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EL HOMBRE DE LAS GALLETAS

En el gobierno de Andrés Pastrana el Ministro de Hacienda será la figura central del gabinete.

20 de julio de 1998

Todos los observadores coinciden en que en el gobierno de Andrés Pastrana el Ministerio de Hacienda tendrá una importancia sin precedentes en la historia política de Colombia. Después de todo, al margen de los enormes retos que enfrenta el país en otros campos, el de reactivar la economía es sin duda el más urgente. Sin una recuperación económica todas las promesas electorales y todos los anhelos del país en torno a la paz, el empleo y el bienestar social quedarán en el aire. Por este motivo, desde el 7 de agosto los ojos de los colombianos seguirán paso a paso todas las movidas del nuevo timonel de la economía.
La responsabilidad del nuevo encargado de la cartera de Hacienda es monumental. El desbocado déficit fiscal se cierne como una espada de Damocles sobre la estabilidad económica del país, los agentes económicos nacionales y extranjeros han perdido confianza en la moneda colombiana, el desempleo alcanza los índices más altos de que se tenga memoria, el clima de negocios se encuentra en franco deterioro y la economía colombiana ha sido relegada de su sitial de privilegio en el concierto de las naciones latinoamericanas. Resolver uno solo de estos problemas ya es de por sí una labor colosal. Solucionarlos todos en un período corto en términos de procesos económicos, como lo son los cuatro años de un gobierno, es poco menos que imposible.
El principal opcionado para dirigir la economía nacional hacia el nuevo siglo es Juan Camilo Restrepo. Para fortuna del país, el consenso de los expertos es que quizás es la persona mejor capacitada para hacer frente a un desafío de estas proporciones. Restrepo ofrece una combinación de atributos inusual en Colombia. Conjuga un gran conocimiento de la economía del país con una comprobada habilidad política. En el campo económico, aunque a diferencia de muchos de sus colegas del equipo económico de Pastrana no tiene un doctorado en economía ni es un académico de carrera, nadie disputa su conocimiento teórico y práctico de la materia. Es un experto reconocido en el tema fiscal _su libro Hacienda Pública en Colombia es una biblia del tema_ y su pensamiento económico está acorde con las principales tendencias del momento, lo cual sin duda reconfortará a inversionistas nacionales y extranjeros. Además su amplia trayectoria como ejecutivo en los sectores público y privado es garantía de que podrá convertir sus palabras en hechos.
Sin embargo lo que verdaderamente diferencia a Juan Camilo del gran número de economistas competentes que existen en el país es su experiencia política. Lleva más de 20 años vinculado a la vida pública, durante los cuales se ha desempeñando como senador y ministro, entre otros cargos importantes. El problema del déficit fiscal es tan político como económico. Por lo tanto, el conocimiento que tiene Restrepo de los pormenores del proceso legislativo y de la manera como piensan los parlamentarios colombianos será invaluable al momento de tomar cualquier iniciativa en el frente del gasto público. Si hay alguno de los colaboradores cercanos de Pastrana que puede hacer que un Congreso mayoritariamente liberal le marche a una reforma fiscal significativa es Restrepo. Si no por filiación política, sí por colegaje.
Finalmente, Restrepo tiene la reputación de ser una persona con carácter, con pantalones. La importancia de esta característica no puede ser subestimada, particularmente si se tiene en cuenta que las reformas económicas de fondo que necesita el país sin duda requerirán una perseverancia sin límites y un espíritu combativo a prueba de todo.

¿Trampolín presidencial?
Restrepo ha manifestado en repetidas ocasiones que tiene aspiraciones presidenciales. Por eso muchos se sorprenden por el hecho de que le jale a una tarea tan complicada y que le podría acarrear un inmenso desgaste político. En la historia del país nadie nunca ha buscado la Presidencia de la República a través de un ministerio tan 'ingrato' como lo es el de Hacienda. Esta es una estrategia de alto riesgo. Si las medidas económicas fracasan, más allá del costo que tendrá que asumir el gobierno, Restrepo seguramente cavará la tumba de su futuro político.
Incluso un escenario de éxito tiene sus peros. Para nadie es un misterio que un programa de austeridad exitoso requerirá un apretón de cinturones por parte de todos los colombianos y que los beneficios de éste en términos de crecimiento y empleo solo se verán al cabo de un tiempo. Esto invariablemente tendrá un impacto sobre la popularidad del gobierno, y en particular sobre la del ministro de Hacienda, al menos en el corto plazo. Enfrentado a la necesidad de un ajuste impopular es común que un gobierno 'sacrifique' al responsable de la cartera económica. En este contexto, aun si hace las cosas bien, Restrepo se convertiría en una especie de villano de turno y tendría que dejar que sea su sucesor el que coseche las mieles del éxito.
No obstante, si Restrepo tiene éxito en su gestión, los dividendos políticos podrían ser enormes. En América Latina sobran los ejemplos de políticos que _como Fujimori, Menem y Cardoso_ tomaron medidas que inicialmente fueron impopulares pero terminaron produciendo buenos resultados en materia económica e importantes victorias políticas. Todo dependerá del estado de la economía al final del gobierno de Pastrana. Si los desbalances macroeconómicos se corrigen y el producto vuelve a crecer a tasas superiores al 5 por ciento anual, el país le reconocerá a Restrepo su rol en la 'salvación' de la economía nacional y con seguridad pasará a ocupar uno de los primeros lugares en la fila de los presidenciables.