Home

Nación

Artículo

| Foto: SEMANA

POLÍTICA

El otro frente de batalla de Uribe en la Fiscalía

Al expresidente también le inquieta el proceso del ente acusador contra su hermano Santiago por paramilitarismo.

Armando Neira
13 de mayo de 2014

Álvaro Uribe Vélez tiene abierto otro frente de batalla con la Fiscalía: el proceso que ente acusador adelanta contra su hermano Santiago por paramilitarismo. Por eso, su visita en la mañana de hoy martes al llamado búnker tiene para el expresidente y senador electo una simbología especial: además de haber dejado flotando en el ambiente y sin pruebas una acusación por el ingreso de dineros de la mafia a la campaña de Santos de hace cuatro años, descalificó la gestión del fiscal Eduardo Montealegre.

Tras la sonora desacreditación que hizo Uribe hoy de Montealegre, ¿se atreverá él a ordenar la detención de Santiago en caso de comprobar su participación en la banda de Los 12 Apóstoles? El proceso contra Santiago está en etapa de investigación y se había anunciado que pronto se definiría su situación jurídica. Si en estricto derecho, Santiago es llevado tras las rejas, ¿qué dirá Uribe en ese momento? ¿Cómo reaccionarán sus seguidores?

De los 11 puntos del comunicado leído por el propio Uribe hoy en el búnker y que tituló “Acudo a la Fiscalía sin garantías”, dos se inician con esta afirmación: “No tengo garantías”, “No tengo garantías”.
No sería la primera vez que Uribe mezcla los actos de proselitismo electoral con la situación jurídica de su hermano. En efecto, en una charla privada de los aspirantes a las corporaciones públicas del Centro Democrático realizada a finales del año pasado y a la que Semana.com tuvo acceso, Uribe habló de las dificultades que vislumbraba en la campaña de este 2014.

Con tono de pedagógica conversación habló de sumar esfuerzos para derrotar al que en ese momento llamó “traidor Santos” y de los escollos que tendrían que salvar para ganar las elecciones, y, sin venir a cuento, Uribe puso sobre la mesa la situación de su hermano: “Aquí no estamos en una aventura electoral. No valdría la pena un esfuerzo por una aventura electoral. Queremos hacer una cosa de largo plazo. Si a esto le va bien, vendrán otras oportunidades... El otro capítulo de los problemas son los riesgos de las personas. Mi hermano Santiago…”. El exmandatario hizo una pausa y en el auditorio, reunido en el hotel Dann, reinó el silencio ante su gesto adolorido.

“Tenemos que revisar dónde tenemos dificultades y ser muy claros. (…) Es muy importante que aquí nos revisemos todos. Uno no sabe qué pueda pasar con mi hermano, qué pueda pasar conmigo. Ruego que cada uno se revise y nos advierta con toda franqueza para evitar dificultades… Que no haya sorpresas porque ahí tendríamos enormes dificultades”, agregó.

En ese momento, la situación de su hermano había tenido un brusco giro, pues el 25 de septiembre había sido llamado por la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía para responder por la presunta creación de bandas paramilitares en Antioquia.

En contra de Santiago hay varias acusaciones. El exjefe paramilitar Fredy Rendón Herrera, alias el ‘Alemán’, por ejemplo, aseguró que Santiago tuvo una relación cercana con la llamada ‘Casa Castaño’, el núcleo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Las declaraciones del excomandante del Bloque Élmer Cárdenas fueron dadas bajo gravedad de juramento en un tribunal de Justicia y Paz en Bogotá.

Era, sin embargo, la versión de un paramilitar puro contra la de un civil. El tiempo pasó y la situación se le complicó porque se formalizó el testimonio de un hombre proveniente de la fuerza pública: el mayor retirado de la Policía Juan Carlos Meneses.

El oficial, desde el 2010 venía acusando a Santiago de ser el jefe de la organización paramilitar Los 12 Apóstoles, responsable de docenas de homicidios en Yarumal. Fue por esta confesión del oficial que la Fiscalía abrió la investigación formal.

Paradójicamente, el mayor de la Policía se encuentra detenido en una celda del búnker en donde estuvo hoy el exmandatario. Antes de ser confinado allí, Meneses habló con SEMANA. Usted en varias declaraciones ha mencionado a Santiago Uribe Vélez. ¿Cómo comenzó su relación con él?, le preguntó la revista. “A Santiago Uribe me lo presentó en esa época el capitán Pedro Manuel Benavides Rivera.

Me da las instrucciones cuando yo le estoy recibiendo el comando y me dice: ‘Mire, aquí hay un grupo que le colabora a la Policía en cuanto a información, en cuanto a hacer trabajos de ‘limpieza social’, que es exterminio a personas delincuentes, secuestradores, integrantes de la guerrilla, y el jefe de ese grupo es Santiago Uribe Vélez’. Santiago evaluaba y ordenaba lo que había que hacer. Esa era la mecánica. Lo que supe yo con Santiago era que él tenía control sobre las autodefensas que operaban en Puerto Valdivia, en Caucasia. Santiago me decía que él tenía control, que en caso de que yo requiriera el apoyo, él podía hacer subir las autodefensas”. SEMANA le contrapreguntó: ¿Santiago Uribe hablaba con usted directa y abiertamente de esos temas? “Sí. Yo estaba entre la espada y la pared. O me echaban de la Policía o me asesinaban, el tema era o colaboraba o colaboraba”, respondió Meneses.

La Fiscalía en este instante trabaja para establecer si lo que dice Meneses es verdad o es mentira. Si Santiago Uribe es inocente o culpable. Si en verdad él creó un grupo criminal o si todo se trata de una fantasía para enlodar al hermano del expresidente. Es en este contexto en el que su hermano Álvaro llega a la Fiscalía y levanta un manto de duda sobre sus decisiones.

Antes de marcharse, Uribe dijo que no acudió “en calidad de testigo, como lo han querido aparentar, sino como sindicado por las declaraciones de cólera del señor fiscal”. Es decir que la Fiscalía no actúa ceñida al derecho, sino por la fuerza de las emociones. Si, en estricto derecho, Santiago es detenido, ¿qué dirá Uribe en ese momento?