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Zuluaga, pese a perder la presidencia, obtuvo casi 7 millones de votos en la segunda vuelta. | Foto: Daniel Reina

POLÍTICA

El ‘golpe de Estado’ de Uribe a Zuluaga

El expresidente desbanca a su candidato presidencial como jefe de la oposición.

18 de junio de 2014

Álvaro Uribe no dejó que Óscar Iván Zuluaga guardara el discurso en el que reconocía su derrota en la solapa de su saco cuando, de inmediato, le despojó su papel de jefe de la oposición.

En un hecho que no tiene antecedentes en la historia política del país, el expresidente se pronunció sobre el resultado de las elecciones después de que lo había hecho el candidato presidencial del Centro Democrático quien, en teoría, debía ser el jefe natural de la colectividad.

Y no sólo eso, esperó que también interviniera el ganador de los comicios, el presidente Juan Manuel Santos, para tener todos los focos iluminándolo a él en exclusiva.

Contrario al discurso sereno, pausado y reflexivo de Zuluaga, Uribe se fue contra el ganador de la jornada electoral. ¿Por qué? Todo lo que sucede en el Centro Democrático es atípico.
 
El país vio en directo, al caer la tarde del domingo, a Zuluaga felicitando con gallardía a Santos y también exigirle que reconociera la voz de los casi siete millones de colombianos que respaldaron su candidatura. Su discurso tuvo un tono más que conciliador y una verdad de apuño, porque el presidente debe escuchar la voz de esas personas que votaron en su contra.

Sin embargo, la postura de Zuluaga prácticamente fue desconocida por un Uribe quien, minutos más tarde, reasumió la jefatura del Centro Democrático. Y en lugar de reconocer la victoria de Santos en las urnas le quitó legitimidad a su elección.

Parecían en agua y el aceite. Mientras Zuluaga mostraba su dolor con inmensa dignidad, el expresidente hizo más de doce denuncias sobre presunta compra de votos y presión armada de grupos ilegales en favor de la candidatura de Santos. Sus denuncias fueron calificadas de desproporcionadas por los observadores de la OEA, a la vez que Uribe insistió en ellas. Este miércoles, se fue a la Procuraduría para ponerlas en conocimiento de Alejandro Ordóñez.

Uribe en aquel discurso le agradeció a Zuluaga la participación que tuvo en las elecciones, dando a entender que su misión se había cumplido. De inmediato, anunció que pasaría la página de la campaña y alistaría lo que sería la más enconada oposición al gobierno Santos.

Este miércoles, Uribe encabezó una cumbre con todos sus parlamentarios y aunque Zuluaga estaba entre los invitados, su papel ya no era protagónico, a pesar de que casi siete millones de colombianos respaldaron su proyecto político.

En otras democracias el aspirante a la presidencia es el líder de su movimiento, una máxima que es excepción en el partido uribista. De momento ningún dirigente del partido sabe a ciencia cierta cuál será el papel de Oscar Iván en el próximo cuatrienio, más aún cuando su propio mentor lo despojó de todo protagonismo.

Uribe fue más allá e incluso ya retiró la Z de Zuluaga de su cuenta de Twitter. Un hecho aparentemente de maquillaje que refleja el nuevo escenario en que jugará el Centro Democrático. Será en el Congreso en una legislatura en donde se definirán asuntos sustanciales para el país. Y, allí, Uribe sabe que Zuluaga no está y él sí.

En la mañana del lunes, en el análisis de las elecciones en Blu Radio, su conductor, Néstor Morales, dijo que le costaba trabajo interpretar el número y el tono de los trinos de Uribe contra Santos, contra quienes votaron por él, contra todo. “Es natural -dijo entonces el uribista Juan Lozano- él es el jefe”.