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Nicolás Petro, hijo del alcalde Gustavo Petro. | Foto: Archivo SEMANA

POLÍTICA

A Petro la crisis se le metió hasta en casa

Nicolás Petro, uno de los hijos del alcalde mayor de Bogotá, sorprendió esta semana con un trino contra la niña consentida de su papá: la Bogotá Humana. ¿Reaccionará el mandatario?

27 de octubre de 2015

Si por algo se ha caracterizado el (todavía) alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, durante los tres años y diez meses que lleva en el Palacio de Liévano es porque no le ha temido a casi ninguna pelea en la red social Twitter.

La mano no le ha temblado a la hora de lanzar dardos contra políticos, críticos y periodistas. Y ha sido infinitamente más rápido para responder a quien lo vapulea mediante un trino que para ejecutar obras y hacer sentir su legado en la capital del país.

Lo anterior suscita la pregunta de si ahora Petro va a ponerle la cara a un nuevo crítico que le resultó en los últimos días: su propio hijo Nicolás.

En un mensaje publicado en Twitter durante las elecciones del domingo, el delfín salió a criticar a su papá. A las 3 y 15 de la tarde de la jornada electoral escribió: "Porque perdimos? Sencillo, la Bogotá Humana gobernó de espaldas a sus bases y encerrados del pueblo que los eligió" (sic).

Y 20 minutos después, remató: "La Bogotá Humana abandonó la política del amor. Ahí tienen los resultados".

Que a Petro lo ataquen desde su propio bando no sorprende, pues ya antes de las elecciones las voces de protesta contra su estilo de gobierno se habían dejado oír desde el petrismo y el movimiento Progresistas. Pero que las críticas al burgomaestre ahora vengan desde su propia familia deja pensar que la crisis que lo rodea es más profunda de lo pensado.

Esta ha sido una semana de frustración para el alcalde. Primero, su movimiento político obtuvo malos resultados durante las elecciones. Luego, la mayor parte de la ciudadanía se inclinó por candidatos de una línea opuesta: el liberal Rafael Pardo y el exalcalde Enrique Peñalosa encarnan un tipo de gobernante más gerencial y eficiente.

Y el lunes tuvo que ver al ganador Peñalosa entrar por la puerta grande de la Casa de Nariño para reunirse nada menos que con el presidente Santos y el vicepresidente Vargas Lleras, quienes no tuvieron problema de sonreír ante las cámaras, apretarle la mano y asegurarle la financiación del metro.

Y ahora Nicolás Petro. Este abogado de 28 años había sido hasta hace poco tiempo uno de los mayores escuderos de su padre, y lo fue con especial ahínco cuando el alcalde tuvo que dejar el gobierno del Distrito por decisión de la Procuraduría. Acompañó a su progenitor a protestar desde el balcón del Palacio de Liévano y movilizó a cientos de jóvenes para que apoyaran pacíficamente la causa de la Bogotá Humana.

Pero los tiempos cambian y Nicolás se rebeló. No sorprende que ahora salga en la foto de su perfil de Twitter junto al flamante nuevo concejal del progresismo el experiodista Hollman Morris, quien en radio dijo algo que podría permitir dilucidar los motivos que llevaron a Petro júnior a sublevarse contra su padre: "La izquierda de este país necesita nuevos liderazgos".