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| Foto: LEÓN DARÍO PELÁEZ/SEMANA

TRANSPORTE

El estado de las vías en un país de tractomulas

Cada día se oyen más lamentos por los trancones que padecen quienes viajan por tierra en el país. En seis años aumentó en 47 por ciento el número de camiones. Pero las vías siguen siendo las mismas o peores. El problema podría agravarse en vacaciones.

8 de diciembre de 2012

Muchos colombianos, para evitarse dolores de cabeza en sus viajes de fin de año, están haciendo un ejercicio matemático simple: el tiempo que solían demorarse en llegar a su destino ahora lo están multiplicando por dos, o en algunos casos por tres.

¿Por qué? El exceso de camiones, dobletroques y tractomulas están colapsando algunas de las principales vías. El jueves pasado dos camiones chocaron entre Buga y Buenaventura en el Valle y la vía se bloqueó varias horas. Hace apenas 15 días quienes viajaban por La Línea tuvieron que dormir en la carretera porque el paso quedó cerrado siete horas por otro accidente parecido. Y lo mismo les pasó días atrás a los usuarios de la vía entre Medellín y Caucasia, porque una tractomula se volcó. Y ni hablar de lo que ocurre con la carretera Bogotá-Villavicencio, un recorrido que debía ser de una hora y media y se ha convertido, incluso, en viaje de todo un día porque el número de vehículos de carga que transitan por ella se duplicó de 5.000 a 10.000 por día. Y en festivos se triplica.

El problema es que son demasiados vehículos para una malla vial precaria. El Foro Económico Mundial calificó las vías de Colombia como unas de las más rezagadas del mundo al ocupar el puesto 108 de 142 países evaluados. Esas vías hasta hace poco eran un dolor de cabeza, pero ahora, con el aumento del tráfico provocan un verdadero infarto. Y como si fuera poco, el problema tiende a empeorar ahora en las vacaciones que comienzan, pues se espera que 3 millones de vehículos utilicen la carreteras.

Hoy la red vial tiene ocho puntos infartados. Es decir, tramos con trancones monumentales que algunas veces duran días, según pudo establecer SEMANA al consultar a gremios y choferes. Todos coincidieron que el más alarmante es el trayecto Buenaventura-Buga en el Valle del Cauca. Les siguen las carreteras Bogotá-Villavicencio; Calarcá-Cajamarca; Caucasia-Medellín-La Pintada; Villeta-Honda, entre Cundinamarca y Tolima; Popayán-Pasto y Santa Marta-Bucaramanga.

En la ruta Bogotá-Villavicencio las congestiones y trancones son el pan de cada día. En esa región el fenómeno es bien particular: no solo es la gran despensa agrícola y pecuaria de Bogotá, sino que además es una de las grandes productoras de petróleo, que es evacuado en carros cisterna, que aumentaron en los últimos años en 2.300 unidades. La situación se complica aún más en el túnel de Quebradablanca, cuya entrada es tan estrecha que las tractomulas deben hacer fila para pasar. "En esa vía siempre está en juego la vida o el bolsillo. La vida porque es un suicidio pasar decenas de mulas a la vez. Y el bolsillo porque todo el trayecto está marcado con doble línea y a uno lo multan si se adelanta", explicó Ómar Coronado, que vive en Villavicencio, pero viaja con frecuencia a Bogotá.

En el tramo Buga-Buenaventura también se pone en juego mucho más que el tiempo. Cuando se bloquea la carretera, como ocurrió el jueves con el accidente ya mencionado, cientos de conductores quedan atrapados en esa vía, tristemente recordada por sus fatales derrumbes de tierra que han causado decenas de muertos.

Por esa carretera circulan diariamente 3.000 tractocamiones que llevan mercancías al puerto de Buenaventura donde se mueve la mitad de las exportaciones del país. Y aunque en la actualidad se construye la doble calzada, los trancones son agobiantes y en especial en el tramo Loboguerrero-Cisneros. "En condiciones normales se recorre en dos horas y media; con la congestión de mulas se tarda hasta seis horas. ¿Quién se atreve a pasar una hilera de seis camiones con semejantes curvas?", explicó Manuel Enríquez, chofer de tractomula.

Otro karma es el paso de La Línea, entre Calarcá, Quindío, y Cajamarca, Tolima. Son menos de 50 kilómetros que en automóvil pueden ser recorridos en una hora, pero debido a la congestión de camiones y los continuos accidentes, se puede tardar hasta siete horas. Eso fue lo que vivió hace dos semanas Diego Peña, cuando viajaba en un bus de transporte intermunicipal, "dos mulas estrelladas nos pusieron a dormir en carretera, aguantando frío y hambre".

En las principales vías de Antioquia el problema de movilidad es tan aberrante, que la Asociación Transportadora de Carga (ATC), decidió producir un documental en el cual narra los 12 puntos vulnerables para el tránsito normal no solo de los camiones de carga, sino el resto de vehículos que usan la vía Medellín-Caucasia. Orlando Ramírez, presidente de ATC, aseguró que en promedio cada día se presentan tres eventos con tractomulas, por el mal estado de la vía, lo que causa trancones y daños en los vehículos. (ver video: Aquí).

¿Por qué hay tantos vehículos de carga, con una malla vial tan deficiente? El aumento de las tractomulas comenzó en 2006, con la expectativa del Tratado de Libre Comercio (TLC), con Estados Unidos. Y a ello se sumó el boom petrolero y el minero de los últimos años, que han multiplicado el transporte de carga terrestre debido a que se colmó la capacidad de los oleoductos del país. El viceministro de Minas y Energía, Tomás, González, dice que en menos de tres años la producción de crudo creció cerca de 30 por ciento y que se tiene que sacar de las zonas productoras por carrotanques. El 10 por ciento de la producción, alrededor de 100.000 barriles diarios se movilizan por este medio. Sin embargo, dijo que la situación mejorará cuando entren en pleno funcionamiento los oleoductos Bicentenario y Ocensa.

En los últimos seis años el parque automotor de transporte de carga pasó de 238.000 a 350.000 vehículos, lo que equivale a un aumento de un 47 por ciento. Y un programa como el de chatarrización de camiones, que ayudaría a atenuar el problema, marcha a paso de tortuga: 5.408 vehículos en cuatro años.

Las cifras de carga movilizada no reflejan el aumento del parque automotor. Pedro Aguilar, presidente de la Asociación de Camioneros de Colombia (ACC), dice que en estos últimos seis años solo aumentó un 20 por ciento, es decir hoy se mueven 120 millones de toneladas de carga por año. Y según la Encuesta de Opinión Empresarial de Colfecar, este año se registró un estancamiento en las toneladas movilizadas: prácticamente las mismas 99 millones de 2011.

El gobierno está tratando de acelerar el proceso de chatarrización de 50.000 vehículos viejos. El proyecto tiene garantizados 600.000 millones de pesos, arrancó en octubre y a la fecha van 200 carros fuera de circulación. El plan B que tienen las autoridades para suavizar los trancones en este diciembre es el de la restricción de circulación durante los puentes festivos. Pero como dijo el general Francisco Patiño, director de la Policía de carreteras: "Se debe hacer con mucha planificación porque no todos las mulas se pueden parar, porque las ciudades necesitan abastecerse de alimentos".