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EL HOMBRE DE MIT

SEMANA desplazo a su corresponsal en EE.UU. a Boston para investigar el pasado universitario del Presidente electo

23 de junio de 1986

Massachusetts podría considerarse la segunda patria de Virgilio Barco Vargas porque allí no solo vivio los años más definitivos de su formación académica, sino que cosechó amistades y prestigio entre los expertos más preparados de los Estados Unidos.
La relación del Presidente electo con el pequeño estado, ubicado al noreste de ese país, se inició en 1940 cuando Barco solicitó trasferencia de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional en Bogotá al prestigioso Massachusetts Institute of Technology más conocido MIT, ubicado en Boston. En un ambiente universitario, donde la mayor preocupación giraba en torno al papel de la ciencia dentro de la Segunda Guerra Mundial, el voto a los 18 años y la confrontación entre las artes liberales y la ingeniería, Barco se muestra como un estudiante activo y lo suficientemente destacado en materia académica como para ser incluido durante tres de los cuatro años de la carrera en la lista de honor de la decanatura.
Desde su llegada en el otoño de 1940 Barco participa en diferentes organizaciones estudiantiles tales como la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles, el Club Internacional de Tecnología, el Grupo de habla española de MIT (del cual llega a ser presidente y posteriormente miembro honorario) y de la fraternidad Chi epsilon, integrada por los estudiantes de ingeniería que se encontraban dentro del tercio más sobresaliente de la clase.
Adicionalmente el nuevo Presidente de Colombia, tuvo una destacada figuración deportiva. Disciplinas como el ajedrez y el boxeo fueron practicadas por Barco y durante los dos primeros años en MIT participó en el famoso concurso de tirar la cuerda en donde equipos de diferentes años se disputaban un preciado trofeo. En 1943 terminó su primera etapa de preparación universitaria al recibir el grado en ingeniería civil, junto con 261 estudiantes más de todas las áreas.
Con la Segunda Guerra Mundial en pleno apogeo, Barco decide regresar a Colombia donde entra de lleno a la actividad pública como secretario de Obras Públicas de Norte de Santander. Dos años después consigue su primer cargo de representación popular al ser elegido concejal del municipio de Durania, donde, además, ocupa la presidencia del cabildo. En 1947 llega al Concejo de Cúcuta como suplente de Jorge Eliécer Gaitán y en 1949 es elegido representante a la Cámara. Al término del período legislativo, Barco regresa a la universidad, esta vez a Boston University en septiembre de 1951. Un año después recibe un master en economía con especialización en estudios regionales latinoamericanos. Su vinculación con BU es, sin embargo, pasajera. Aunque se destaca como un buen estudiante no participa notoriamente en actividad alguna, pero, eso sí, mantiene su estrecha relación con MIT donde toma algunos de los cursos correspondientes al master.
En septiembre de 1952 regresa formalmente a MIT enrolado en el programa de doctorado en economía, por esa época el más prestigioso del mundo. Después de tomar las materias correspondientes, Barco presenta los exámenes generales, quedándole tan sólo la disertación doctoral para recibir el grado. Ese objetivo se trunca cuando en febrero de 1954 el joven estudiante decide dejar la universidad.
El intempestivo retiro de Barco fue sentido por los profesores. El economista Robert Bishop, quien dictaba entonces la clase de historia del pensamiento económico, de la que Barco fue alumno, lo recuerda como un estudiante de altas calificaciones y promisorio. "No continuó sus estudios hasta obtener el doctorado, porque tenía otros intereses en su carrera más orientada hacia el servicio público que hacia lo académico", le dijo Bishop a Pilar Calderón, enviada especial de SEMANA.
Un recuerdo un poco menos formal es el que tiene de él el profesor Charles Kindleberger, una de las autoridades mundiales en el área de economía internacional: "Barco fue un buen alumno, pero de él me pareció curioso que nunca tuvo problemas de dinero, a diferencia de la mayoría de los otros estudiantes. Recuerdo que vivía en un lindo apartamento no muy lejos de la universidad".
Las relaciones de Barco con MIT no terminaron allí. En 1970, cuando residía en Washington como director ejecutivo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, BIRF se constituyó en el primer y hasta ahora único suramericano que ha sido elegido miembro del consejo directivo de MIT, conformado por cien personalidades que se destacan como líderes del sector privado y público en las diferentes regiones del mundo.
Durante diez años como miembro del consejo (fue reelegido en 1975 para un segundo período de cinco años), Barco participó activamente en los subcomités asesores de las facultades de ingeniería civil, estudios internacionales, arquitectura y planeación y ciencia política.
Vincet Fulmer, master en economía de MIT, quien fuera secretario y vicepresidente de la institución y de 1979 a 1985 secretario del consejo directivo, dice de él: "Fue elegido entre muchos latinoamericanos distinguidos cuando la corporación (el término con que en MIT se denomina al consejo directivo) decidió abrir sus puertas a personas de otras regiones del mundo. Posteriormente fue reelegido lo cual es bastante inusual". Y continúa Fulmer: "Fue de gran ayuda para las relaciones de MIT con el Banco Mundial. Colaboró en varias de las investigaciones que nuestra Facultad de Economía realizó con ellos especialmente en el área de programas agrícolas y estudios sobre el hambre y la nutrición".
Siendo embajador de Colombia ante el gobierno de los Estados Unidos Barco fue un asiduo visitante de MIT, pero nunca dio una conferencia pública ni un discurso. "Nunca lo vi como persona de lucha en la calle o de grandes discursos" dice Fulmer. "Hablaba con frecuencia en las reuniones del consejo pero en ellas no se hacen discursos espectaculares. Era activo muy popular y apreciado por los demás miembros del consejo directivo. Es una persona carismática".
Los afectos de Barco con el Instituto se han manifestado en otras áreas. En 1960 fundó el Club de egresados del MIT en Colombia, del cual fue presidente. Además, dos de sus hijas estudiaron allí. Diana recibió un grado en negocios, en 1978 y Julia un master en arquitectura, en 1980.
Contra lo que pudiera pensarse, un establecimiento académico de tanto prestigio como el Instituto tiene su primer Presidente en Virgilio Barco. Entre sus egresados, hay actualmente seis congresistas, dos gobernadores norteamericanos y el secretario de Estado, George Shultz. Pero no fue sino hasta Barco que la afamada institución pudo contar con un jefe de Estado.-
Pilar Calderón corresponsal de SEMANA en Estados Unidos