El legado del Magdalena

Hace cuatro años la tormenta de la parapolítica arrasó con toda una generación de políticos magdalenenses: cuatro senadores, cuatro representantes, un gobernador en ejercicio y un alcalde de Santa Marta, concejales, alcaldes de municipios y diputados, terminaron en la cárcel por haber recibido el apoyo de los grupos ilegales comandados por 'Jorge 40' y Hernán Giraldo. La parapolítica no dejó títere con cabeza.

Se esperaba que ese capítulo fuera una especie de purgante que renovara las costumbres y le abriera las puertas a una nueva generación en el poder. Sin embargo, todo indica que el clientelismo sigue reinando en un departamento en el que siete de cada diez personas viven en extrema pobreza.

El reciente escándalo lo prueba: entre 2008 y 2009, la actual administración departamental compró 66.000 kits escolares a un precio tres veces superior al del mercado. Y más aún, estos kits aparentemente fueron utilizados por Manuel Mazenet, hoy senador del PIN, para hacer proselitismo durante su campaña.

El 28 de marzo de 2008, siendo secretario de Educación, Mazenet contrató la compra de 30.000 kits escolares para niños de escuelas departamentales, por valor de 3.135 millones de pesos. Dos meses después, y argumentando que 83.000 niños no estarían recibiendo el auxilio, firmó un contrato adicional -ya no como secretario de Educación sino como secretario privado- con el que adquirió 9.000 kits más.

Los registros oficiales de la mayoría de municipios que serían beneficiarios de la iniciativa indican que en vez de recibir 1.000 kits, como tenían previsto, solo les fueron entregados 300. Y lo que es más grave aún, cada uno de ellos -que traía un morral, un lápiz, dos cuadernos, un bloc, un borrador, un tajalápiz de metal y un libro- costaba 104.700 pesos, mientras las cotizaciones del mercado demuestran que se podían comprar por 34.000.

En 2009, cuando Mazenet dejó el cargo para no inhabilitarse para las eleccio-nes al Congreso, el departamento volvió a adquirir 27.000 kits a un costo de 2.829 millones de pesos. Varios ediles le aseguraron a SEMANA que estos fueron entregados en plena época electoral. Este hecho, sumado al exagerado costo de los kits, molestó a algunos funcionarios. "La donación es ilógica e irracional por su alto costo y baja calidad", dejó escrito ante la Personería municipal el secretario de Educación de Ariguaní, Fred Peñaranda.

La coordinadora de Educación de Pivijay, Bárbara Polo, dejó constancia de que solo le enviaron 100 de los 300 kits que le habían anunciado. Y por si fuera poco, varios ciudadanos y medios locales denunciaron que estos se estaban vendiendo en las calles de Santa Marta a 20.000 pesos.

 Este no es el primer escándalo en el que se ven envueltos el actual gobernador Ómar Diazgranados y su ex secretario de Educación y de Hacienda, Manuel Mazenet. En la investigación contra 'Los Mellizos' y los integrantes de la banda de 'los 40' (herederos del paramilitar Rodrigo Tovar), salieron a la luz varias grabaciones que sugieren que parte de la campaña del Gobernador fue financiada con recursos de la educación, la salud y el plan de aguas del departamento.

 En una de esas transcripciones, el ex jefe político de las autodefensas Mario Marenco le comenta a alias 'Pipe' que estuvo reunido con el 'gober' del Magdalena y que le estaban haciendo unos cobros de una plata que al parecer era de 'Jorge 40'. Pipe pregunta que de dónde están sacando la plata, y Marenco le contesta que "de educación, 7.000 barras, y 2.000 más por aparte". En 2008, el Gobernador denunció que lo estaban extorsionando y los responsables fueron capturados en el mismo despacho. Pero uno de los procesados, Aristóteles Olarte, cuñado de Mazenet, enredó la pita al señalar que la extorsión iba dirigida contra este último.

 En otra conversación, Marenco le comenta a alias 'Guataco' el lío que hay en el Magdalena "porque Ómar está financiando la campaña con las concesiones del hospital y con el billete de Aguas de Manizales".

En varias oportunidades SEMANA trató de comunicarse con Mazenet y con Diazgranados para tener su versión de los hechos. No obstante, no obtuvo respuesta de ninguno de los dos. Por ahora, y más allá de su versión, lo único que queda claro es que los escándalos políticos siguen vivos en Magdalena.