"El Gobierno anterior hizo lo imposible por conversar con las FARC": Santos

En el cierre de la Asamblea Nacional del partido de La U, el presidente Juan Manuel Santos comenzó su discurso con una frase que prometía apaciguar las críticas en la colectividad. “Qué bueno estar aquí en casa; en la política, la casa es su partido”, afirmó.
 
Luego, lanzó una puyas en las que dejó por sentado que no va a guardarse palabras ante el ataque de sus contradictores, entre ellos el expresidente Álvaro Uribe, a quien no mencionó.

El momento cumbre de su discurso fue cuando habló de paz, ya que reveló lo que hasta hoy era un rumor: el intento de las negociaciones de paz de Uribe con las FARC. Incluso, puso como testigo al negociador de paz y antiguo comisionado Frank Pearl.

“El Gobierno anterior hizo lo imposible por conversar, al punto de escoger cuatro sitios donde se podían conducir las conversaciones, y le pidió al gobierno de Brasil que sirviera de garante e intermediario. Hay cartas escritas en ese sentido. Lo hicieron sin ninguna condición, ahí no decían 'cese del terrorismo o al secuestro', y por eso, no entiendo por qué ahora que nosotros lo hacemos, nos dicen: 'Qué horror... Están dialogando con el terrorismo'", relató el jefe de Estado.
 
“Esos son los sofismas y falacias de quienes no pueden debatir con hechos”, advirtió Santos en clara alusión al expresidente Uribe y a las voces disidentes del proceso de paz. 

Durante la inauguración de la asamblea, Uribe señaló: “La paz con impunidad es flor de un día”. Sobre ese señalamiento, el presidente preguntó al auditorio: “¿Quién habló de impunidad aquí? De lo que se trata es de justicia transicional. Hemos entrado con una agenda clara de cinco puntos en la que no se va a negociar nada más, y aunque el proceso conlleva dificultades, todo el riesgo político lo asumo con tranquilidad”.

En la primera parte de su discurso, Santos recordó que él, junto con otros políticos, iniciaron el Partido Social de Unidad Nacional hace siete años. 
 
Enseguida, se fue de frente contra sus contradictores, entre ellos, Uribe, quien minutos antes criticó las políticas del actual gobierno y el proceso de paz con las FARC.
 
“No vengo aquí a un pugilato. No vengo aquí como un rufián de esquina a demostrar que soy el que manda en el barrio”, dijo Santos en medio de aplausos.

Luego sus palabras alcanzaron un tono mayor cuando afirmó que no tenía resentimientos ni odios y que desde el interior de la colectividad, se quiere dividir o desechar al capricho de unos cuantos.
 
"No vengo aquí con resentimientos, odios o rencores", subrayó al afirmar que se siente "profundamente orgulloso" de pertenecer a un "partido que está transformando al país".

“Es una doble moral venir aquí a hacer votos de fe, a rasgarse la vestiduras mientras debajo del poncho se prepara un puñalada contra nuestra colectividad”, aseguró. 

A reglón seguido les pidió a los militantes de La U pidió hundir iniciativas sobre transfuguismo y escisión de partidos. Por el contrario, dijo que hay que fortalecerlos. “Yo soy un hombre de partido”.

En su criterio, no tiene sentido crear partidos a la medida de unos pocos líderes. "Los partidos se deben a sus seguidores, no a sus líderes", señaló el jefe de Estado.

Durante el discurso, que duró cerca de una hora, Santos les recordó a sus copartidarios las conquistas sociales que ha alcanzado el partido como el programa de Familias en acción y usó palabras de elogio hacia “su movimiento”. "Soy el primer mandatario y el único que lleva con orgullo el aval de la U".