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El inédito ‘agarrón’ en la Corte Constitucional

Semana.com revela las sorprendentes recriminaciones entre los magistrados por el fuero militar.

4 de noviembre de 2013

La caída de la reforma al Fuero Penal Militar provocó una tempestad política en el país que aún no amaina. Cuando la Corte Constitucional tomó la decisión de que no podía pasar su examen por un error en su aprobación, desde los anónimos ciudadanos hasta el presidente Juan Manuel Santos reaccionaron con sorpresa. La mayoría de los analistas coincidió a manera de conclusión en que era un severo golpe para las fuerzas militares.

En medio de la controversia jurídica y social que se presentaba, un salvamento de voto del magistrado Jorge Pretelt desató una explosión en la Corte. En el documento expresó que la Corte “quiso evitar una discusión de fondo del acto legislativo”, es decir, que no existían razones profundas para hundir la reforma.

Semana.com conoció detalles inéditos de una de las salas plenas más intensas. En esta, incluso, hubo palabras subidas de tono, ofensas de lado y lado. Un escenario insólito entre los interlocutores, todos formados rigurosamente en los claustros universitarios y en las bibliotecas.

La historia es así: El pasado miércoles 30 de octubre estaba en la agenda una Sala Plena con varios asuntos de constitucionalidad como las que habitualmente suceden. Sin embargo, la discusión no fue jurídica, como debe ser, sino que se basó en el escándalo provocado por la divulgación del salvamento de voto de Pretelt.

En efecto, en un inusual pronunciamiento público, el magistrado Jorge Ignacio Pretelt Chaljub dijo que sus cinco colegas de la Corte Constitucional que tumbaron la reforma del fuero militar “se inventaron un vicio de procedimiento con el objeto de evadir el análisis de fondo de un tema tan importante”. La acusación pública no paró ahí. Pretelt agregó que la “entrega diaria de las Fuerzas Militares para garantizar la seguridad de los colombianos merecía que la Corte realizara un debate profundo sobre este acto legislativo y no que adoptara una simple decisión formalista”.

Era casi natural que la sesión siguiente fuera un tanto tensa. El presidente de la Corte, Jorge Iván Palacio, tomó la palabra y se dirigió contra el magistrado Pretelt. Le dijo: “Usted ha violado el código de honor de la Corte al publicar el salvamento antes de la sentencia”. Esta acusación fue confirmada por varias fuentes a Semana.com. En línea con esta apreciación se sumaron los magistrados Nilson Pinilla Pinilla, Luis Ernesto Vargas y María Víctoria Calle.

Pretelt se defendió. Argumentó que él no tenía idea de cómo se había filtrado a los medios el dichoso salvamento y precisó que alguien de la Corte lo había hecho. Sin embargo, un correo enviado a un periodista que puso un magistrado en la mesa delató que el salvamento de voto salió de una de auxiliares de Pretelt.

La discusión aumentó. Varios magistrados señalaron que ese tipo de cosas no podía pasar en la Corte Constitucional porque le quitaba prestigio y seriedad. Ante esta avalancha de críticas, el magistrado Jorge Pretelt no tuvo más opción que ofrecer disculpas por sus actos y por el problema que le había causado a la Corte.

Sin embargó, la discusión no paró allí. El magistrado Nilson Pinilla lanzó dardos fuertes a Pretelt por sus posturas respecto al tema del fuero penal militar. Lo calificó, según fuentes de la Corte, como ‘delincuente’, a lo que el magistrado Pretelt le contestó: “Más delincuente será usted, magistrado Pinilla, que no se declara impedido en los temas en los que tiene interés”. Ante la acalorada discusión, el presidente Jorge Iván Palacio tuvo que llamar al orden de la sala.

La discusión se tomó toda la mañana. La sesión se demoró de 9:30 de la mañana a la 1:30 de la tarde. Según las mismas fuentes consultadas por Semana.com, se frenó toda la actividad de la Corte por la disputa interna entre los magistrados. Al final, el presidente logró enderezar el debate y bajar los ánimos de cada una de las partes. El país conoció el fallo y las cosas en apariencia volvieron a su cauce. Sin embargo, habrá que esperar cómo evoluciona un asunto en el que se demostró que la Corte atraviesa una difícil situación. De las repercusiones de este episodio se sabrá si fue una subida de tono aislada o, por el contrario, en la Corte hay una fractura de proporciones monumentales.