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Entre los asistentes estuvieron el Gneneral Rodolfo Palomino, José Fernando Hoyos de SEMANA y Luis Bedoya de Fedefutbol. | Foto: Guillermo Torres

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Cuando el fútbol se vuelve una herramienta para la paz

Gobierno diseñará una política de Estado para erradicar la violencia alrededor del fútbol.

27 de febrero de 2014

Una de las instrucciones que el presidente Juan Manuel Santos que le transmitió al ministro del Interior, Aurelio Iragorri, fue encontrar un elemento integrador en Colombia para la paz y el posconflicto. 

Durante más de cinco meses el Ministerio hizo un diagnóstico y mediante un trabajo de campo que se basó en una encuesta adelantada por el Centro Nacional de Consultoría, arrojó un resultado que para muchos puede ser sorpresivo: “No hay un elemento que más integre al pueblo colombiano que el fútbol”.
 
Iragorri, durante el panel ‘Fútbol en Paz’ convocado por Foros Semana, reveló los principales resultados de la encuesta que se desarrolló con 2.745 entrevistas en 30 municipios del país. El estudio arrojó que el 92 % de la población colombiana tiene conocimiento del fútbol y que para el 80 % de la población este deporte es “importante o muy importante” para la vida de los ciudadanos, y que las personas de estratos bajos contestaron de la misma forma que las de estratos altos. 

Además se detectó que el 76 % de las mujeres de entre 18 y 24 años han practicado alguna vez este deporte y que el 79 % de las madres reveló que los momentos más felices de su vida ha sido cuando han llevado a sus hijos a practicar fútbol. La encuesta también demuestra que comunidades como los afrodescendientes e indígenas ven el fútbol como alternativa para mantener a sus jóvenes alejados de la violencia y otros flagelos como la droga.

Por eso la conclusión del Gobierno es que “el fútbol es la mayor herramienta de integración que tiene el país” y que este deporte no es un elemento generador de violencia, sino que tienen la capacidad de transformar la sociedad y fomentar la convivencia pacífica. 

Sin embargo, uno de los lunares del fútbol ha sido la violencia generada por las llamadas barras bravas. Según el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Luis Bedoya, durante la reciente década y gracias a la construcción de leyes y decretos se ha conseguido erradicar la violencia de los estadios y sus alrededores, pero que ahora los hechos de violencia no ocurren en los estadios y obedecen a otras causas de orden social.
 
Por eso el Gobierno anunció el diseño del plan decenal de seguridad, comodidad y convivencia en el fútbol, que tendrá como propósito erradicar la violencia alrededor de este deporte, el cual se convertirá en una política de Estado y se instrumentará durante los próximos diez años.
El objetivo será hacer del fútbol un espectáculo integrador, cohesionador de la comunidad y herramienta de construcción de ciudadanía para la paz y la democracia.

El plan está en etapa de diseño, pero varios hinchas integrantes de barras reclamaron del Estado solución a los principales problemas sociales de la juventud. Empleo y educación los principales, y un mayor apoyo y promoción para actividades culturales y deportivas.

Los hinchas, que se declararon estigmatizados por la sociedad por el solo hecho de portar una camiseta, admitieron ser parte del problema de violencia, pero cuestionaron varias medidas adoptadas por la federación y algunos clubes deportivos, entre ellos el incremento de los precios de la boletería y el llamado cierre de fronteras, como soluciones equivocadas pues fomentan la exclusión y hasta la xenofobia en las regiones.