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En uno de los casos por los que se acusa al padre Óscar Albeiro Henao, un menor fue asesinado tras incumplir una orden del cura, que prohibía transitar por una zona donde supuestamente había una caleta de marihuana.

JUSTICIA

El hábito no hace al monje

El cura Óscar Albeiro Henao, alias 'Pum Pum', fue detenido por la Fiscalía por acusaciones que lo señalan de ser jefe de una banda criminal en Medellín.

24 de abril de 2010

Lo que podría ser una operación más para frenar al crimen organizado en Medellín, la semana pasada, contra la banda 'Los desmovilizados', resultó una operación sin precedentes. Uno de los grupos de uniformados tenía como misión irrumpir en la casa cural de San José de El Limonar, en el corregimiento de San Antonio de Prado, y capturar al párroco Óscar Albeiro Henao.

Después de recitarle sus derechos, un fiscal le leyó los cargos por los que lo arrestaban: concierto para delinquir agravado con fines de asesinato, desplazamiento forzado y extorsión. Según las autoridades, Henao justificaba las muertes de personas acusadas de ser auxiliadoras de las milicias, viciosas, ladrones o miembros de iglesias evangélicas. "Son el mal que hay que erradicar del barrio", decía en sus homilías. Y al parecer sus actuaciones no quedaban ahí.

Según la Fiscalía, 'Pum Pum', como lo llamaban, había logrado tener ascendencia sobre antiguos miembros del desmovilizado Bloque Metro, propiedad de 'Don Berna' y había agrupado en una sola las 11 bandas delincuenciales del lugar. Gracias a ello las guerras nocturnas entre ellas se acabaron, y un solo combo se convirtió en amo y señor de El Limonar. Lo que nadie sospechaba era que el padre se convertiría, según las pesquisas de la Fiscalía, en su líder. Los testimonios en poder de las autoridades señalan que 'Pum Pum' ha tenido que ver con crímenes atroces cometidos en los últimos años.

Uno de los casos más delicados es el de un joven encontrado muerto en un matorral. Según un testigo, antes de ser asesinado el muchacho fue llevado hasta la iglesia para que el padre lo castigara por marihuanero. Otro caso es el de un menor asesinado tras incumplir una orden del cura, que prohibía transitar por una zona donde, supuestamente, había una caleta de marihuana. La familia del niño tuvo que irse de El Limonar y la única testigo del caso, una niña que acompañaba al menor, acusa al sacerdote del crimen.

También llama la atención de los investigadores la cercanía de 'Pum Pum' con viejos caciques electorales de la ciudad, entre ellos los congresistas Jorge Morales y Luis Fernando Duque, y el ex alcalde de Medellín Luis Pérez, quienes, según otros relatos en poder de la Fiscalía, se lucraron de las presiones del cura sobre sus feligreses para que votaran por ellos.

Parte de los testimonios relatan reu-niones en vísperas de las elecciones para el Congreso en 2006. En una de ellas estuvieron presentes Duque, Morales y Pérez. Según varios testigos, Pérez, chequera en mano, les pagó al sacerdote y a un jefe desmovilizado de El Limonar, Francisco Arias, alias 'Toño', para que aseguraran los votos de la comunidad. En el barrio también recuerdan el acalorado sermón de 'Pum Pum' el día de las elecciones: "Maldigo a ese Salazar (...) ¡ay del que vote por él!", gritó desde el púlpito en cada una de las cinco misas celebradas el domingo electoral.

Aunque el padre reconoce que tiene amigos políticos que lo buscan para que les dé la bendición y consejo espiritual, niega que haya tenido encuentros para recibir dinero a cambio de votos y dice que las acusaciones en su contra son obra de personas que pretenden hacerle daño. El congresista Luis Fernando Duque admite su cercanía con el cura, pero también niega que haya tenido reuniones privadas con él.

Por tratarse de un sacerdote, 'Pum Pum' fue cobijado con la figura de casa por cárcel y trasladado a una finca de recreo en el norte del Valle de Aburrá, en Copacabana, donde ahora reza porque no le impongan la condena de hasta 27 años que pidió la Fiscalía en su contra. El arzobispo de Medellín, Alberto Giraldo, dice que cree en su inocencia. Pero la justicia tiene la última palabra.n