se convirtió en un gran respaldo para la familia al apoyarla económicamente. “Siempre me ha dicho que quiere que yo no trabaje más, que ya bastante duro me ha tocado en la vida”.

Esta familia, que vive en el barrio La Paz, ubicado en la comuna ocho de Neiva, Huila, le pide al ELN una prueba de supervivencia de su hijo, hermano y tío.

La sacrificada carrera militar

Nina Andrea Huertas, hermana del cabo secuestrado, le contó a Semana.com el sacrificio que representó para su familia la carrera de suboficial que siguió Fabián. Aseguró que todos los miembros de la familia (cuatro hermanos trabajaron "muy duro" para pagar el préstamo con el que pagaron el curso.

“Para que mi hermano consiguiera su sueño, trabajamos muy fuerte como vendedores ambulantes. Hemos sido muy pobres, pero su deseo desde niño siempre fue ser militar y tener un cargo en el Ejército, por eso, sacamos un crédito y lo pagamos con las ventas que hacíamos. Fabián ingresó a la escuela de suboficiales, donde hizo el curso de dos años. Cuando fue secuestrado llevaba tres años en el Ejército. En septiembre ascendió al rango de cabo segundo”, narró.

Nina recordó la última vez que el suboficial visitó su casa, ubicada en la capital huilense. “Él estuvo en vacaciones desde el 23 de marzo hasta el 10 de abril. Mientras estaba lejos, en su trabajo, siempre manteníamos comunicación por teléfono”.

“El 21 de mayo, la noche antes de que lo secuestraron, hablamos y nos dijo que estaba contento porque el 5 de junio salía a vacaciones. Nos contó que cuando viniera nos ayudaría con las ventas. Su deseo era que trabajáramos fuerte para el San Pedro”, agregó Nina, quien también envió un mensaje a la guerrilla.

“Para nosotros es muy importante mi hermano, tenerlo aquí, en el hogar. Quiero que lo devuelvan, que lo liberen porque es una persona muy sencilla y lo necesitamos”. Por último, le pidió a Fabián seguir aferrado a la Virgen de Guadalupe y al Señor de los Milagros, santos de quienes son devotos el joven y su familia.

Lo que dice el Ejército


El brigadier general Juan Pablo Amaya, comandante de la II División del Ejército, unidad militar a la que pertenece el cabo tercero Huertas, le aseguró a este medio que desde cuando ocurrieron los hechos en Norte de Santander, en los que murieron 11 militares y se desató el secuestro del uniformado, se adelantan intensos operativos para dar con su paradero.

“Por principio y por el manejo de la reserva de información en este tipo de operaciones, no damos detalles, porque eso sería develarle el secreto al enemigo. Desde el mismo momento en que se presentaron los hechos estamos adelantando una fuerte operación militar”, indicó el oficial.

Amaya señaló, además, que desde la jefatura de familia del Ejército se realiza un acompañamiento a la familia del suboficial, la cual cuenta con la asistencia de varios profesionales.

Desde cuando el cabo fue privado de la libertad lo único que se conoce es un comunicado de prensa emitido por el ELN en el que esa guerrilla se atribuye el secuestro. La organización subversiva anotó en el escrito, fechado el 24 de mayo, que tiene al cabo adscrito al Batallón José Antonio Galán.

“Conforme al cumplimiento y el respeto al Derecho Internacional Humanitario, nuestras fuerzas dieron un trato digno a los soldados heridos, así como al militar prisionero que se encuentra en nuestro poder sin ninguna novedad”, señaló el ELN.

El secuestro de Fabián ha motivado las prinicipales críticas negativas de algunos sectores hacia esa guerrilla, que manifiesta insistentemente su deseo de sentarse a negociar un acuerdo de paz con el Gobierno.