Home

Nación

Artículo

EL ESPECTA-CULO

Quién es y qué ha hecho Antanas Mockus para haber podido sobrevivir al escándalo de la semana pasada.

29 de noviembre de 1993

SI LA GENTE PAGA 15.000 PEsos o más para verle el trasero a un poco de modelos, yo no veo por qué un estudiante de artes se moleste por el hecho de que un rector mostró su trasero. Probablemente haya sido un mal ejemplo. Pero les garantizo que lo que vieron fue color de paz: blanco". Esto fue lo que el rector de la Universidad Nacional, Antanas Mockus, dijo la semana pasada ante los noticieros de televisón al explicar por qué decidió bajarse los pantalones frente a un auditorio lleno de es tudiantes.
El hecho causó polémica en el país, a pesar de que los colombianos ya parecen estar acostumbrados a que Mockus los sorprenda con una de sus locuras. Aún se recuerda la que realizó hace dos años en la Universidad Nacional de Manizales cuando, también para acabar con la gritería de un grupo de estudiantes que impedía una reunión académica, decidió abrirse la cremallera de sus pantalones y mostrar sus genitales. Igualmente esta en la lista de excentricidades la vez que llegó a la Casa de Nariño, en abril de este año, con una espada rosada de plástico para demostrar que lucharía con todas sus armas para sacar avante la reforma académica. O aquella otra ocasión en que arribó a una convención de decanos, que se realizaba en Girardot, en vestido de baño, corbata y con un chupo colgado en el pecho.
Estos son apenas algunos de los sucesos que han hecho de Antanas Mockus el símbolo de la rebeldía y la inconformidad. Ya se ha ganado, por lo menos, el título del rector más extraño que ha pasado por la Universidad Nacional. Pero igual de original a sus presentaciones en público ha sido su vida, desde que era apenas un niño. Mockus -cuyo nombre completo es Aurelijus Antanas Moc kus Sivickas- es hijo de Alfonso y Nijole, dos lituanos que llegaron a Colombia a finales de los años 50.
Su padre fue un ingeniero químico que se enfrentó tanto al régimen de Stalin como al de Hitler, en la época en que ambos estaban interesados en expandir su poderío en ese pequeño país báltico. Debido a la fuerte persecución que se les vino encima, la pareja tuvo que abandonar su país. Y después de vivir por unos años en diferentes Estados de Europa, Alfonso y Nijole aceptaron la invitación que les realizó un sacerdote colombiano para que se vinieran a vivir a este nación. Se embarcaron de inmediato, llegaron al puerto de Buenaventura y de allí viajaron a Bogotá, en donde han vivido hasta hoy.
Aquí nació Antanas hace 41 años. Desde pequeño demostró poseer un coeficiente intelectual descomunalmente alto. Su inteligencia era tal que hasta le ocasiona problemas de comportamiento. En su úl timo año de estudios -realizados en el Liceo Francés- le ofrecieron una beca para hacer la carrera de matemáticas en Francia. Sin embargo, no alcanzó a durar ni siquiera un año en ese país pues, como él mismo dice, la nostalgia lo obligó a regresar a Colombia.
Optó, entonces, por cursar la carrera en la Universidad Nacional. Durante sus años de estudiante -en los que fué catalogado también como un inteligente fuera de serie- Mockus puso en uno de los mu ros de la universidad un grafiti que se hizo famoso y que decia: "Solo sé que todo sé: Antanas".
Al terminar su carrera y graduarse con honores como matemático puro. Mockus Sivickas viajó a Francia a especializarse en la misma área. Después volvió a las aulas de la Nacional como estudiante de un posgrado en filosofía, del que se graduó con tesis laureada. Antes de convertirse en profesor de la uni versidad, viajó a Lituania, en busca de sus raíces. Esta ha sido, quizás, una de las pocas frustraciones que ha tenido en su vida. "Fue el insomnio más largo -dice Mockus-; 15 días sin procesar lo que veía. Siempre pensé que era una sociedad honrada, pero no la vi por ninguna parte".
De vuelta a Colombia se incorporó como maestro de matemáticas en la Nacional. En esa época, Antanas Mockus se caracterizó por ser un profesor exigente con los buenos y permisivo con los flojos. También se hizo famoso el grafiti que uno de sus alumnos escribió cerca de la oficina del profesor "cuchilla": "Hippie recien bañado, ~hasta cuándo nos va a rajar?". Años después, fue nombrado vicerrector académico. Durante el tiempo que desempenó ese cargo, Mockus se craneó la reforma académica que actualmente está poniendo en marcha.

DE ARMAS TOMAR
Después de estar vinculado por más de 15 años a la Nacional como docente, investigador, y asesor en educación, Antanas Mockus fue nombrado rector de la universidad en 1991. Y no hay duda de que durante estos tres años ha dado mucho de qué hablar. Pero no sólo por la lista de sus excentricidades, sino también por la labor que ha desarrollado en la rectoría del primer centro educativo del país.
Es casi un consenso que la gestión de Mockus es la mejor en los últimos años de la universidad. Además de haberla reformado desde el punto de vista académico, le dio una solidez económica que nunca había tenido. El presupuesto con el que va a contar la universidad en el próximo año será el más alto de las últimas dos decadas. Esto, sumado al buen manejo político que ha demostrado, hacen de Mockus un dirigente académico bastante popular y eficaz.
Antanas ha sido el único rector que se ha atrevido a subir las matrículas sin que le temblara la mano. Vio que la universidad se desangraba por falta de recursos económicos y tomó esa medida afrontando las críticas de varios sectores de la sociedad. El primer año, los resultados del aumento no fueron muy positivos. Apenas se recibieron 70 millones de pesos más de lo normal. Este año, sin embargo, la cifra subió a 2.000 millones de pesos .
Pero el aumento de matrículas no ha sido la única pelea casada y ganada por Antanas Mockus. Después de intentar soluciones negociadas, demandó la convención laboral de la universidad para acabar con privilegios, como la jubilación a los 20 años de servicio sin importar la edad del trabajador, y con el 185 por ciento del salario. También impuso una nueva manera de evaluar a los profesores haciendo que tanto sus colegas como los estudiantes les den una calificación pública. Y a ella ligó los aumentos salariales. En respuesta, muchos profesores pidieron la cabeza del rector. Pero él les respondió con una pregunta: ~No creen que aquí sobramos muchos?~ Otra victoria alcanzada por Mockus fue la reforma académica, que busca preparar profesionales para el futuro. Pero no tanto en técnicas ni teoría, sino en enseñarles a pensar, a resolver problemas y a volverlos más versátiles. Por eso surgió la idea de cambiar los programas y la forma de enseñar. Ahora los profesores tienen menos tiempo para dictar sus clases y los alumnos tienen más para dedicarse a la investigación. Por otra parte, están obligados a aprender un segundo idioma, de lo contrario no pueden pasar de quinto semestre.
La mayoría de los alumnos están de acuerdo con estos cambios. Y que con las extrañas formas que tiene para comunicarse, los estudiantes han sentido la presencia de un rector diferente. En una encuesta realizada hace algunos meses se comprobó que cerca del 70 por ciento de los alumnos apoyan la gestión de Antanas Mockus. Desde el principio les pareció un tipo raro, que llegaba en bicicleta a la universidad, que estableció los "Martes con el rector" -unas charlas semanales en el auditorio León de Greiff, antes vedado para los rectores, en las que se hablaba de temas libres- y que, además, les abrió su oficina de par en par. Hoy los estudiantes pueden entrar a cualquier hora y sin ningún re quisito a hablar con su rector. Una costumbre que parece haberles molestado a los decanos y directores de departamento, que tienen que esperar horas enteras para poder conversar con él.
Todo esto, sumado al hecho de que después de 22 años vuelve a ha her un representante estudiantil dentro del Consejo Superior Universitario, es lo que ha llevado a que los grupos radicales y violentos que hacen presencia en la Nacional -conocidos como los Guardias Rojos-, cada día pierdan más seguidores.

GENIO Y PAYASO
Lo que Mockus ha mostrado durante sus tres años de rectoría es que tiene una forma exótica de comunicarse con los demás. "Antanas se le ha metido a todas estas situaciones de frente con su estilito -dice Jorge Hernán Cárdenas, actual consejero pre sidencial y exvicerrector durante la administración de Mockus-. Con sus cuentos y sus símbolos ha logrado que poco a poco le salgan las cosas".
Mockus es un fanático de hablar con la simbología. Se ha vuelto común, por ejemplo, que en reuniones de profesores o de decanos saque de un bolsillo dos cordones de zapatos, amarre con ellos a dos personas y luego los rete a que se desenreden. Hasta el momento nadie ha podido, solamente él. Y esa parece ser la idea del juego: demostrar que él tiene la situación en las manos y que está seguro de poder solucionar el nudo que afecta a la Nacional.
La larga lista de excentricidades ha dado lugar para que sus críticos hablen. Uno de los más fuertes opositores de su gestión, Ricardo Sánchez, decano de Derecho de la universidad opina que "la gestión del rector es muy mediocre. Hemos asistido a una rectoría espectáculo, el show público suplantando la presencia seria y responsable que ese cargo requiere. Antanas Mockus convirtió la rectoría en una caricatura".
Sin embargo, la mayoría de académicos lo apoya. El decano de Eco nomía, Jorge Iván González, señala que "es de los mayores genios matemáticos que conozco. Esta realizando una importante labor para recuperar lo académico dentro del alma mater". El director de Sociología, Carlos Uribe Celis, dice que "es el primer rector con un discurso altamente académico desde los tiempos de Gerardo Molina. Ha vuelto a hablar con los estudiantes. Pero a veces no se da cuenta de que su lenguaje simbólico no es entendido".
Todas estas salidas, que muchos consideran vulgares y otros payasadas extravagantes, no son improvisadas. Antanas Mockus calcula perfectamente lo que va a hacer, aunque algunos de sus amigos dicen que no mide el riesgo que esto le pueda generar.
En el caso de la semana anterior, por ejemplo, muchos llegaron a pensar que la bajada de pantalones vista en todo el país le podría costar el puesto.
Desde candidatos presidenciales hasta estudiantes de la universidad manifestaron su indignación por el episodio de la semana pasada. "Lo que hizo el rector fue una verdadera falta de respeto hacia el estudiantado -opina un alumno de la facultad de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Nacional-. En lugar de utilizar fórmulas tan vulgares y grotescas para intentar comunicarse con nosotros, debería dar ejemplo con actitudes más decentes". El comentario que más se escuchó es que en ningún país del mundo podría permanecer en su cargo un rector de una universidad nacional después de haber protagonizado un incidente de esas características.
Algunos no se imaginan al rector del más importante centro universitario público de Francia, España o Inglaterra en una escena semejante.
Sin embargo, todo indica que Mockus ha logrado sobrevivir a su nuevo destape. Al cierre de esta edición estaba claro que ni el Presidente de la República ni la Ministra de Educación se le iban a medir a una polémica moralista en momentos en que hay problemas mucho más graves que las payasadas del rector.

OPINIONES
JUAN GOSSAIN. PERIODISTA. Menos mal que en este país ocurren esas locuras pintorescas porque es la única manera de sobrellevar las cosas que aquí pasan. El episodio del rector de la Universidad Nacional, Antanas Mockus, demuestra que en Colombia siempre ocurren cosas graves pero no serias.

GLORIA ZEA. DIRECTORA MUSEO DE ARTE MODERNO. Me parece que fue un comportamiento innecesario. Sin embargo, Antanas Mockus ha hecho la mejor rectoría de la Universidad Nacional en los últimos años. No creo que ese hecho deba afectar la seriedad y la importancia de la gestión que él ha realizado.

CARLOS OSSA ESCOBAR. ECONOMISTA. Es un asunto al que no se le debe dar tanta importancia y considero que no se puede juzgar por fuera de la universidad. Mockus es un hombre controvertido que ha hecho las cosas bien.
Tiene carácter y capacidad. Que se baje o no los pantalones es otro prohlema.

ENRIQUE GOMEZ HURTADO. SENADOR. Lo que hizo Antanas Mockus fue aterrador. Me pareció una práctica amoral, que merece todo el desprecio y que es el símbolo perfecto del desbarajuste que viven los valores morales. Al rector lo han debido destituir hace mucho tiempo. O, mejor, nunca lo debieron nombrar en ese cargo.

HECTOR OSUNA. CARICATURISTA. Esto no es un asunto relacionado con las éticas que se han puesto de moda. Pertenece a los códigos del buen gusto y la educación. En los estadios eso se sancionaría. No se que vaya a ocurrir en este caso. Es asunto del Gobierno que ya lo ha tolerado una vez. A no ser que lo vea como parte del revolcón.

JUAN GABRIEL URIBE. EDITOR El NUEVO SIGLO. Mockus debería estar en el manicomio. Su pedagogía anal refleja el tipo de diálogo que quiere con los estudiantes. Lástima que Mockus no hubiera sido lo suficientemente hombre para mostrar por delante lo que con su inteligencia no pudo.