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Imágenes de un operativo adelantado por el desaparecido DAS, en el que varios ciudadanos chinos fueron detenidos al ser hallados por permanecer de manera ilegal en el país. | Foto: Luis Ángel Murcia/SEMANA

TRÁFICO DE PERSONAS

El hueco hacia EE.UU. ahora pasa por Colombia

Colombia se convirtió en tránsito ilegal obligado de ciudadanos de otros países que como polizones buscan conquistar el sueño americano. ¿Por qué?

8 de agosto de 2012

Colombia se llenó de polizones y no es cuento chino. Desde hace varios años el país, y en especial el suroccidente colombiano, se convirtió en la nueva ruta ilegal alterna para llegar a Estados Unidos.

En esa región del país son comunes los operativos en los que la Policía de carreteras detiene vehículos repletos con ciudadanos ilegales, en especial chinos y recientemente otros provenientes de Cuba.

El fenómeno migratorio ilegal similar a la perversa mafia que por décadas existe en la frontera entre México y Estados Unidos, se replicó en el sur del continente tras una gabela transitoria que ofrecieron durante un tiempo Ecuador y Colombia. El primero en hacerlo fue nuestro país, cuando en diciembre del 2006 levantó la exigencia de visa para los chinos; bastaba presentar pasaporte, tiquete de regreso y una justificación del viaje. La idea era incrementar el turismo.

Cinco meses más tarde, el propio Gobierno tuvo que reversar la medida, por cuanto el país se inundó de chinos ilegales. Pero el daño ya estaba hecho; durante el primer trimestre del 2007 arribaron 3.490 orientales. En contraste, en el 2006 el número fue de sólo 850, porque estaba vigente la visa. El caso más escandaloso de polizones se descubrió en Zipaquirá, cerca a Bogotá, cuando en abril del 2007 la Policía descubrió 101 chinos ilegales hacinados en dos casas.
 
'Coyotes' y polizones mantuvieron su interés por Colombia y lo reactivaron el 20 de junio del 2008 cuando el gobierno ecuatoriano de Rafael Correa, en un acto de respuesta contra las medidas migratorias de la Comunidad Europea, implantó en su país el tránsito libre para extranjeros.
 
Los chinos hallaron en Ecuador otro paraíso migratorio para pasar ilegalmente a Colombia, pero China reaccionó y logró que Ecuador exigiera de nuevo la visa, lo que en efecto ocurrió a mediados de septiembre. Pese al visado en ambas naciones, el tráfico ilícito de migrantes siguió creciendo como el arroz. La cancillería ecuatoriana calcula que durante la vigencia de la medida de 'tránsito libre' ingresaron mil chinos por mes.

Funcionarios del extinto DAS en Colombia aseguran que los traficantes reciben en promedio 30.000 dólares por chino que llevan a destinos como Cúcuta, Santander para luego pasar a Venezuela y desde allí rumbo a EE.UU; otros prefieren hacerlo por Tumaco, Cauca o Bahía Solano, Chocó.
 
"Una vez allí escogen entre seguir el viaje por tierra o en barco", explicó un funcionario de extranjería del extinto DAS, en el Valle. Pero la nueva ruta parece ser el tapón del Darién para llegar a Panamá y desde allí saltar a EE.UU, señaló.
 
La ruta del Sol
 
Solo en el 2008 la policía de carreteras del Valle hizo una de las más sorprendentes operaciones contra el tránsito ilegal personas. Primero detectó un camión Dodge 600 que transportaba bultos de cebolla cabezona, pero también llevaba oculta una 'mercancía' inusual: 13 ciudadanos chinos indocumentados. La risa que los polizones mostraron al bajar del automotor fue la que los delató.
 
Semanas atrás esa escena se había repetido en otra carretera de la región. Esta vez la carga no era cebolla sino frutas y los chinos no eran 13 sino 20. Ese mismo año fueron deportados cerca de 200 chinos por transitar ilegalmente por vías de Nariño, Cauca, Valle, Chocó, Quindío y Santander.
 
Fuentes oficiales explicaron a esta revista que en muchos casos los ilegales deben hacer sus necesidades fisiológicas en las mismas caletas donde son transportados, "Aguantan 30 horas de viaje en espacios reducidos y ni hablar del hedor de sus caletas", dijo un oficial que estuvo al frente de varios operativos.
 
La 'ruta del sol' que trazaron desde hace un par de años los orientales incluye largas jornadas por aire, tierra y mar y parece dar buenos frutos, pues las autoridades migratorias incrementaron sus labores por cuenta del accionar de los 'coyotes', llamados así en México y Estados Unidos quienes se lucran por guiar a indocumentados a través de sus fronteras.
 
La edad de los ilegales oscila entre 18 y 30 años y en su mayoría provienen de las provincias de Kuangtung y Fujian. Irónicamente, ambas son prósperas regiones costeras. Voceros de la embajada China en Colombia afirman que los motivos migratorios son culturales, "Por ser de una zona portuaria, ellos creen que vivir como extranjero es mejor".
 
Lo curioso de este problema es que al igual que en el hueco entre México y Estados Unidos, siempre caen los polizones y por ningún lado aparecen los 'coyotes'.