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| Foto: Archivo Semana

REPORTAJE

Medio ambiente, la tarea pendiente

Colombia es hoy el segundo país del mundo con más problemas asociados al medio ambiente. ¿Podrá Santos darle un viraje a esto?

Cristina Castro
7 de agosto de 2014

Hace exactamente cuatro años Juan Manuel Santos ya se había posesionado el 7 de agosto a medio día. Lo había hecho en una ceremonia sin protocolo ni jefes de Estado. Había elegido como escenario uno de los patrimonios naturales más importantes que tienen los colombianos y escasamente tenía una decena de invitados. Ante cuatro comunidades indígenas de la Sierra Nevada, Santos recibió una especie de 'bendición' para su primer cuatrienio.

El gesto era muy simbólico, pues en cierto modo el compromiso que él firmaba con los pueblos indígenas prometía ser un punto de quiebre. Santos no sólo había ido con los mamos de la Sierra, sino que días atrás había firmado el Pacto Ambiental, en el que se comprometía a darle prioridad al cuidado de la naturaleza, comenzando por volver a crear esa cartera.

Esa promesa se cumplió, pero la verdad es que el ambiente en su primer gobierno no fue una prioridad. Tuvo cuatro ministros en cuatro años: Beatriz Uribe (líder del sector vivienda), Frank Pearl (a quien encargó en ese tiempo del proceso de paz), Juan Gabriel Uribe (periodista y  político) y Luz Helena Sarmiento (exdirectora de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales). Sólo Sarmiento era experta en ese sector antes de ser nombrada.

Aunque sería injusto atribuirle el desmadre de los conflictos asociados a la minería, pues muchos no son responsabilidad de él, tampoco pudo contenerlos. Colombia es hoy el segundo país del mundo con más problemas asociados al medio ambiente, de los cuales más de la mitad tienen que ver con el sector extractivo. En el gobierno Uribe se creó el 63 % de estos.

El gobierno Santos intentó ponerle un tatequieto a las empresas mineras para que cumplieran más altos estándares. Intentó ejemplarizar con la sanción de 8.000 millones a la Drummond por el derrame de carbón en el mar de Santa Marta. Sin embargo, la empresa recusó la decisión y no ha pagado la multa. Tampoco se pudo definir el dilema sobre sacar oro en el páramo de Santurbán. El caso, en parte por su complejidad, lleva más de tres años en debate y está pendiente que el gobierno expida la delimitación de ese ecosistema. Otras grandes reformas prometidas que impactarían el sector ambiental, como la de consulta previa y la de las CAR, están aún pendientes de ser tramitadas.

Pero Santos también tiene su lado muy verde. Sus mayores logros han sido dos. El primero es liderar la propuesta de crear unos Objetivos de Desarrollo Sostenible (con una fórmula parecida a la de la ONU de los objetivos de Desarrollo del Milenio). Según explicó el entonces ministro Frank Pearl, haber liderado ese proceso en la conferencia mundial de Río+20, es uno de los frutos más importantes de la diplomacia colombiana en su historia. Y el segundo está en los parques naturales. Mientras los países vecinos autorizaban carreteras y explotaciones de hidrocarburos en la selva amazónica, el gobierno Santos, junto con la directora de Parques, Julia Miranda, y el exministro de Ambiente Juan Gabriel Uribe,  dobló la extensión del parque Chiribiquete. También declararon nuevas áreas en Acandí (Chocó) y un parque marino para proteger los arrecifes naturales del Caribe. Algo que es muy poco usual en el mundo moderno.

Hay muchas expectativas de cómo será el gobierno de Santos II en materia de medio ambiente. Y, sobre todo, un gran acuerdo en el que todavía falta mucho por hacer.